Texto: Equipo de Pruebas Pinilla 26/11/2009. Fotografías Com & Com. Publicado noviembre 2009

Rf motor: KIA Tipo: G/G4FC
Más pequeño de lo que parece por fuera
Tanto el Kia Soul como el Citroen C3 Picasso son los únicos representantes en el segmento de los monovolúmenes de 4 metros y, curiosamente, coinciden en las líneas maestras de sus respectivas carrocerías. En cualquier caso son coches destinados a un público juvenil que buscan unas líneas frescas y poco vistas. Por fuera da la impresión de ser un coche bastante grande y ancho, pero cuando observamos las dimensiones en su ficha técnica vemos que no lo es tanto. Tiene una batalla relativamente larga para su tamaño, con las cuatro ruedas situadas casi en los extremos de la carrocería. Visto de frente lo primero que llama la atención es la anchura y robustez que transmite, tanto que el frontal podría pasar por el de un todoterreno gracias a su capó alto y de formas redondeadas. De perfil destacan los montantes acabados en negro que dan una solución de continuidad estética a las ventanillas. Por otro lado también llama la atención la cantidad de chapa que vemos gracias a una línea de cintura bastante alta. Detrás cobran protagonismo los pilotos traseros que están dispuestos en forma vertical y van dentro de un panel del mismo color de la carrocería. El portón es bastante ancho y alto aunque nos deja a la vista una boca de carga que no resulta todo lo ancha que podríamos esperar.
Para no ser menos que otros modelos del mercado con marcado carácter juvenil, el Kia Soul puede ser personalizado exteriormente con diversas pegatinas o franjas, como la negra que llevaba nuestra unidad de pruebas y que puede hacer único el Soul de cada cliente.
Más grande de lo que parece por dentro
Para no parar de engañar a nuestros sentidos, el Kia Soul nos muestra al abrir las puertas un habitáculo con más espacio del que pueda parecer por sus dimensiones. Las cotas que más destacan son la altura en todas las plazas y la anchura de las plazas traseras, donde tres personas de adultas de una talla normal podrán viajar sin muchos agobios. En espacio para piernas tampoco va nada mal como así lo indican los 171 cm de cota útil, cifra más propia de coches de dos segmentos por encima del Soul. Los asientos delanteros cumplen su función y se muestran como cómodos en viajes largos, con un agarre lateral dentro de lo esperado. En cuanto a funcionalidad disponemos de una pequeña guantera en la parte superior de salpicadero que va acabada interiormente en un tono rojo-anaranjado en consonancia con el color de la instrumentación, fruto del estilo joven que Kia quiere para el Soul. También hay otro hueco sin tapa y otro para dejar el móvil y pequeños objetos. La guantera del Soul está dividida en dos pisos (también está pintada en rojo-anaranjado) y no tiene mala capacidad, por lo que a nivel de huecos no nos podemos quejar.
Decepciona el maletero
Decepción la que nos hemos llevado al abrir el maletero del Soul. Como antes hemos comentado, la boca de carga es más estrecha de lo esperado y tendremos dificultades para cargar ciertos objetos voluminosos, tarea que se verá igualmente complicada cuando la bandeja ponga a prueba nuestra paciencia. La bandeja tiene el inconveniente de que es fija (no se levanta con el portón) y tampoco podemos enrollarla, lo que nos limitará la carga de objetos grandes por la altura de la boca. Para retirarla tampoco está fácil, y es que la posición de sus anclajes nos obliga a mover el respaldo de los asientos traseros para ponerla o quitarla. El espacio de carga tampoco es para tirar cohetes, ya que los 220 litros que tiene de capacidad sin abatir los asientos son cifras que manejan coches de dos segmentos inferiores al Soul. Tenemos el pequeño consuelo de que dicha capacidad puede llegar a 700 litros al abatir los asientos traseros, pero aún así tampoco es una cifra a destacar. Al menos disponemos de un hueco de 60 litros bajo el piso del maletero (nuestra unidad de prueba no tenía la tapa que cubre dicho hueco) para guardar objetos y la superficie de carga quedaría con ella casi plana cuando abatimos los asientos (60/40).
Motor falto de bajos
Lo primero que podemos destacar el motor es su pronta respuesta al acelerador y unos bajos que se muestran poco contundentes. No es hasta llegar a las 4.000 rpm cuando el motor muestra lo mejor de sí mismo. No entendemos como equipando el sistema CVVT de apertura variable de válvulas le cuesta moverse desde la zona baja del cuentavueltas, ya que el peso del coche tampoco debería influir en esto, pues los 1.170 Kg que pesa nos parecen hasta pocos. Los 124 CV del coche llegan a 6.300 rpm, mientras que el par máximo de 153 Nm aparece a 4.200 rpm. La caja de cambios es de 5 velocidades y destaca por poseer unos desarrollos tirando a cortos pero que favorecen las aceleraciones y recuperaciones a costa de penalizar los consumos, consumos que se podrían reducir con la inclusión de una 6ª velocidad.
Buena pisada
Desde los primeros metros que se realizan a bordo del Soul se puede constatar que la puesta a punto del chasis es bastante buena, observando que el coche pisa bastante bien. La dirección es bastante directa y todo esto nos hace presagiar que el comportamiento del coche puede tener buenas maneras deportivas. Sin embargo, cuando decidimos exprimir el Soul en curvas nos encontramos que la suspensión tiene unos reglajes que priman el confort antes que la deportividad. Es una lástima, porque creemos que con unos amortiguadores de un tarado un poco más firme no se perdería en confort y tendríamos un comportamiento más dinámico en el Soul que también se acercaría más a ese público joven al que va dirigido.
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