Texto: Eugenio Pinilla 25/09/2009. Fotografías Com & Com. Publicado septiembre 2009

Rf motor: Volvo Tipo: G/ HY DB
Menos elástico y la potencia llega arriba
La verdad es que en principio uno esperaba un tirón más pronunciado desde el principio cuando nos hemos subido a este 2.5 T. Manteniendo todas las cualidades dinámicas y con cambio automático, rápidamente te haces a él, compruebas sus buenas maneras, te da mucha confianza y comienzas a exprimirlo.
Entonces es donde comienzas a encontrar diferencias, hay que currarse los caballos, y eso que sobre el papel, el empuje de este 2.5T es mayor desde 1.600 vueltas. Pero algo me dá en la nariz que nuestra unidad no estaba muy fina pues las sensaciones no comenzaban hasta más arriba. Este motor, conocido en Mondeo o Focus nos ha gustado más. Serán cosas de su peso algo mayor y de la tracción total.
La comodidad del cambio automático, es muy buena para eso de trabajarse las marchas y mantener un nivel prestacional del motor correspondiente a sus 64 CV más, que es casi el 50% de lo que tiene el diesel.
No se puede disponer - de momento - del cambio manual, y la única pega a este es que sólo es de 5 velocidades, pero logra mejores consumos y prestacionalmente no hay diferencias. Es una caja de doble embrague, de última generación con unas transiciones bastante buenas. Si se quiere rodar en automático tenemos dos programas, "normal" y "sport", la diferencia entre ambos es la de siempre, el régimen mínimo del motor para cambiar o mantenerse como freno al reducir.
Cambio secuencial sin levas
Recomendable a todas luces es usar el cambio secuencial, para el cual no tenemos levas y la palanca hay que accionarla hacia atrás para subir marchas, como los BMW, pero al contrario que el resto de marcas.
En este Kuga, hemos comprobado al igual que en el Focus con este cambio, que el inicio de marcha no es todo lo suave que uno desea, cosa sin importancia si se trata de dar un pisotón para salir de un semáforo, pero que a la hora de las maniobras nos las hace un pelín más incómodas, y no digo ya si estamos en cuesta.
Pocas diferencias
Su apariencia externa no es muy diferente que el resto de versiones Titanium, hay que recurrir a la línea Individual de Ford para personalizarlo más. Pero dentro de su discreción, con unas deportivas llantas y neumáticos de carretera, este TT no tira al monte tanto como las cabras.
Fuera de carretera está en el mismo nivel que el diesel, es un buen rodador en pista, que te permite meterte en bastantes complicaciones, e incluso dejar una rueda al aire. Con unos ángulos TT aceptables, puedes alguna trialera con éxito, y las limitaciones ya aparecen cuando las pendientes se pronuncian, primero por la ausencia de reductora, que no es su estilo y segundo por los neumáticos, cosa también habitual, ya que todos estos coches salen de los concesionarios con neumáticos de asfalto.
Sin lujos por dentro
Dando un repaso al interior y a su equipamiento, vemos que hay un nivel justito de detalles, con un acabado correcto pero sin lujos y con un equipo también algo justo mirando el precio, pero en el que el conductor no ha de tener quejas, ya que tiene automatismos de luces y limpias, programador de velocidad, ordenador de consumos, espejo interior fotocromático, etc...
Nuestra unidad tenía asientos de piel completos, pero con peor sujeción lateral que los de serie que son de tela por la parte central.
Consumos mucho más altos
Y hemos llegado al punto peor de este 2.5T, lo que no ha hecho sospechar que no era un motor muy fino. En general y en todas las mediciones los consumos son bastante altos. Incluso en carretera con cruceros nada exagerados es complicado bajar de 10. Acercarse a los 7.8 oficiales es utópico con 200 CV bajo el pié.
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