Texto:
Eugenio Pinilla 19/04/2008.
Fotografías Com & Com. Publicado abril 2008
Ref motor: HONDA Tipo: _J35A8
El
Legend sólo tiene una versión, un sólo motor con acabado definido por lo
que desde luego no puede competir en gama en su sector. Pero si es un
producto muy definido que si te gusta no va a necesitar rebuscar en
equipamientos o personalizaciones. Por otra parte no disponibles, porque
como en todas las marcas japonesas los paquetes son muy cerrados.
La
potencia está arriba
El
motor del Legend es un 3,5 litros que rinde 295 CV, su tracción es total y
el cambio es automático de 5 velocidades, con guía secuencial y
accionamiento desde el pomo y desde levas en el volante.
Como
buen Honda dispone del sistema de apertura variable de válvulas que
permite unos giros de motor muy altos y le da su carácter tan deportivo,
Sin perder grandes dosis de bajos.
La
relación peso potencia de esta berlina es la de cualquier deportivo, con
6.27 CV por litro y el disponer de tracción total es una ayuda
complementaria y de seguridad en caso de suelos de peor adherencia más que
un elemento prestacional para la mayor efectividad.
Una
berlina moderna de líneas
Es
una berlina, pero sus tres cuerpos están muy camuflados por su afilado
morro y una trasera no demasiado alta.
Su
longitud se va cerca de los 5 metros, lo que le permite mantener un
maletero de buena capacidad y 5 plazas holgadas.
Observamos un pequeño deflector en el borde de su zaga, sus remates están
entre la elegancia y la deportividad, los marcos de las puertas están
acabados en negro mate. Por la parte frontal vemos unos antinieblas de
diminuto tamaño y bajo ellos unas canalizaciones para los frenos.
Ópticas grandes y aspecto moderno
El
maletero no es el protagonista
El
maletero no es de un tamaño descomunal, no es lo habitual de las berlinas
de lujo, son 452 litros, de una forma un tanto irregular y con pocos
detalles. No hay compartimentaciones y si un par de ganchos para objetos,
pero de nefasto diseño que no sujeta las típicas bolsas de la compra
llenas.
Bajo
el suelo del maletero encontramos la rueda de repuesto de emergencia con
sus herramientas y gato. No
tenemos abatimientos, otra cualidad de este tipo de berlinas.
Elegancia y diseño en el interior
Como
el coche más representativo de Honda no defrauda en su interior. Impecable
acabado que conjuga un moderno diseño con una buena funcionalidad. Es
moderno, pero es acogedor, unido a los buenos asientos, tapicería en piel
y el buen espacio, el confort está garantizado antes de arrancar.
En lo
alto de su salpicadero encontramos la pantalla del navegador y en la
consola central todos los mandos para sonido, climatización y telemática,
incluido el navegador GPS.
En un
principio te puedes sentir abrumado por tanto botón, pero luego todo es
más fácil de lo parece.
En
cuanto a los detalles de confort tiene un buen nivel, con alguna lagunita
como ausencia de porta objetos, como tickets, monedas o gafas. Pero
delante al menos no está mal de huecos con una buena guantera con llave.
Las
plazas traseras son amplias pero sin el “muy” delante, la cota útil de 170
cm. es casi la que encontramos en los monovolúmenes grandes, pero aquí la
línea de asientos es más baja. Contamos con una consolita con salidas de
aire orientables, atrás ya hay menos huecos, y como siempre 2 ocupantes
van mejor que 3, no por cuestiones de espacio, si no que el asiento
elevado por el centro y el reposacodos central siempre hace que la tercera
plaza central sea más de emergencia que para un largo viaje.
Los
detalles de confort continúan con cortinas en las ventanas y en el cristal
trasero.
La
lista de equipamiento es muy larga
El
equipamiento del Legend no admite opciones porque lo tiene todo. Lo que
otros coches lo dan como opción, aquí está en el paquete cerrado que el
coche trae desde Japón.
Destacar el navegador, las órdenes vocales, cámara de visión trasera, el
estupendo equipo multimedia, los automatismos de luces y limpias, el
programador de velocidad activo, faros de xenón, que son direccionales,
regulaciones eléctricas de asientos y volante.. una amplísima lista que
merecería muchos comentarios y haría demasiado largo nuestro trabajo. Pero
que comentamos en el capítulo de conducción todo aquello que nos hace muy
agradable y segura la misma.
Todo automático pero sin olvidar la deportividad.
Tras
sentarte delante del volante del Legend lo primero es no salir con mucha
prisa, una legión de botones nos espera para colocarnos todo a nuestro
gusto.
Comenzamos por los asientos y el volante, todo eléctrico, después podemos
ajustar retrovisores, ponernos el cinturón y salir pitando. Pero aún hay
muchas cosas para disfrutar de este Honda, así que para el que quiera
puede ir guiado por el navegador, puede ir con el asiento calentito o
fresquito, puede ir con cambio manual o automático, y puede ir con radio,
con CD con DVD o si quiere con mp3, también puede programar la velocidad
de crucero e incluso la distancia con los coches precedentes.
Toda
esta legión de botones está para sacar partido a tantos elementos, aunque
también puedes limitarte a frenar o acelerar y manejar el volante
olvidándote de todo lo demás. Y eso de frenar o acelerar pues tampoco es
obligatorio como veremos.
Instrumentación moderna y vistosa
La
instrumentación del Legend se basa en 3 relojes con las indicaciones más
habituales, presidida por el velocímetro, y en un fondo azul muy vivo es
bastante clara. En el mini display se pueden programar diferentes
lecturas. Una de ellas es un curioso medidor del reparto de par a cada
eje, con él te haces una idea de cómo trabaja la tracción total en las
distintas fases de aceleración, frenado, curvas según tipo de suelo,
interesante.
Los
295 CV del motor no están muy accesibles, digamos que es un motor con una
curva típica de Honda que sube por encima de 7000 rpm y que va bien con un
cambio manual o si acaso secuencial como este, pero algo peor con el
automático total.
Las
levas del volante son tipo F1, la izquierda reduce y la derecha sube de
marcha. No tiene gestión electrónica para auto-reducciones ni para
subirnos de marcha en sobre-regímenes, o sea que llegado al límite llega
el corte de encendido. Un acento más hacia la deportividad.
Las
transiciones entre marchas ni son lentas ni son de las más deportivas,
están en un nivel medio, más en la línea de una conducción de berlina de
lujo que en la de un deportivo, a pesar de 295 CV bajo el pié. Lo que si
pide es una marcha más que cierre las relaciones.
En
marcha y llegados a las curvas echamos en falta en los estupendos asientos
algo más de sujeción lateral.
En
carretera, usando el programador de velocidad, tenemos la opción de
activar el control de distancia con los coches precedentes. Como en todos
estos sistemas la distancia que guarda automáticamente es muy grande,
mucho más que la que dejamos normalmente incluso pensando en este factor
de seguridad, y es que si lo pones sólo en la mitad de la escala o te
pitan o se te cuelan en el hueco. Acelerando puedes anular el sistema y
acercarte todo lo que quieras. Si te acercas mucho de repente al coche
anterior, o se te cruza alguien el sistema llega incluso a frenarte el
coche, si lo haces poco a poco puedes parar detrás de alguien en un
semáforo sin haber tocado el freno.
Luego
tiene sus particularidades, para adelantar has de hacerlo desde muy lejos
si no se pierde la inercia. En el tema de las curvas, estos sistemas ya se
van enterando del giro del volante, pero algunas veces no es perfecto y te
frena donde no debe.
Deportivo pero grande
Analizando su comportamiento no podemos olvidar los 1850 kg de su peso.
Por su filosofía, tamaño y cambio estás invitado a una conducción
tranquila, pero por el carácter del motor y los mandos secuenciales te
puede picar el gusanillo y empezar a vértelas con las curvas como un
deportivo.
No
pierde las composturas y te permite ritmos relativamente altos, con un
poco de balanceo de la carrocería pero todo controlado bajo los sistemas
electrónicos y su tracción total. Los primeros tardan mucho en “cantar”,
antes seguro que es el pasaje es el que protesta. De todas formas agradece
las vías generales donde es un auténtico “bólido” apurando sus marchas.
Es
una pena que no disponga de una e incluso 2 relaciones más, ya que al
subir tanto de vueltas se acentúan los saltos de marchas y como siempre
hay que frenar más de la cuenta para reducir, o entrar algo más “tirados”
en las curvas.
Buenas prestaciones a costa de sacrificar el consumo
Las
prestaciones del Legend son como las de cualquier deportivo, tiene
limitada la velocidad punta a 250 km/h y acelera de 0 a 100 en poco más de
7 segundos, por encima de ahí sigue tirando muy bien sin perder el régimen
alto del motor. Quizá la peor cifra sea la de recuperaciones, pero
hablamos de un cambio automático lo cual difumina estas carencias.
Lo
malo es que de obtener unos consumos relativamente buenos pasamos a doblarlos si entramos en curvas y mantenemos un ritmo mínimamente alegre.
Hablamos de 9 litros cada 100 Km en carretera abierta a cruceros entre
120 y 140 km/h. En una conducción en la filosofía del coche estamos entre
10 y 12 litros.
Bien situado en precio ante sus competidores
El
Legend está muy bien situado entre sus competidores en la relación de
precio y equipamiento. Pelea entre los mejores, donde no se permite un mal
remate de nada ni una carencia de confort, pero con coches que valen casi
el doble mantiene el tipo. Entre ellos están modelos como los Jaguar XJ, ó
XF, el Mercedes Clase S, está entre los BMW clase 5 y 7 y también podría
competir con el Volvo S80.
RESUMEN
Berlina de estilo y conducción deportiva, con el confort y el buen acabado
de los coches de su corte y con un guiño a la deportividad en su cambio -
a pesar de las 5 marchas – la respuesta del motor y la tracción total. Su
precio no es bajo, pero su equipamiento es altísimo, no deja casi nada en
opción, tiene todo lo que puedas ponerle hoy en día a un Honda.
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