Texto: Eugenio Pinilla 20/03/2007.
Fotografías Rubén D. Chaves.
Publicado marzo 2007
A finales de 2006 sabíamos ya los detalles del nuevo Ypsilon, una gama mayor, nuevos motores y en esencia el mismo coche. 381 cm de largo, eso significa 4 cm más, pequeños retoques estéticos y por dentro pequeña actualización de detalles y sobre todo la configuración de la gama.
Gama de 5 motores
3 motores de gasolina y dos más diesel, como el nuestro. Estos diesel pueden escogerse con el cambio manual o automático, que Lancia denomina DFN (Dolce Far Niento). Nuestro cambio es el manual y de 5 velocidades, el motor rinde 90 CV, con una baja cilindrada, un 1.3 con 4 cilindros en línea, con un par bueno ya a 1750 de 200 Nm, para un coche ligero y agradecido siempre que no vaya alto de carga.
La carrocería es de 3 puertas, con un diseño quizá algo diferente, buscando cierta originalidad, así vemos unos pilotos traseros visualmente blancos cuando están apagados. El portón trasero está bastante vertical, favorece así la carga por encima de la bandeja de ocultación. La capacidad bajo ella es de 215 litros, aunque muy aprovechables una vez salvado el nivel de carga que es algo elevado. La boca del portón no está demasiado optimizada. Es una zona de carga sencilla sin detalles, y con abatimientos de los asientos traseros en dos mitades, son dos plazas atrás solamente. Unos asientos que se pueden desplazar unos 12 cm para darle más capacidad al maletero – se ganan unos 80 litros, y que se abaten de una forma un tanto peculiar sin poder aprovechar un suelo plano.
Importancia del confort y acabado
Y es que para ser un utilitario de su tamaño, los asientos tienen una gran importancia, y son bastante voluminosos. Eso nos permite un confort mayor, pero reduciendo el espacio interior. Así se recurre a 4 plazas, más confortables, que a 5 donde 3 atrás con una entrada por la puerta delantera hace las cosas más incómodas en un coche de este enfoque.
El interior, tiene bastante preocupación por el acabado, hay obligado plástico, pero este trata de imitar otros materiales y al menos visualmente es elegante y correcto, con tiradores en las puertas de metal, los exteriores por ejemplo son más de un coche grande que de un utilitario. Pero tiene una laguna y es que está carente de huecos grandes en su interior.
Seguimos con la tediosa instrumentación central

Lo que ya no está tan correcto es la instrumentación central. Eso deja un soso puesto de conducción, con nada tras el volante y desviar la vista para mirar al cuadro. En el centro del salpicadero está casi todo concentrado. Desde la palanca de cambios, hasta el comentado cuadro.
Estamos en el acabado más alto “Platino” y en esta consola central tenemos los mandos del climatizador que es doble, el equipo de sonido que es integrado, y una ristra de botones que puede que estén un poco ocultos tras la palanca de cambios.
El conductor de este Ypsilon cuenta con buenos reglajes, y un espacio nada comprometido por ser un utilitario, ello puede limitar un poco el espacio para el asiento justo de detrás, pero no se le pueden pedir peras al olmo. El “copi” no disfruta de los reglajes de altura y dorsal que el asiento del conductor si lleva.
Así como el cuadro de instrumentos está en un lugar poco ortodoxo en el centro del salpicadero, la palanca de cambios está bastante a mano y se maneja muy bien. Este pequeño Lancia tiene los cristales delanteros generosos, más que los de atrás, y se conduce con buen confort, si bien echaremos algo de sujeción lateral en los asientos cuando llegan las curvas.
Sin complejos en la carretera
Por que a pesar de tener un enfoque urbano, ahora veremos que por su mecánica, estamos invitados a cualquier viaje.
Su motor de 1360 CC, se dispone en la gama con dos gestiones electrónicas que le dan 70 y 90 CV. Con este de 90 desde luego se anda muy alegremente, y uno sale a la carretera sin ningún complejo. Se muestra ágil en las curvas, sin ser un coche de dura amortiguación, y sin gran carga su aceleración está en cifras muy buenas. Es un motor que enseguida tira y la sensación de potencia es muy buena. Llegan los límites si buscamos altos cruceros, pero hasta los 130/140 hay algo de reserva de potencia y todo.
Tiene una punta de 175 km/h, más que suficiente en sus pretensiones y se pone a 100 en 11 segundos. Tenemos un cambio automático que lo hace en algo menos y nos baja ligeramente el consumo. Pero ya en este manual, son muy ajustados, una de las mejores cualidades de ser utilitario. Rondamos los 5,8 litros en un uso mixto y despreocupado por el consumo, y menos de 6 en carretera. En su ficha pone 3,9 en ciclo extra-urbano, pero creo que eso hay que ir a buscarlo, y hablamos ya de cifras buenas a mejores.
El “Platino” es el más equipado pero aún se dejan muchas cosas como opción
Un capitulo importante del Ypsilon es el equipamiento. Es un utilitario pero con un climatizador doble y un equipo de sonido de berlina más lujosa. Después añade elementos en este Platino también como faros anti-niebla, llantas de aleación y retrovisores eléctricos que no están en el resto de la gama de serie.
Y tenemos muchas opciones, quizá demasiadas, como ordenador de consumos, mandos en el volante, control de estabilidad...
Se puede comentar de su precio que es elevado si buscamos los acabados altos pero algo más económico en el acabado “Oro”. Son los dos posibles de este motor, el más potente de la gama de gasoil.
Resumen
El Ypsilón es en general un coche para el que se preocupe por un buen acabado y cierto confort , pero quiera un coche pequeño. Para mucha ciudad y un viaje de vez en cuando sin complejos. Podemos cargarlo y bastante si somos 2 los ocupantes, y lo único es que no hay 4 puertas para acceso más cómodo a las plazas traseras.
Prestacionalmente está por encima de la media de su segmento, y mantiene los mismos consumos que los demás, o incluso mejores.
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