Texto: Carlos Herranz 16/11/2011. Fotografías Com&Com.
Publicado noviembre 2011
Rf motor: KIA Tipo: D4FB
De que nos suena...
La primera vez que vimos el Venga enseguida nos vino a la mente que se trataba de un Ford. ¿Por qué? Sus trazos de diseño y sus formas trapezoidales enseguida juegan una mala pasada a nuestro cerebro y nos hacen asociarlo con la marca del óvalo. Sólo hay que mirarlo de frente y tapar el logotipo de Kia para ver lo que comentamos. Todo esto no quiere decir que sea un coche sin personalidad estética, ni mucho menos; simplemente es una curiosidad.
En la parte frontal toma protagonismo el cristal delantero que proporciona una buena visión hacia fuera desde el interior del coche. En el lateral observamos una marcada línea de cintura ascendente que provoca que haya que montar un cristal de custodia trasero pequeño para que no de sensación de pesadez el pilar C del Venga. Detrás muestra una estética más equilibrada en todos los elementos que la componen, siendo la parte más convencional del coche a nivel estético.
Es un monovolumen que tiene una altura bastante razonable para su tamaño (1,60 metros), con la ventaja que ello conlleva a la hora de acceder cómodamente a su interior y por la cota de altura disponible para los pasajeros.
Buen espacio interior

Por altura no va a ser en cualquiera de las plazas y si equipamos el Venga con el techo de cristal opcional no tendremos sensación de ahogo en ningún momento. Nosotros recomendamos adquirirlo por la luminosidad que proporciona en el interior y porque cuando hace buen tiempo permite abrirse.
Se echan en falta algunos detalles prácticos como huecos con trampillas en el suelo o posavasos, pero esto no quiere decir que el Venga no sea funcional. Para empezar los asientos traseros se desplazan longitudinalmente y su respaldo se puede regular en inclinación, y lo mejor de todo es que al abatir dichos asientos conseguimos una superficie de carga plana.
Es cierto que no hay posavasos en la parte trasera (el reposacodos, lugar habitual para colocarlos, cumple sólo esa función) pero encontramos dos huecos en las puertas para colocar botellas. A falta de los huecos con trampilla que comentábamos tenemos varios compartimentos repartidos por el coche que nos permiten dejar bastantes cosas y la guantera no está mal en cuanto a tamaño, especialmente en lo que se refiere a profundidad.
La presentación del interior es bastante vistosa en cuanto a apariencia por el diseño del salpicadero y la tapicería de los asientos. Otra cosa es en cuanto a materiales, pues no encontramos ni un sólo plástico blando en el salpicadero. Eso sí, no son malos materiales y nos podemos olvidar de oír grillos en su interior.
Doble personalidad
Nos referimos al motor. El motor 1.6 CRDi que lleva nuestro Venga supone una ganancia de 13 CV respecto al motor al que sustituyó. Nada más ponerse a andar no encontramos los 128 CV que declara en su ficha técnica, pues por debajo de 1.900 rpm tiene poco empuje pero a partir de ahí tiene una patada que nos recuerda a los buenos tiempos de los TDI inyector-bomba del grupo VAG, patada que se va diluyendo poco a poco hasta alcanzar las 4.300 rpm, momento en el que conviene subir a una marcha superior por el poco empuje que ofrece el motor.
Pero sus mejores virtudes, y más tratándose de un modelo de corte eminentemente familiar, es que es un motor silencioso y suave y el que nosotros recomendamos de toda la gama, fundamentalmente por su potencia.