Jeep Patriot 2.0 CRD: Familiar avanzado

Texto: Equipo de pruebas Info Automóvil

09/05/2008.

Fotografías M. Aznar.

Publicado abril 2008

Puede pasar prácticamente como un todoterreno más por su diseño, pero casi es mejor considerarlo como un vehículo con carrocería familiar más elevado para pequeñas incursiones por caminos. Su mejor aliado es el motor 2.0 turbodiesel de 140 CV con origen del grupo VAG.

Hermano casi gemelo del Compass

La mayor similitud la encontramos en la parte delantera, con un diseño de parrilla y faros casi calcado, pero en general observamos que las líneas son más angulosas que en el Compass, dando así pié a que se parezca más a un vehículo de carrocería familiar tradicional.

El frontal cuenta con una parrilla que nos recuerda mucho a la del mítico Wrangler, lo que no deja de ser una marca de la casa. Por detrás el diseño es muy sencillo, con unas ópticas pequeñas en proporción al resto de elementos de la parte trasera y la inscripción “Patriot” en relieve sobre el paragolpes.

Un valor seguro: el motor 2.0 TDI 140 CV del grupo Volkswagen

Este motor es quizá el mejor elemento del Patriot. Se trata de un propulsor de 2.000 centímetros cúbicos de cilindrada con 140 CV y un par máximo de 310 Nm constantes entre 1.750 rpm y 2.500 rpm, acompañado por una caja de 6 velocidades de acertados desarrollos y fácil accionamiento, al estar la palanca de cambios dispuesta sobre el salpicadero.

Es un motor que logra buen equilibrio entre prestaciones y consumos. Se echa en falta un poco de brío por debajo de 1.800 rpm para un uso fuera de carretera, aunque es bastante homogéneo y permite estirarlo con empuje hasta las 4.200 rpm. Lo peor es el ruido que hace en frío, quizá porque no esté tan aislado como en los modelos del grupo VAG que hemos probado con este mismo propulsor.

Líneas angulosas en el interior

El diseño de líneas rectas que observamos en el exterior se traslada también al interior, con un salpicadero sencillo en cuanto a diseño y que transmite robustez. Todas las piezas están realizadas en plástico duro, lo que no es muy habitual en un vehículo de este precio por imagen y ruidos. Eso sí, durante el tiempo que lo hemos tenido no hemos oído uno de los molestos “grillos” que son habituales en estos salpicaderos de plástico duro. Tiene que mejorar el tacto de las palancas de accionamiento de intermitentes y limpiaparabrisas, que es demasiado tosco.

El interior está bastante bien aprovechado para sus dimensiones. Es muy luminoso y es de destacar el espacio que hay en las plazas traseras, pudiendo ir 3 adultos casi sin agobios.  El acabado Limited lleva de serie las lunas traseras tintadas, lo que da un plus de privacidad para los ocupantes de la parte trasera y la carga que llevemos en el Patriot.

El salpicadero cuenta con 3 huecos que permiten albergar objetos de tamaños diversos, además de 2 posavasos. Esta funcionalidad no la disfrutan los pasajeros de atrás, que solo encontrarán dos posavasos en su zona.

Los asientos son bastante cómodos para viajes tranquilos, pero en conducción alegre o uso TT pecan de falta de agarre lateral. El respaldo de los asientos traseros quizá quede un poco horizontal, lo que merma ligeramente la comodidad de sus ocupantes. El asiento del copiloto permite plegarse hasta quedar totalmente horizontal, lo que nos facilitará la carga de objetos voluminosos.

Dos acabados

El Patriot está disponible en acabados Sport y Limited. El Limited incluye de serie llantas de 17”, aire acondicionado, ESP, retrovisores eléctricos o el control de crucero y 6 airbags como equipamiento principal.

Se echan de menos elementos como el climatizador o los automatismos de luces y limpiaparabrisas para el precio que tiene este Patriot, y más en su versión de acabado superior.

Bienvenida sea la carga

El acceso al maletero es bastante bueno y el portón se abre lo suficiente como para que no se golpee nuestra cabeza con él. El piso de maletero está realizado en plástico duro al estilo de los todoterrenos pensados como vehículo de trabajo. Parece sacado de un vehículo industrial.

El volumen de carga es de 734 litros medidos hasta el techo sin replegar los asientos, pudiendo ampliarse hasta casi 1.300 litros si decidimos plegarlos, lo cual es un volumen más que considerable.

Los asientos se abaten de forma 60/40, quedando un suelo casi plano tras hacerlo. La lástima es que no disponemos ni de ganchos para bolsas, ni de toma de corriente ni de hueco para los triángulos de emergencia. A cambio tenemos un hueco mediano para objetos y una linterna portátil al lado del plafón de luz.

La bandeja es escamoteable y en opción se puede equipar el cristal practicable del portón. La anchura de la que disponemos en el maletero es destacable. Como inconveniente encontramos que la boca de carga queda un poco alta para cargar objetos pesados.

Bien en el asfalto…no tan bien en la tierra

El comportamiento del Patriot es asfalto es mejor del que se puede esperar por su arquitectura. Es cierto que las inercias están ahí, pero se inscribe muy bien en las curvas y una vez que le coges el truco se puede ir bastante rápido con él. Sin duda los viajes tranquilos son en los que se encuentra más a gusto, y prueba de ello es la comodidad con la que se realizan los viajes largos.  Por ciudad se mueve bastante bien gracias al reducido radio de giro que tiene y a su buena visibilidad.

En el debe están los frenos; la capacidad de frenado es bastante pobre y se fatigan a poco que nos ensañemos con el pedal del centro. Además el ABS es demasiado intrusivo cuando circulamos por pistas de tierra, y eso que la marca anuncia que está calibrado para estas circunstancias.

Es cierto que el Patriot es un SUV y que por “definición” estos están más orientados al asfalto y no poseen demasiadas cualidades de todoterreno (la mayoría). Cuando circulamos por pistas de tierra el Patriot demuestra buenas cualidades y permite pasar por baches sin que la suspensión haga tope.

El sistema de transmisión del Patriot es de reparto de par inteligente a cada eje, pudiendo repartir hasta un 50% de la fuerza a cada eje siempre que no se superen los 16 km/h,  y la única ayuda de la que disponemos en tierra es el bloqueo del diferencial central para que el Patriot circule constantemente con tracción a ambos ejes. Y precisamente el que solo se pueda bloquear este diferencial es el que nos hace desistir de empresas mayores, ya que si nos quedamos bloqueados con una rueda del eje que tenga tracción en el aire ya podemos ir avisando a alguien que nos saque.

Corre casi como un turismo

La verdad es que bajar de los 10 segundos (9,8 exactamente) en el paso de 0 a 100 km/h y lograr una velocidad máxima de 189 km/h para un vehículo que pesa casi 1.700 kg son cifras muy dignas, y son las que logra este Patriot.

En el consumo se aleja un poquito de la media combinada de 6,6 litros que dice el fabricante, yéndonos a una media ponderada de 7,9 litros en nuestra prueba, aunque en autopista a cruceros de 120-130 km/h podemos bajar de los 7 litros. En ciudad se mueve en el entorno de los 8,5-9 litros cada 100 km/h.

Bien de precio entre su competencia.

El Patriot se mueve bien en precio entre los de su clase, sus rivales directos tienen un nivel de equipo parecido, modelos como el Action, Qashqai, Altea Freetrack o incluso Rav4 o CR-V están muy cercanos en todo, luego hay otros SUV más caros y equipados como el Tiguan.

RESUMEN

El Patriot está encuadrado por definición en el segmento de los SUV, pero en realidad se le podría encuadrar entre medias de un familiar y los mencionados SUV por dimensiones y características off-road.

El motor acompaña en todo momento logrando un rendimiento aceptable y unas prestaciones muy buenas. Nos permite ciertas excursiones ligeras por pistas de tierra siempre que no intentemos ir hasta el infinito y más allá. Para el día a día lo mejor que tenemos es su volumen de carga, aunque la boca de acceso al maletero esté un poco más alta de los deseado.