Texto: Eugenio Pinilla 21/01/2013. Fotografías Com&Com.
Publicado enero 2013
Rf motor: KIA. Tipo: G4NE 1999CC. Neumáticos: 215/55 R17
Analizando las cifras de consumo del Kia Óptima Híbrido sale perdiendo respecto al diésel manual, respecto al automático sí las mejora, pero en la práctica lo ponemos en duda. A no ser que odies profundamente el gasoil, tengas predilección por el cambio automático y tu corazón esté lejos de las curvas, no encontramos argumento para gastarse 5.500 euros más en el híbrido, promociones aparte.
Y es que el 1.7 CRDi nos dejó un gran sabor de boca, y aún sabiendo lo que nos íbamos a encontrar, queríamos conocerlo en profundidad, a ver si alguna vez algún híbrido nos da la sorpresa. Pero no, los híbridos siguen siendo coches muy condicionados a una conducción tranquila, y si es de gasolina aún más.
190 CV que hay que buscar
No, no se me ha olvidado en la reflexión anterior que el Óptima híbrido cuenta con 51 CV más, todo lo contrario, hay que evitarlos para que los consumos no sean demasiado altos. Siempre digo lo mismo, aunque tengamos homologados consumos maravillosos, siempre son alejados de la filosofía de su potencia. Hoy en día las inyecciones electrónicas computerizadas, permiten disponer de mucha potencia con excelentes consumos, pero sin usarla, ahí está para cuando haga falta, pero instintivamente nuestras aceleraciones y gesto al conducir, con más potencia es fácil que averíe los consumos.
El que busca un híbrido no busca potencia para una conducción deportiva, porque siempre el tipo de cambio de variador lo pone incómodo.
Pero por otra parte, los 190 CV del Kia Óptima Híbrido llegan a las 6.000 vueltas y el par máximo eso sí, de casi 400 Nm, a 5.000 rpm, es un motor "de los de antes" que tiene la potencia muy puntiaguda, y que hay que subir de vueltas para disponer de ella, por lo que tarda en llegar y no tenemos la sensación de tanta "chicha" bajo el pié.
El motor de combustión de gasolina aporta 150 CV, y el sistema híbrido los 40 restantes, es una de las proporciones más favorables al sistema eléctrico y eso se nota en la gestión de la energía. Con carga en la batería, el funcionamiento "EV" (Totalmente eléctrico), no está disponible manualmente como es habitual en otros híbridos, sino que toda la gestión es automática, y se lo perdonamos porque es una gestión bastante efectiva y prioritaria hacia el uso del motor eléctrico solo. Si hay batería podemos rodar a 100 km/h solo empujados por esos 40 CV eléctricos, cosa que ocurre aunque sea unos instantes pero muy constantemente en carretera.
Consumos discretos.
Dicho todo esto sólo resta resumir la cifra de consumos obtenida que ha sido discreta, bastante superior al diésel a igualdad de conducción, en carretera. En el único momento que nuestro híbrido supera al diésel es en ciudad, pero en los primeros kilómetros de batería plena, llegando de un ciclo extraurbano. Si corremos con este híbrido adiós a las buenas cifras, pero a su favor se puede certificar que la cifra en conducción deportiva no es tan elevada como en otros coches de su peso y potencia.