Mazda 6 5 puertas 2.0 CRTD/143 Sportive: Con aspiraciones deportivas

Texto: Eugenio Pinilla 20/03/2007. Fotografías Rubén D. Chaves. Publicado marzo 2007

El 5 puertas casi igual que el 4

Nuestra unidad con 5 puertas define una línea prácticamente igual al de 4, siendo una carrocería más práctica para cargar, no pierde un ápice de su carácter. En la gama tenemos más oferta de mecánicas de gasolina, sin embargo, deberán ser los motores diesel los más solicitados ya en un coche de casi 4,70 m de largo, en el que su vida estará más enfocada a la carretera.

Motor muy elástico, pero poco vivo abajo

Nuestro motor es el novedoso CRTD de 143 CV con 2 litros de cilindrada. Rinde 143 CV a tan sólo 3500 rpm. Sin embargo sube hasta las 5.000 rpm, eso si ya sin nada que entregar de más. Tampoco es un motor que tenga un tirón sorprendente en los primeros milímetros del acelerador, necesita un tiempo de respuesta y ya una vez sobre las 2000 rpm de su par máximo que es de 360 Nm – cifra nada desdeñable - podemos hacer una conducción en la zona de medio régimen donde el coche se deja estirar si hace falta, pero lo mejor es estar entre estas 2.000 y 3500 rpm, donde logramos la mayor suavidad, respuesta y confort de marcha.

Un cambio excelente

Disponemos de 6 velocidades de un cambio elogiable por su manejo, movimientos cortos y muy bien guiados, un buen apoyo del pie izquierdo, un volante en suave piel, y una instrumentación con un cuentarrevoluciones de fácil lectura, más que el velocímetro que está escalado hasta los ¡240!. Todo le ello hace ser un coche muy agradable de conducir. El embrague es de muy pequeño recorrido, hay que acostumbrarse pero después no lo cambias.

Acento deportivo

Estamos invitados siempre a una conducción algo deportiva. Amortiguación tirando a dura, que le hace tener un buen aplomo y mantenimiento de la trayectoria, con poca inclinación de la carrocería, si bien tiene un típico comportamiento de todo delante que le puede hacer esquiar un poco, así como ser sobre virador. Aquí comenzamos con la dosificación de la potencia, que sin ser exagerada necesita ya de unas manos algo acostumbradas a este tipo de conducción. Sin buscarle las cosquillas, la sensación es muy buena y el control siempre está presente sobre el coche, la cosa además no puede ir a mayores pues se cuenta con control de estabilidad de serie.

Las prestaciones brutas de este coche están entre suficiente y notables, con buena punta y reserva de potencia,  aceptable recuperación, aunque siempre si hay 6 marchas será por algo, y una aceleración al menos en vacío tan buena como que necesita menos de 10 segundad para ponerse a 100 km/h.

Consumos buenos, pero hay que cuidarlos

Es diesel y los consumos no son altos, pero tampoco son para lanzar cohetes, sobre todo porque para estar cerca de las cifras homologadas, que rezan 6 litros de promedio, hay que ponerse a ello. Lo normal, usando el coche en su esencia, es estar entre 1,5 y 2 litros por encima, o sea entre 7.5 y 8 litros cada 100 km, lo cual tampoco es nada malo para su tamaño y potencia.

En carretera con cruceros de 120 bajamos por poco de los 6, como referencia mínima y en conducción deportiva en curvas de tercera, nos podemos ir a los 12, justo el doble, eso como referencia máxima. Tampoco es mucho.

Amplio y moderno interior

El interior de este Mazda es moderno, con buen acabado, aunque se ve algún que otro plastiquito nipón, tiene un diseño moderno con algún guiño deportivo, y excepto algún detalle exigible ya en su nivel, el acabado es muy bueno. Para entrar no tenemos llave, el coche detecta el mando, y aunque podemos abrir y cerrar también desde él, disponemos de un pequeño botón en la maneta para abrir y cerrar cómodamente. El arranque se produce con una llave giratoria una vez detectado el mando.

Lo mas generoso en su interior es su tapicería en piel de serie, con un volante de agradable tacto. Detalles de confort a la altura y luego un equipamiento en nuestro “Sportive” muy extenso que viene a justificar el alto precio que se paga por 143 CV, aunque sean diesel.

Son 5 plazas generosas, con buen espacio hasta en las traseras. Luces indirectas y posavasos para 4, huecos normales, y atrás se echa en falta quizás ya una consola de control de aire que no tiene.

El maletero es de 492 litros, o sea grande, pero muy profundo, tanto que un apersona de no gran estatura no llega al fondo y tiene que meterse dentro para coger algún objeto que éste allí. Podemos abatir el respaldo trasero, en 2/3, y aun ganamos más para carga, la maniobra es muy fácil y lo único es la bandeja de ocultación, que es enorme luego para buscarla ubicación.

Gran nivel de equipamiento

En la lista de equipo de serie se ven cosas ya como automatismos de luces y limpias, faros de xenón, programador de velocidad con mandos en volante junto con los de radio, luces de cortesía exteriores, apertura sin llave... etc, una larga lista que no hace echar nada en falta y que en cuestión de seguridad incluye airbags de cabeza delanteros, reposacabezas activos, asistencia al frenado de emergencia, entre los elementos obligados. Un detalle curioso es el avisador de cinturones traseros, que antes de arrancar hace un “check-in” y se comprueba en los indicadores sobre el espejo retrovisor.

Esta larga lista es la del sobreprecio del “Sportive” si bien tenemos el acabado “Active” con mejor precio y menos elementos claro.

Tenemos además acabado de la tapicería en piel, y en opción en nuestra unidad reglaje eléctrico de asientos delanteros con memoria en el conductor.

Hablando de opciones encontramos navegador GPS, en una pantallita que se oculta a la vista, es táctil y está colocada en lo alto del salpicadero.

Resumen

El Mazda 6 es una berlina ya de tamaño considerable, con una línea y acento deportivo, con el motor diesel de 143 se mueve bien pero si ser espectacular, aunque te invita por su puesto de conducción a ir ligero sin problemas, el coche es muy noble, avisa siempre de los límites y cuenta con un equipamiento en este acabado “Sportive” muy alto.

Para mucha carretera y para el que le guste conducir con ciertas sensaciones con la economía de un diesel, que aunque es relativa, está claro que siempre se puede ajustar al bolsillo.