Texto: Eugenio Pinilla 28/12/2011. Fotografías Com&Com.
Publicado diciembre 2011
Rf motor: Jaguar Tipo: D/224 DT
El nuevo XF a mi juicio, se ha esbeltizado bien, y de un plumazo ha hecho parececer vieja a la anterior generación que ya era muy agraciada visualmente. Protagonistas de este cambio son las nuevas ópticas con luces de visualización diurna por leds.
Sin tocar lo que no corresponde, se mantiene el estilo de berlina lujosa y confortable pero con una sorprendente dinámica que aprecias a poco que te inscribes en la primera curva.
Sabiendo que la dirección paramétrica (Desmultiplicación relativa a la velocidad), es una opción, te hace pensar que la unidad de nuestro trabajo sí la lleva, pero luego comprobamos que no.
La talla del XF ha crecido unos milímetros, nada que comporte aumento de la habitabilidad que ya era buena y sigue siendo igual. Supera los 170 cm de cota últil y eso implica ya un espacio que garantiza unas plazas traseras confortables de espacio, y siguiendo la línea de la marca, completas en detalles, tanto como las de delante.
Un motor sorprendente
Hasta ahora el XF utilizaba el motor de 3 litros V6 para las versiones diesel que eran dos, con potencias estimables y consumos buenos, sin ser los más eficaces al primar prestaciones dentro de una filosofía lujosa para codearse con los gasolina sin complejos.
Ahora se confía en una cilindrada menor de 2.2 litros, y una gestión del motor más efectiva. Se reduce la potencia a 190 CV, pero no las sensaciones de brillantez, sobre todo en la zona baja del cuentavueltas.
Hemos perdido 40 CV pero en la sensación inicial apenas te enteras, con una cifra de par máximo de 450 Nm a 2.000 rpm, sólo echarás de menos la diferencia de potencia en los límites de rendimiento, donde ya importan poco los consumos.
Acabado de alto nivel
Aunque el inevitable plástico reciclable aparezca en muchos detalles interiores, el acabado del XF, como buen Jaguar, es exquisito, con tapicería en piel en el acabado de nuestra unidad, inserciones de madera, y detalles delante y atrás. Destacable el buen equipo de luces, con umbrales iluminados, baja intensidad, huecos y mandos, doble plafón, indirectas para las 4 plazas principales, así como posavasos.
Atrás, hay una consola de aireación, con un kit que puede ser de fumadores y sino se combierte, igual que delante, en un pequeño hueco con toma de corriente. Ya encontramos ceniza en este hueco, inevitable al confundirse con el cenicero claro.
Mando del cambio atípico
Al volante del XF, con el cambio de 8 marchas todo puede suceder en automático, incluso en zoa de curvas a un ritmo tranquilo. El coche nos recibe con los aireadores carrados, y el mando del cambio escondido en el salpicadero central. Cuando se pone el contacto, con botón, las toberas se abren y el mando sale. Un detalle de diseño que para un servidor está de más. Un coche es un coche, y una palanca de cambios es una palanca de cambios.
Este mando se maneja como un grifo, es cómodo pero no tiene guia secuencial a modo tradicional y siempre hay que recurrir a las levas del volante. Aún no todo el mundo está habituado a las levas y un primer paso más intuitivo hacia este futuro de las cajas de cambio es un mando secuencial en el sitio tradicional.
Dinámica muy deportiva
Al contrario de ser una sedán aburguesado con una amortiguación suave, el XF tiene un carácter bastante deportivo, incluso siendo la versión más básica de potencia. Nos ha sorprendido la rápida respuesta a la dirección, lo bien que se inserta en las curvas, la buena velocidad de paso, y la estupenda respuesta para la relativa masa que mueve. Añadamos a todo ello unos consumos de utilitario de no hace muchos años, en nuestra prueba viajamos por autopistas con un promedio de poco más de 7 litros en el límite de la velocidad legal española de crucero, si llegan las curvas se pueden mantener ritmos deportivos apenas pasando de 10-11 y en ciudad bajamos esa cifra a unos 8 - 9 con malas o buenas condiciones de tráfico. Gracias al sistema stop/start de serie.
Este sistema no funciona si estamos en la guía secuencial, habiendo reducido con las levas, por ejemplo antes de llegar a un semáforo, el sistema Stop/start no funciona hasta que no pasamos de nuevo a la posición "D" automática, cosa que no ocurre fácilmente de forma inteligente en marcha, y en parado hay que salir de la posición automática "D" ó "S" y volverla a insertar. Una pequeña complicación a corregir por los técnicos de la casa.