Texto: Eugenio Pinilla 03/09/2009. Fotografías Com & Com. Publicado septiembre 2009

Rf motor: FORD Tipo: G/AODA
Cuando ya vimos el "Art Decó" que el señor Delfín propuso sobre este coche, no se nos movió la pasión precisamente por los tonos empleados. Una tapicería de "camuflaje" y un tono de carrocería arena del desierto al que sólo le faltaban las metralletas.
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Este es el aspecto inicial de la Serie Especial "Davidelfín" que se presentó en el pasado Salón de Madrid. |
Alguien en Ford debió de darle con el dedo índice en el hombro al "diseñador" y al menos el tono de la carrocería se ha oscurecido y metalizado, pero lo de la tapicería se vé que ha permanecido, y es que tonos militares y gustos aparte, el cosido de la misma no es un prodigio de sastrería.
Supongo que cualquiera que esté leyendo esto ya habrá deducido la poca gracia que un servidor ha visto en la decoración "Davidelfín" de este Focus, pero menos mal que esto es sólo maquillaje y las cualidades dinámicas y ergonómicas del coche se han mantenido intactas para disfrutar de un práctico descapotable al que en la anterior generación, dicho sea de paso, la marca no prestó especial atención pues apenas tuvo unos meses de vida hasta que ha llegado la generación presente desde el primer momento casi de su germinación.
Apuesta por maletero
El Focus Coupé Cabrio, sigue las líneas de los primeros coches de este tipo de conservar una gran zona de maletero, en cierta manera obligado por mantener un sitio donde guardar el techo. Por ello, y es algo común en muchos de los convertibles de techo duro, el parabrisas delantero se prolonga hasta la mitad de la ventanilla, tratando de minimizar el tamaño del techo que hay que guardar al descapotarlo.
Otros modelos están recurriendo a partir este techo y formar una capa triple de plegado, que una vez guardado ocupa menos de largo permitiendo unas plazas traseras algo mejores aunque el maletero no sea tan grande.
Es pues un compromiso el que hay que tomar, porqué; o se fabrica un coche de 5 metros o no hay sitio para todo.
Con este esquema Ford apuesta por un maletero más que decente, que con la capota puesta llega a los 354 litros, prácticamente el mismo espacio que la berlina normal sin abatir claro. Es un palmo más largo y a lo que se renuncia como en casi todos los modelos de este corte es a unas plazas traseras normales, quedando reducidas a plazas para "peques", a no ser que los "peques" sean los que conduzcan.
Arcos de seguridad tras los asientos traseros.
Con el techo puesto la estética del Focus CC marca una línea en la que se ven los tres cuerpos muy definidos y este maletero alargado que no "canta" tanto por su línea descendente desde el pilar trasero. Cuenta con 4 ventanillas y curiosamente las plazas traseras pueden controlar de forma independiente las suyas con sus respectivos mandos.
Tras estas plazas tenemos escondidos los arcos de seguridad que en caso de vuelco salen por encima de las cabezas en milésimas de segundos, al ritmo de los airbags para minimizar lesiones.
Tenemos un corta-vientos que anulando las plazas traseras nos permite circular a techo abierto a cierta velocidad evitando el remolino que siempre se forma en el centro del habitáculo.
Pero rodando hasta 90 km/h apenas tenemos el efecto de depresión tan típico de los descapotables, que te pone los pelos en la cara.
Motor de gasolina, más deportivo.
Ya estamos vacunados de escuchar un descapotable con sonido "diesel", y es que las cifras de consumo mandan. Quizá el motor de gasolina, en el sentido de capricho de un coche así tiene su ser, primero porque te permite una conducción más deportiva y segundo porque los consumos no nos han resultado para nada altos y menos en conducción bastante deportiva.
El Duratec de 2 litros de nuestra unidad, tiene 145 CV a 6.000 rpm. frente a los 136 a 4.000 del diesel. Yendo por delante que este cuesta bastante más (unos 2.300 € más a día de hoy).
La conducción es más deportiva, hay menos bajos, pero en absoluto es un motor que pueda hacerte echar de menos los bajos del diesel. Hay que estar más atentos al cambio y esas cosas, pero prestacionalmente después es más rápido.
En cuanto a consumos realmente en carretera no llega a haber ni un litro de diferencia sobre el papel, y en la práctica los consumos medidos son bastante satisfactorios dentro de la conducción que hemos realizado. Al fin y al cabo es un coche más para pasear, y para las veces que uno va "desempedrando" no mira los consumos.
Lo que si está planteado al revés es que el diesel tenga 6 marchas con un motor mucho capaz en bajos y este de talante supuestamente más deportivo se quede con 5. Nos consolaremos pensando que esas sextas son siempre sobremultiplicadas para aquello de los consumos.
Un interior de Focus
Por dentro, a nivel de salpicadero y plazas delanteras es idéntico a la berlina menos en las cotas de altura, En el acabado Titanium (del que parte esta edición especial) encontramos un interior con remates metálicos que no es lo mejor para los reflejos en un coche así. Las plazas traseras ya comentadas por su espacio, están peladas de detalles de confort, con una cota de altura escueta por el cierre curvo de su línea. Delante no hay quejas, sólamente la tapicería de camuflaje con las costuras de los parches del tejido nada dignas de Ford. Pero esto tiene fácil solución, sólo hay que pedir un Focus CC normal, sin ser esta serie especial.
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