Texto: Eugenio Pinilla 08/02/2013. Fotografías Com&Com.
Publicado febrero 2013
Rf motor: MAZDA. Tipo: D/SH. Neumáticos: 225/65 R17
Dentro de la oferta del Mazda CX5, por imperativos de la demanda, se dispone de versiones de tracción delantera, algo que como producto a nuestro entender no tiene ningún sentido porque siempre es un coche "trampa" a la hora de salir de lo "negro", pero es que el enfoque real no es este, sino el de que muchos conductores les gusta un puesto alto a la hora de callejear. Así que tenemos de regalo una altura de chasis mayor para atracarnos de bordillos y una penalización en la aerodinámica para carretera.
Pero tenemos un motor aliado con nuestro bolsillo que mientras no le busquemos las cosquillas nos deleitará con unos consumos estupendos, y más teniendo en cuenta el mayor peso sobre un coche normal, aunque menor sobre los otros CX5 de tracción total.
Convertimos un todoterreno de ciertas prestaciones fuera de carretera en un urbano económico, dentro de lo que cabe, y de conducción a gusto del usuario.
El CX5 con el motor diésel y tracción delantera es un coche casi para diario, para la jungla urbana, muy al estilo del Nissan Qashqai, un éxito en ventas. Y es que hasta nos recuerda mucho su feeling al volante, por el puesto y la excelente respuesta del motor de 150 CV.
Las salidas al campo están más limitadas, salirnos de los caminos de buen piso ya es algo arriesgado sólo con tracción delantera y el coche pierde así muchos enteros cuando hablamos de un SUV. Pero viene a atender a la demanda de todo el que se compra un coche así y no sale del asfalto nunca.
Motor diésel de 4 cilindros y 150 CV, prestaciones garantizadas.
Disponemos de 150 CV que enseguida están bajo el pié, y con menos peso sin el eje motriz trasero, el CX5 es aún más rápido y ágil, con un temperamento cercano a un turismo en las curvas. Si bien se incrementa un poco el riesgo de pérdidas de tracción en los apoyos fuertes, pero para eso están los controles electrónicos. La seguridad nunca está comprometida, simplemente la prestación bruta si dejamos que los controles nos organicen la conducción.
Los consumos son buenos en un uso más bien turístico. Con la tecnología Skyactiv de la casa, un motor optimizado para un consumo muy contenido, cuando estamos en el mejor elemento de tráfico, pistas de tipo circunvalación con cruceros suaves podemos estar por debajo de 5 litros a los 100 km, eso es mejorar el consumo mixto.
Una conducción suave también en carretera con cruceros que no superen los 110 también le hacen tener unos consumos muy buenos, en el orden de 5,0 - 5,,5 litros, pero aumentando la velocidad de crucero, por ejemplo en autopistas y en los márgenes de 120-130 ya comienza a ser más elevado, unos 7 a 7,5 litros, indudablemente perjudicado por su sección frontal.
El motor diésel del CX5 va por otros derroteros de los de moda de acortar cilindrada, aquí la cilindrada es de 2.2 litros y la compresión baja hasta 14:1, con una admisión variable, inyección directa y filtro de partículas, y a la ayuda el sistema de calado automático que es el artífice de que en ciudad tenga homologado un consumo de 5.4 litros, aunque en nuestra prueba nos quedáramos bastante lejos con un promedio de 6,5 a 7,5 dependiendo de las condiciones del tráfico.
¿Y qué pasa si nuestra conducción es más exigente?. Pues que encontraremos un coche ligeramente más perezoso para salir de las curvas, con menos efectividad de tracción, pero igualmente válido para adelantamientos e incorporaciones seguros. Los consumos suben evidentemente mucho, estando ya cerca de las cifras habituales de potencia y peso, hablamos entre 11 y 14 litros en las curvas de montaña, con una conducción muy deportiva, pero que no se dispara inicialmente con simplemente algo más de ligereza sin llegar a comprometidos apoyos y frenadas.