Texto: Eugenio Pinilla 18/06/2006. Fotografías Com&Com. Publicado marzo 2007 El nuevo monovolumen de Mazda sigue la numeración de impares para su identificación, y toma el 5 como un número medio que representa su tamaño. No confundir con el MX5, al que le gana por 5 asientosSu gama no es demasiado extensa pero suficiente par elegir entre 4 motores, dos de cada tipo de combustible, y tres acabados. Nuestro coche se basa en el más potente de gasolina que se ofrece con los dos acabados más altos. Hasta 7 adultos En 4 metros y medio, lo que mide una berlina media, este Mazda 5 se atreve con 7 adultos en sus tres filas de asientos. Es la apuesta de su diseño modular, pero en el que tienes que elegir entre esos 7 asientos con apenas espacio de carga en el maletero, o 5 con ya un maletero considerable. En todo caso la opción es interesante. Los huecos y las soluciones de carga están presente en muchos detalles, tanto para un gran baúl como para pequeños objetos que sacamos de los bolsillos. Si bien en la guantera, con los papeles y el chaleco queda llena, pero todos esos CD’s, cartera, monedas, llaveros, etc... quedan guardados perfectamente. Práctico más que lujoso El Mazda 5 tiene más equipo que lujo. Nuestra unidad es la más alta de gama, denominada “Sportive”, pero el nivel de los 3 acabados es muy parejo, con pocas diferencias, como llantas, más anchas algún embellecedor en manetas y poco más. En lo práctico sólo el sistema de acceso por detección del mando, que permite un arranque “inteligente” del motor es lo único significativo junto con la particularidad de poder manejar las ventanillas a distancia también desde el mando. Por todo lo demás, el nivel de equipamiento en alto, sobre todo en la versión “Active”, la más baja que ya cuenta con todo lo que podemos llamar equipamientos tradicionales. Se puede ver la ficha pero ya adelanto que desde las 4 ventanillas eléctricas, climatizador, faros antiniebla o llantas de aleación es algo que encontramos en la versión más básica del Mazda 5. En cuanto a acabado, si bien se ve que hay plástico por doquier, es de una prestancia correcta y que los mandos son de un punto mayor de calidad, alternando los acabados oscuros con tonos metálicos en la zona de la consola central, desde la que sale la palanca de cambios. Los detalles de confort se quedan en lo preciso para no ser espartano, echando alguna luz trasera en falta. Más cómodo cuando más delante Los 7 asientos van perdiendo categoría desde delante hacia a tras, lo cual es algo lógico. Dos excelentes asientos para conductor y acompañante, con buena sujeción lateral, sobre todo para ser un monovolumen, y en la clásica postura elevada de estos. 3 plazas más en medio, con un asiento que se divide en 2 zonas, y se puede regular en distancia para repartir el espacio para piernas que en la tercera fila es más justo. La plaza central es algo estrecha, más recomendada para un “peque”, pero las laterales son buenas para los más grandes. Lo que si es algo incómodo es el acceso a las plazas traseras, aunque una vez dentro se pueden ubicar dos adultos, eso si, sin mucha libertad de movimientos. Un turismo con mas altura El puesto de conducción delata su diseño, con un nivel de asientos alto, grandes cristales, pero una altura total no exagerada. El acceso es casi como cualquier turismo, lo que es más alto ya es la línea de asientos y el techo. La palanca sale del salpicadero queda bien a mano, los asientos recogen bien el cuerpo y la instrumentación es clara y sencilla, con las 4 lecturas principales junto a los testigos de emergencia. Maniobrando e incluso en curvas cerradas nos estorba algo el enorme espejo retrovisor exterior. Maniobrar no es complicado, no tiene un tamaño exagerado, y el puesto más elevado facilita las cosas. En carretera es más parecido a un turismo, y mientras no vayamos a plena carga, sus derivas casi son iguales y podemos meternos en curvas con soltura. Otra cosa es ya más cargado donde los apoyos lógicamente son más delicados. Pero siempre en una conducción turística apenas hay diferencias. La potencia se queda más justa a plena carga El motor de nuestra unidad es un 2 litros de gestión electrónica, que rinde 145 CV a 6000 rpm, que agradece un régimen alto. Con un par máximo a 4.500 de 1800 Nm, no es una cifra exagerada pero bien como gasolina que se deja conducir en la zona alta. Progresivo y suave pero a plena carga puede que nos quedemos algo cortos de potencia. Prestacionalmente está en la base de lo que podemos entender para alguien mínimamente exigente. En vacío es un coche más bien ágil, sin espectacularidad, y algo más perezoso en carga. Su punta no llega a los 200 km/h, y eso es algo habitual de los coches así, con algo más de altura que cortan peor el viento. Es conveniente usar el cambio, las recuperaciones son más mediocres. Potencialmente no es un coche que consuma mucho, se conforma con una media entre los 8 y 9 litros cada 100 km en todo uso, podemos bajar a los 6 ó 7 en carretera sin cruceros altos. Pudiendo viajar a 140/150 con buena reserva de potencia. Los cruceros altos, o las aceleraciones brillantes con cierta carga penalizarán estros consumos. En vacío en curvas de tercera con una conducción deportiva pasamos los 10 litros con facilidad. El precio “justo” El precio finalmente de este 7 plazas es bastante justo. El de la potencia esta ligeramente alto pero se compensa por un equipamiento muy bueno, tenemos opciones para añadir, pero ni son muchas ni son necesarias. Excepto los temas de sonido y navegación, siempre al gusto del consumidor. Resumiendo El resumen es claro, un monovolumen de tamaño medio, ni es un compacto ni es un “king size”, que te la posibilidad de 7 plazas renunciando a equipaje, o de 5 con mucha carga posible. Podemos elegir entre motores diesel y gasolina y 3 acabados, pero todos ellos muy parejos. Un coche que nos permite un ritmo ágil y divertido en vacío, o llevar la casa a cuesta de una forma más turística.
|

Mazda 5 2.0 Sportive: Tú decides como usarlo
18 de junio de 2006
Leído 1463 veces
Publicado en
Pruebas