Texto: Eugenio Pinilla 05/07/2008. Fotografías Com & Com. Publicado julio 2008

La oferta de motores para el Mondeo cubre bien las necesidades de casi todo potencial cliente, con 4 motores de gasoil y 3 más de gasolina, y hasta 5 niveles de acabado teniendo en cuenta las variantes.
Pero al final son 14 las versiones disponibles, en este momento, lo cual tampoco es exagerado frente a otras marcas. Buscando el tope de gama llegamos a este 2.5 i de 220 CV, que acentúa su personalidad deportiva, en un coche de 4,8 metros claro.
Talla grande de carrocería
El Mondeo ya pegó “el estirón” el pasado año con la renovación del modelo, pasó a los 4,80 de largo y eso se nota mucho en el espacio interior. Con la carrocería Sportbreak, se gana un poco más aún de espacio ocupando tan sólo 4 cm mas en el suelo de largo.
Idéntico estilo y formas, ni siquiera por su potente motor aparecen aditamentos aerodinámicos que le delaten, nuestro Mondeo “Familiar” se permite un discretísimo spoiler trasero y unas espectaculares llantas con un neumático de perfil bastante bajo. Estos son todos los síntomas de los 220 CV que nos esperan.
El silencio del turbo
Los 220 CV del motor provienen de 5 cilindros en línea sobrealimentados, sin embargo eso del turbo se lleva con cierto silencio, ya que ni siquiera en las tarifas de Ford aparece la nomenclatura de este motor con la “T” y sólo la ves en el propio coche. Lo denominan 2.5i aunque bien podría ser 2.5T.
Los 2.5 litros de cilindrada permiten no ser un turbo tarado a lo bestia y ser un turbo de respuesta suave y progresiva más en la línea de un sedán confortable, destinado a tragar millas sin compasión.
De aquí que la cifra de par máxima aparece muy pronto, 1.500 vueltas, que se mantienen hasta casi el régimen de potencia máxima que está en las 5000.
El coche pesa poco más de tonelada y media con lo que su relación peso/potencia es muy favorable para darle agilidad. Es tracción delantera, pero con los sistemas de control electrónicos es otra cosa que puede pasar desapercibida en la filosofía de su comprador.
En cuanto al cambio, es manual de 6 marchas todas de uso, sin exagerada relación final.
Tapicería en piel y alcántara
En el interior no cambian las cosas respecto a las versiones de 4 y 5 puertas en lo que respecta a la zona de asientos. Las 5 plazas se mantienen, con una buena amplitud. Asientos bajos y bastante cómodos, con una tapicería parcialmente en piel acompañada del confortable tejido Alcántara.
Las plazas traseras son de “coche grande”, donde se puede uno hacer grandes viajes, pero siempre mejor 4 pasajeros. Con salidas de aire orientables desde los laterales y un reposacodos que guarda los posa-vasos y un pequeño hueco.
Delante el diseño del salpicadero es moderno, presidido por el sistema de audio integrado.
No está mal de huecos, con una buena guantera, y cofre entre asientos, ni tampoco de detalles como porta gafas o portamonedas, pero si de algo podemos quejarnos es de cierta falta de calidad en los materiales. Por ejemplo los detalles de imitación aluminio están por todas partes, pero es eso, simple plástico de color metal.
Zona de carga optimizada
Quizá para el comprador de este coche la zona de carga sea lo más importante. No se va a encontrar grandes lujos, pero si una caja bastante cuadrada con buena boca de carga casi al ras del suelo, con detalles como toma de corriente, ganchos para sujetar bolsas, y unos prácticos abatimientos que dejan el gran suelo plano para cargas voluminosas.
Se podría echar en falta un cristal practicable, quizá una red sujeta-carga y algún compartimento dentro, ya que se dispone de algún hueco, pero es bajo el suelo del maletero, donde encontramos también la rueda de repuesto que es de emergencia.
Equipamiento sin lujos
Quizá gran parte del dinero que cuesta, se vaya al motor, pero el caso es que la lista de equipo no es ni larga ni lujosa.
Tiene un buen enfoque para el conductor, porque incluye automatismos de luces y de “limpias”, entre otros, y en cuanto a confort y seguridad cumple el expediente. El climatizador es automático y de dos zonas, con salidas orientables traseras, el equipo de sonido incluye cargador de CD’s y cuenta con control de estabilidad y suspensión de nivel automático, cosa importante en un coche destinado a cargarse con frecuencia.
Un puesto moderno
Sentados en las confortables butacas, que tienen como es habitual en la marca la regulación de altura en un botón – y sólo nos mueve la banqueta – el puesto disfruta de una instrumentación moderna, con muchos iconitos y avisos escritos, manteniendo los relojes tradicionales de agujas en los extremos del cuadro.
Se cuenta con un menú de pantallas, un poco complicado hasta que te vas adaptando, que se maneja desde una especie de joystick desde el volante, pero que exige mucha confirmación visual. Un poco tedioso para simplemente buscar un dato como el consumo, o manejar otros sistemas, es mejor acudir a los mandos directos aunque sea soltando una mano del volante.
Además de este joystick contamos con otros botones en el volante para por lo menos los sistemas más usados tenerlos más a mano, como el programador de velocidad, o teléfono… cosas que no vemos en la relación de serie.
Todos los mandos están acabados en cuero, el pedalier no corresponde al de un coche de 220 CV, y el arranque es con botón, tras detección del mando-llave.
En marcha enseguida notas la suavidad del motor y la buena potencia disponible, hay seis marchas pero en una conducción turística podemos tirar de bajos sin problemas. No tardaremos en insertar la sexta, y enseguida, a pesar de se un coche de relativo tamaño y potencia, tener un control sobre todo que a uno siempre le da buena sensación.
Mejor en vías generales
No es un coche para atascase en la ciudad evidentemente, pide vía libre y poder mantener buenos cruceros. La amortiguación conserva bastante confort, pero evidentemente no puede ser muy suave con la potencia que exhibe, así que el compromiso es bueno. Salvando grandes apoyos en zonas de curvas ya más lentas, donde podemos encontrarnos con que alguna vez el control de tracción actúa, pero siempre en una conducción más deportiva. No es un coche que te pida desconectarlo para arañar un poco el asfalto.
El consumo a nivel de las prestaciones
Ahora que la gasolina es más barata que el gasoil es un consuelo. Pero triste consuelo por que es un coche bastante sediento si decidimos implicarle un ritmo acorde a su motor. Lo menos malo es que si no lo hacemos el nivel de consumo retorna a un nivel aceptable.
Es un coche con una altísima punta, y con unas reservas de potencia siempre estupendas, aunque a veces tengamos que bajar una o dos marchas si vamos muy “relajados”. Se pone a 100 en menos de 8 segundos.
El consumo medio en zonas de curvas siempre está por encima de 10, ya depende de las prisas, tratando de viajar en carretera con cruceros moderados es donde podemos disfrutar de la mejor cifra obtenida de entre 7 y 8 litros, no muy lejos de lo homologado.
Competencia engañosa
Por su tamaño nuestro Mondeo se mete en un sector donde abundan los “Premium” con marcas como Audi, BMW o Mercedes, pero realmente no está en esa línea en la que sólo se parece en el formato. Sus rivales más directos son el 407 SW o el Laguna Grand Tour. Sobre estos es más caro, sobre los anteriores mucho más barato.
RESUMEN
Un buen familiar para el que busque espacio, hay motores donde elegir, y optar por este de 220 CV es que no te importe tener un consumo más elevado y disfrutar de un motor muy suave y contundente para nunca sentir pereza por mucho que llevemos a cuesta.
Moderna concepción, elegante acabado y un coche que te puede valer para cargarlo de tablas de surf, palos de golf o bicicletas, o hasta ser un coche de cierta representatividad.
El nivel de equipo está más bien bajo respecto a su competencia.
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