Texto:
Eugenio Pinilla 11/03/2008.
Fotografías Com&Com. Publicado marzo 2008
Ref motor: Toyota Tipo: G
3MZ-FE
El RX
es un vehículo recreacional de cierto tamaño y peso y con un diseño
lujoso, en acabado y equipo. Su gama no es muy extensa, tan sólo dos
motorizaciones que se pueden elegir en otros dos acabados.
Junto
a nuestro motor híbrido hay otra mecánica de similar potencia, pero
tradicional de gasolina.
Línea de todoterreno
Si
bien su personalidad no es la de un puro todoterreno, su línea sí podría
hacérselo parecer. Es alto y con no demasiado malos ángulos TT. Pero
potencia más el espacio interior y el confort.
Su
acabado exterior está cuidado, las lunas traseras son tintadas de serie, y
los pilotos traseros están camuflados bajo un cristal blanquecino. Su
apariencia es lujosa como luego se puede comprobar en el interior
Motor de gasolina ayudado por dos eléctricos
El
conjunto motriz del RX 400h lo compone un motor de gasolina de 3.3 litros
con 211 CV de potencia, y dos motores eléctricos que se alimentan de una
batería diseñada para soportar duras condiciones de trabajo, ya que
trabaja constantemente recargándose y descargándose.
Los
dos motores eléctricos actúan de propulsores o de generadores, dependiendo
de ciertos factores como la carga de la propia batería, fase de
aceleración y deceleración del coche y solicitud al acelerador.
Los
dos motores eléctricos – uno para cada tren de rodaje - tienen mucha más
potencia de la que falta, desde los 211 CV del motor de gasolina hasta los
anunciados 272 CV como potencia máxima del conjunto.
Pero
el sistema garantiza esa cifra mínima permanentemente, ya que los motores
eléctricos también tienen la función de recargar o de mantener un mínimo
de energía para entregar siempre parte en las fases de máxima potencia.
El
caso es que el sistema eléctrico recupera energía cinética (o de
movimiento) en las fases de deceleración del coche, desde que levantamos
el pié del acelerador o frenamos con mayor o menor intensidad. Y después
nos la devuelve. Esta devolución se produce si la batería esta con cierta
carga, en condiciones en la que la potencia necesaria no es muy grande,
los primeros caballos con que se mueve son eléctricos y mientras no
solicitemos mucho el acelerador, una conducción urbana, por ejemplo, el
coche funciona 100% con electricidad.
Si la
solicitud de acelerador ya es más intensa, el motor de gasolina entra en
funcionamiento. Tiene un sistema de calado que cuando no hace falta se
para y vuelve a arrancar casi imperceptiblemente.
Cambio automático como toda la gestión
El
sistema eléctrico contribuye en la proporción que su carga recomienda el
sistema y siempre se va auto-generando energía manteniendo un nivel óptimo
para su aprovechamiento.
El
cambio es de tipo variador continuo, donde una especie de diferencial
invertido suma el par de cada motor al sistema en cada momento, Así que no
tenemos guía secuencial y toda la conducción se produce en automático.
La
tracción es total e inteligente en todo momento, sobre todo porque un
motor eléctrico va asociado a cada tren, y el sistema se encarga
de ir repartiendo la tracción sin operatividad del conductor.
El
par máximo del conjunto motor que se anuncia es de 288 Nm a 4.400 vueltas,
pero esto es una referencia del motor de gasolina, ya que cuando los
motores eléctricos actúan modifican relativamente la respuesta y para
mejor.
Lujoso interior con alguna peguita de materiales
Siendo un coche de carácter lujoso, se le da importancia a un entorno y
acabado de calidad, pero no se disimula su origen japonés. Ciertos mandos
son los que podemos encontrar en coches muchos más baratos de aquél país,
aunque se trata de dar ciertos remates diferenciadores, el diseño también
tiene su edad.
Pero
como digo fundamentalmente es cómodo, con estupendos asientos para todos,
espacio en las tres dimensiones y detalles de confort a gran nivel. La
firma aquí de la casa Lexus está presente.
Los
asientos de atrás para dos plazas son de lujo, con consola de aireación y
un confortable reposacodos que dispone de posavasos y un pequeño hueco,
pero que queda anulado con el uso de las tres plazas traseras.
Hay
huecos delante, mejor que atrás, que no dispone de ninguno grande, la
consola central podemos correrla hacia delante o atrás, pero realmente no
vemos la utilidad de hacerlo, sobre todo para los de delante.
Como
pegas funcionales unas luces indirectas delante que son demasiado
potentes.
Enorme y cuidado maletero
La
zona de carga es muy grande, aunque el maletero en si es de 439 litros
bajo la bandeja de ocultación, por encima de ella y después con los
abatimientos de los asientos traseros, el volumen se hace enorme. Es una
pena que los abatimientos no ajusten a ras del suelo, y que no esté
optimizada la boca de carga, porque por lo demás es un maletero con
detalles, huecos, toma de corriente, ganchos… y todo ello bien acabado en
moqueta.
Los
abatimientos se hacen con mucha facilidad pues solo se pliega el respaldo
en 2/3.
Equipamiento de alto nivel
Sólo
con mirar la lista de equipo ves donde pone Lexus sus expectativas. El
coche tiene su precio, pero podíamos justificarlo en parte por el tamaño,
la tracción total y el siempre más costoso sistema eléctrico.
Ya en
el nivel más básico de los dos disponibles hay muchísimos elementos, tanto
de seguridad, como de confort o para la conducción.
No
echamos falta de nada, añadiendo el navegador y sistema blue-tooh en el
acabado más alto, pero contando en todos con tapicería en piel,
climatizador doble, asientos calefactables con regulación eléctrica
extendida al volante, memorias de posición, para el conductor automatismos
de luces y limpias, programador de velocidad, luces de xenón,
autorregulables y auto direccionales, y en cuanto a seguridad pleno
también con numerosos airbags, sistema de frenado de emergencia y hasta
alarma anti-intrusión.
Una
cota criticable es la llave-mando para un coche de su precio.
Conducción muy confortable
El
confortable puesto, el cambio automático, la buena respuesta y la suavidad
y silencio hacen que este Lexus sea uno de los coches más confortables que
uno pueda conducir.
Desde
que te colocas a los mandos, con todos los reglajes eléctricos, un
confortable asiento y un puesto relativamente elevado para el que le guste
así, hasta que comienzas a andar te acompaña un entorno muy confortable y
amplio que gratifica la conducción.
Aquí
todo es automático, así que sólo tenemos una posición en la palanca de
cambios para circular, aunque podemos optar por una que nos bloquea algo
más la relación final, pero en general te olvidas de todo, acelerar,
volante y punto.
En el
cuadro de mandos vemos una iconografía moderna, presidido por el
velocímetro, a su derecha indicadores de combustible y temperatura del
motor con una escala de la posición de la palanca de cambios, y a la
izquierda lo que equivaldría al cuentavueltas, que es un medidor de
entrega de potencia, lo malo es que está en kilowatios, y hay que ir
traduciendo mentalmente, pero te haces una idea del porcentaje
rápidamente.
Después, en el display del navegador, además de los sistemas de audio,
teléfono y otras cuestiones relativas al ordenador de viaje, podemos ver
el rendimiento del sistema on-line, en un curioso cuadro sinóptico de cómo
está funcionando el sistema. Si los motores eléctricos trabajan entregando
energía o recuperándola, si el motor de gasolina está “tirando”, la carga
de la batería, e incluso hacia donde está yendo la tracción de los
motores. Todo un cuadro entretenido de ver y que te explica como hace el
sistema.
Después podemos vigilar no solo el consumo medio o instantáneo, si no
también, en periodos de 5 minutos la última media hora, viendo los
promedios parciales, el general, y la cantidad de energía recuperada en
Kw.
Más confortable que efectivo
Estamos ante un SUV, que curiosamente en el catálogo pone que pesa 2500 kg
y en la ficha técnica sólo 2.000. Nosotros nos inclinamos a que es más
hacia la primera cifra.
Con
esta masa y el alto centro de gravedad ya sabemos las limitaciones a la
hora de las curvas. Sin embargo te permite cierta alegría si te gusta ir
ligero. Siempre la tracción total ayuda aunque sea en lo negro si llevas
un ritmo un poco más fuerte. El coche evidentemente agradece los paisajes
abiertos a las retorcidas curvas, la conducción confortable frente a las
zonas donde vamos a echar en falta una guía secuencial para el cambio.
Pero realmente en su conducción siempre estamos invitados al confort y las
pocas prisas.
Si
salimos al campo es un excelente rutero, con ángulos apreciables aunque
poco recorrido de suspensión y algo blanda, se atreve con trialeras medias
y alguna vez tocaremos sobre todo con su voladizo delantero demasiado
largo.
No
contamos con reductoras, pero su sistema automático gestiona todo a la
perfección y hay buen par para atacar ciertos obstáculos.
La
gran mejora está en ciudad
El
consumo en general del Lexus 400 si la “h” es mediano tirando a alto, como
se puede esperar de un coche así. La inclusión del sistema eléctrico nos
va a mejorar sobre todo los consumos en ciudad. Tampoco es un coche
pensado para ella, pero siempre es inevitable. De los más de 15 litros
según la ficha técnica bajamos a 9.1 en ciudad, y ello es porque es donde
casi todo el tiempo, si no aceleramos mucho vamos con el sistema eléctrico
siempre que haya batería. En cortos desplazamientos podríamos hablar de 0
litros a los 100, hasta que se descargue la batería. Pero esto sería
irreal, luego ha de recuperar lo que se ha gastado, y no podemos sumarlo
al debe del consumo en carretera, donde se produce el menor ahorro.
Digamos que aprovecha en ciudad, lo que se ha recuperado en carretera, y
si la batería esta en lo alto de carga va también entregando energía en
las aceleraciones compensando la recuperación en todo momento.
Nuestro 400h nos hizo un consumo medio en la prueba de unos 9/10 litros,
con mucha carretera y algo de ciudad. Lo cual es un consumo relativamente
bueno para lo grande y pesado que es el coche.
En
cuanto a prestaciones disponemos de 272, una cifra que nos deja la
relación de peso/potencia por debajo de 10. Es un coche ágil en
aceleraciones, que recupera muy bien, con la ayuda además de los
impulsores eléctricos y que de punta está sobrado, lo principal es la
buena reserva de potencia casi siempre con una inmediata respuesta.
Algo más de 5.000 euros por la “h”
El
precio del 400h es en este momento unos 5.100 euros superior a su homologo
sin la “h”, con similar potencia. Es el usuario el que debe calcular lo
que tardaría en amortizarlo. En comparación con su competencia, estamos en
la línea de coches como el Touareg, el Tribeca o el MX7 de Mazda. El Lexus
RX 400h es el más caro, pero también el más equipado.
RESUMEN
Confortable todoterreno sin reductora, o vehículo recreacional 4x4 del
sector Premium como todo producto de Lexus. Un coche tremendamente
confortable, fácil y placentero de conducir con un motor suave y potente y
la ventaja de su sistema de recuperación de energía, para el que quiera
ahorrarse un poco más en combustible y añadir un confort mayor por la
insonoridad del sistema sobre todo en ciudad y maniobras.
Equipado a alto nivel, como su precio, con pocas opciones que añadir y una
capacidad estupenda para meter todo tipo de cachivaches e irse al campo de
excursión.
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