Ref motor: ¿? Tipo: G/HYDA
El ST es el Focus más distinguido, en lo
alto de la gama, por su concepción más deportiva, un motor más potente, un
exterior inconfundible y un sonido que parece compuesto por una partitura
Y es
que no hace mucho que nos hemos bajado del Volvo C30 T5, o sea el mismo
motor en filosofía Sueca. Ahora con 5 CV más, cosas a buen seguro del
marketing, el 5 cilindros tiene que representar un papel más deportivo y
se ha comenzado por dotarle de una sonoridad que te hace incluso apagar el
equipo de música y concentrarte en los decibelios que se cuelan en el
interior.
El
Focus tiene una gama como corresponde a su segmento, hay donde elegir
tanto en motores de gasoil como de gasolina, y sobre todos ellos para los
más hábidos de potencia está el ST tanto en 3 como en 5 puertas.
Exterior distinguido
Visto de lado podemos observar sus pasos de rueda
sobredimensionados, sus llantas de 18" de 5 radios con neumáticos 225/40 y
las taloneras. Mide 4,36 metros de largo (2 cm. más que el modelo normal).
En el frontal destaca el paragolpes con sus tomas de aire
más grandes, mientras que el protagonismo en la parte trasera lo tiene la
doble salida de escape y el spoiler sobre el techo. Tanto en el frontal
como en la trasera embellecedores de aluminio que enmarcan los
antinieblas. Los colores son también especiales, el naranja de nuestra
unidad es inconfundible, para pasar algo más desapercibido se puede elegir
blanco.
225
CV en un motor poco exprimido
El motor es el que en su hermanada marca Volvo lleva el
nombre de T5. Se trata de un 5 cilindros de 2.5 l. Con 225 CV (5 más que
en los Volvo) a 6.000 rpm, con un par de 320 Nm que se mantiene estable
desde las 1.600 hasta las 4.000 vueltas, lo que le hace un motor muy fácil
y efectivo de utilizar.
Es un motor que responde desde abajo, y para llegar hacia
las 2.000 rpm con algo de presión de turbo y comenzar a soltarse, con un
sonido bronco y muy estudiado, llegando a poco más de 4.000 rpm comienza a
ser rabioso y deportivo, con un tirón más fulgurante del turbo y unas
sensaciones que nada tienen que ver con esos primeros acelerones de gran
respuesta en bajos. Se estira hasta un poco pasadas las 6.000 rpm,
deleitándonos así con un empuje reservado a estos típicos motores turbo.
El sonido y acústica del motor es punto y aparte. Sus cinco
cilindros le otorgan un sonido entre bronco y metálico de esos que los que
tiene sangre de 98º les pone los pelos de punta. Es un sonido que se mete
bastante en el habitáculo, como digo de forma perfectamente estudiada.
Otro "elemento" sonoro es la válvula de recirculación del
turbo, que a poco que soltemos el acelerador tras una fuerte solicitud nos
hará sentir como Marcus Gronholm por los tramos rallyes del Mundial, con
ese silbidito que anuncia que "ahuecamos".
Diferencias para el conductor
El
interior del ST se distingue del resto en detalles enfocados al conductor,
desde volante e instrumentación a los pedales en acabado de aluminio. Los
espectaculares asientos se pagan aparte, y es casi un complemento
imprescindible para rematar este interior que en el resto no difiere
mucho.
Con
este acabado en piel la calidad se unen a la deportividad, en un entorno
como el resto de Focus de buena factura.
En el
Coupé, las plazas traseras pierden algo de protagonismo. El coche que
cuenta con buenos detalles de confort, como un acogedor juego de luces,
atrás se queda más olvidado, tanto de las propias luces como de otros
detalles como huecos o los propios cinturones, tiene 5 plazas en la ficha
técnica pero aquí atrás sólo vemos 2 reposacabezas y 2 cinturones.
En
relación al maletero hereda el buen espacio del propio Focus, acabado en
moqueta aprovecha abatimientos asimétricos, no hay compartimentación
alguna y si 2 ganchos para bolsas.
Bien equipado en relación al precio
A
pesar de tener un precio de la potencia interesante, el nivel de equipo no
se queda corto. No es una lista lujosa, pero si amplia y fundamentada en
cosas prácticas, con automatismos de luces y limpias, climatizador doble,
ordenador de consumos y espejos calefactables y fotocrómático el interior.
También trae de serie equipo de sonido con mp3, aunque en nuestro caso
incorpora sistema de navegación.
Sensaciones de pilotaje
En el
puesto del ST los asientos opcionales de nuestra unidad marcan mucho un
buen puesto de conducción que aquí se ve reforzado por los elementos
relatados antes. Instrumentación auxiliar, en el centro del salpicadero,
pedales de aluminio y un volante especial que incluye mandos de radio en
un satélite. Todo está bien en su sitio, y excepto los numerosos botones
del equipo de navegación, todo lo demás está de forma intuitiva y en pocos
segundos estás girando la llave para moverlo.
No
hace falta andar mucho para ver la generosidad de su motor, desde el
principio su respuesta es contundente, muy dosificable y sabes que hay
reserva para cuando haga falta o te plazca.
El
cambio tiene mejor el recorrido que la inserción en sí que es mas normal
para un coche tan deportivo. Cuenta con intermitentes activos, para
cambios de carril y se puede conducir como cualquier turismo o como un
rabioso deportivo sabiendo todo lo que hay aún por llegar.
Nada radical
Los
225 CV van apareciendo de forma que se puede llegar a límites muy altos y
en poco tiempo. Es dócil y transmite mucha seguridad. Cada uno sabrá
enseguida hasta donde llegar y se puede llegar muy lejos.
No es
un coche demasiado duro, lo suficiente para su potencia, con generoso
calzado y una respuesta del motor que no te esclaviza al cambio de
marchas, la buena cilindrada y el turbo son garantías de buena respuesta
siempre y es fácil que en la llegada de las curvas instintivamente
imprimas un ritmo ligero.
Otra
cosa es buscar los límites y ver como tenemos inicios del tren delantero
de querer esquiar por su cuenta, aunque el control de estabilidad minimiza
este asunto, la dosificación debes buscarla tu para encontrar el perfecto
equilibrio entre los trenes. Típico tracción delantera potente.
Tendencia natural a consumir
Es de
esperar que un coche con su empuje y prestaciones sea potencialmente un
gran consumidor de combustible. Este Focus no hace excepción y sacando sus
mejores prestaciones desde luego que consume. Pero por otra parte también
podemos lograr unos promedios que cualquier bolsillo aguanta.
Hablamos de lograr 8,5 litros de media en carretera, sin grandes cruceros
sobre una conducción tranquila, vamos, como debe ser. Lo cual no quita que
de vez en cuando nos apetezca disfrutar de su ser y casi doblar esta
cifra.
Sus
prestaciones brutas son notables, una aceleración de 6,2 para ponerse a
100, con una punta muy superior a los 200 y lo mejor, gran cantidad de
reserva de potencia que te permite adelantamientos desde un crucero ya muy
alto.
Precio contenido
El
precio de este Focus ST está bastante contenido para su motor y
equipamiento, por que ni el precio de la potencia es caro ni la lista de
equipo corta, en un tamaño de coche que casi toda su competencia pone ya
unos cuantos miles de euros más.
Una
competencia que por otra parte no es muy numerosa, el rival más directo es
el Megane Renault Sport, y ya más caro su primo el C30 T5 y el Astra OPC,
el más potente de la serie y el más caro de la lista de sus rivales en el
acabado más barato posible.
RESUMEN
Sin
perder mucha practicidad de un polivalente - se dispone además en 5
puertas - las siglas ST añaden al Focus una deportividad extra con un
motor potente y fácil de arrancar los caballos. Un coche equilibrado, no
muy radical y con una personalidad diferente al resto de Focus. No le pega
al precio, en principio, otra cosa es que
luego no le "pegues" tu para conservar los consumos en una línea
aceptable.
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