Producción Com&Com.
Texto: Equipo de Pruebas 25/04/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado Abril 2012
Rf motor: KIA Tipo: D4FC
Su aspecto y sus dimensiones lo acercan más a un compacto que a un coche de su segmento, el de los utilitarios.
Ruptura total
Quien lo ha visto y quien lo ve. De ser un coche anodino y de diseño algo caprichoso en sus anteriores versiones (especialmente la de hace dos generaciones), el actual Kia Rio ha sufrido una metamorfosis cual mariposa. Se abandonan los trazos rectos en la carrocería de la anterior generación y se apuesta por las curvas para lograr así una estética bastante atractiva y en cierto punto deportiva que rompe la monotonía habitual de los coches de su segmento.
El frontal destaca por sus grandes faros pero lleva la identidad de la última hornada de diseño de la marca coreana y que podemos ver en algunos de sus productos actuales, como el Kia Óptima. En un primer vistazo observamos que es un coche ancho y bajo, y es precisamente esto lo que le hace parecer más grande de lo que es y tener esa apariencia de que es un compacto venido un poco a menos en cuanto a tamaño.
Visto de lado quizá sea su perspectiva más atractiva y es así donde podemos ver su línea de cintura ascendente desde el pilar A que empieza por debajo de los espejos retrovisores y acaba en el pilar C a la misma altura de los pilotos traseros. Las llantas del coche son de 15" pero que duda cabe de que con unas de 17" ganaría todavía más atractivo del que tiene.
En la parte trasera los pilotos también toman protagonismo por su generoso tamaño. Esta parte da mucha impresión de robustez por su anchura y por la cantidad de chapa que tenemos a la vista, circunstancia que propicia que el cristal trasero vea menguada sus dimensiones pero que afortunadamente desde dentro no afecta a la visibilidad trasera.
Buena sensación de espacio
Dentro del Kia Rio no da la impresión de ir en un coche bajo como podría dar la impresión al ver el coche desde fuera. Si antes decíamos que da la impresión de ser un casi un coche del segmento de los compactos, al meternos dentro esa sensación no desaparece y tenemos unas cotas interiores bastante buenas para tratarse de un utilitario.
El aumento de la batalla en siete centímetros respecto al anterior Rio se nota, como es de esperar, en las plazas traseras, y es que el hueco que hay para las piernas de los ocupantes de estas plazas es muy destacable para un utilitario aunque en anchura tres adultos irán apretados y se recomienda que vayan como mucho dos para tener un viaje largo sin incomodidades.
En cuanto a los materiales empleados en el interior son correctos y presentan un buen ajuste a pesar de tener predominio de plásticos duros. El diseño del salpicadero es sobrio pero parece también de un coche de un segmento superior al suyo.
Un motor muy eficiente
Por ahora sólo hemos probado el Rio con el motor 1.4 CRDi de nuestra unidad de pruebas pero podríamos asegurar sin equivocarnos mucho que este es el motor idóneo para el coche, cualesquiera que sean el perfil de su comprador o el uso que se le vaya a dar al coche.
Los 1,4 litros del motor turbodiesel y sus 90 CV se muestran siempre dispuestos a llevar el Rio con decisión hacia delante y parece que tenemos más centímetros cúbicos y caballos de los que se declaran en la ficha técnica, proporcionando un andar simplemente fenomenal para su potencia. La caja de cambios de seis velocidades también aporta bastante en el dinamismo por lo acertado de sus desarrollos.
El motor es silencioso, suave y, a pesar de que los bajos no son nada malos, el motor despierta de verdad a 2.100 rpm y mantiene lo mejor de sí hasta la 4.200 rpm. Además, y reforzando un poco su carácter ligeramente deportivo del exterior, cuenta con una contundencia al acelerar bastante buena.
Y lo mejor de todo es que eso de correr y no gastar es posible en este Rio, pues en una conducción normal será bastante raro subir de los 5 l/100 km de media (en nuestra prueba nunca hemos llegado a ver esa cifra en el ordenador de consumos) y eso que no cuenta con ninguna ayuda para rebajar el consumo. Chapeau por los señores de Kia.