Texto: Eugenio
Pinilla 23/10/2006. Fotografías Rubén D.
Chaves.
Publicado octubre 2006
La nueva generación de monovolúmenes llega
a Ford de la mano del S-Max. Siguiendo la línea de los compactos de no
ser tan elevados, se queda a medio camino entre un familiar y el
tradicional monovolumen. Como la moda de los breaks altos, pero digamos en
su continuación familiar. Una confluencia de estilo que cada día
confunde un poco el tipo de carrocería, como si la polivalencia de éstas
fuera encaminada al mismo punto.
El caso es que el S-Max es un monovolumen, pero ojo, si un familiar
perfilara el morro de tal manera que los planos del parabrisas y capó
casi se alinearan, a ver de qué estaríamos hablando. Así que aceptamos
“Pulpo como animal de compañía” y damos por bueno que hablamos de un
monovolumen.
Su gama no es muy extensa, con 2 motores de gasolina y otros dos diésel,
podremos elegir entre 5 versiones, siendo nuestro motor el único que
disfruta de dos niveles de acabado, Trend y Titanium, el nuestro es el
segundo, donde ya podemos hablar de un equipamiento considerable en un
motor muy razonable de 140 CV.
Interior para 5 plazas más 2 de compromiso
Dispone de 3 filas de asientos, o sea 7 plazas, pero las de atrás del
todo son para niños, con un asiento muy decente, pero sin espacio para
unas piernas de adulto. Mantiene con estas 7 plazas un maletero aceptable,
de 285 litros, pero con 5 plazas su capacidad ya es muy considerable, además
de poder seguir abatiéndolo claro.
Entrando en más detalles de su interior lo primero que uno percibe es un
exquisito acabado, no con lujosos materiales pero con un plástico de
mucha calidad al que se une los tonos de imitación aluminio en la consola
central y otros detalles. Todo ello en un diseño moderno, sin olvidar que
es un familiar, pero cuidando detalles para el que conduce, que ya no
tiene las referencias de esa alta carrocería que cargada a tope comienza
a tener unas inercias de cuidado. Ahora, más bajo, pero sobre todo con
los asientos como los de un turismo más tradicional, todo apunta a unas
maneras muy agradables y confiables en marcha.
Puesto de conducción muy bueno
Para el conductor un asiento con regulación de altura eléctrica y también
dorsal aunque mecánica, algo que no disfruta el pasajero de la derecha,
por lo demás son buenos asientos con buena sujeción lateral, regulación
de volante en altura y distancia, el freno de mano es de accionamiento eléctrico,
los detalles de confort están mas justos, con 2 luces de lectura
delanteras, parasoles con espejo y luz pero manual, reloj horario y
temperatura exterior, ésta en el display del cuadro de mandos. Todas las
ventanillas son eléctricas y se bajan y suben de un solo toque.
Siguiendo con la habitabilidad de su interior está muy bien de huecos
delante también buen nivel atrás, posavasos delante y en la tercera
fila, pero no en los de en medio. Los asientos traseros se pueden ajustar
en distancia para dar mas o menos capacidad al maletero con 5 plazas o a
las piernas de los de las sexta y séptima plazas.
Maletero excelente con 5 plazas y decente con 7
En este maletero se quedan camuflados estos asientos, para conformar un
suelo bastante plano con los abatimientos de los respaldos de la fila de
en medio para configurar la máxima carga.
Mecánicamente, el motor es un 2 litros que utiliza la tecnología
“Common Rail” y entrega 140 CV a 4000 rpm con un generoso par de 340
Nm a 2000 rpm, el cambio es de 6 marchas, y el conjunto se mueve con
bastante agilidad, como bien se sospecha sin la sensación de un pesado
monovolumen, si no más bien la de un turismo de línea familiar.
El agradable volante y buena respuesta de motor, y un manejo del cambio en
la misma línea, además de una conducción sumamente confortable, se
tiene una sensación de buen control desde el primer momento que te
permite exprimir la mecánica hasta donde uno se sienta capaz, y este
nivel llega a ser considerable sobre todo para el tipo de coche que
hablamos.
Así pues, este monovolumen le hace guiños a muchos turismos de caja
familiar, pero los confirma con un buen comportamiento, una respuesta del
motor al menos con poca carga más que notable y después unos consumos
que ya adelante estupendos para su tamaño y potencia.
Gran equipamiento en el “Titanium”
El equipamiento de nuestra versión “Titanium” es ya bastante alto,
sin olvidar el precio que también lo es, sus elementos son muchos, un
“Full Equipe” en lo tradicional, con Climatizador de doble control,
equipo de sonido con cargador de CD’s, mandos en volante, todo tipo de
airbags, y entrando en cosas ya más exquisitas, automatismos de luces,
limpias y oscurecimiento de retrovisor interior, así como exteriores
calefactables, o pedales desacoplables en caso de accidente.
Gran relación entre prestaciones y consumo
En el promedio de nuestra prueba redondeamos 7.6 litros de consumo medio,
pero nos podemos mover cerca de los 6 en carretera y poco más de 8 en
ciudad. Esto es ligeramente por encima de los consumos anunciados en los
papeles y como siempre sin ser esclavos de cuidarlos en la conducción.
Las prestaciones son también de buena nota, con aceleraciones (10.2 de 0
a 100 km/h) y recuperaciones muy brillantes y una punta de 196 km/h
bastante mejor en relación a los altos monovolumen.
Resumiendo
En resumidas cuentas, si no eras partidario de los monovolúmenes quizás
este S-Max te comience a hacer cambiar de opinión, chasis bajo, casi la
misma capacidad, buen acabado, mucho equipo pagando algo más y un motor
de notable respuesta y excelente consumo. Te sientes conduciendo un
turismo, quizá familiar, pero siempre ágil.
|