Ford Focus Coupe 2.5 20V RS: Un coche de carreras en la calle

Producción Com&Com. Texto: Eugenio Pinilla 24/10/2010. Fotografías Com&Com. Publicado octubre 2010

Rf motor: Volvo Tipo: G/JZDA

El RS es de esa raza especial de coches en el que uno se pone a los mandos con mucha curiosidad. Con 300 CV bajo el pié derecho, teóricamente los mismos que el word rallye car que apadrina, nuestra expectación está centrada en como se pone esta barbaridad de potencia en el suelo sólo desde el tren delantero, gran diferencia con un WRC que cuenta con tracción total.

El secreto de su motricidad está en el diferencial electrónico denominado Quaife que se encarga de "frenar" la rueda que tiende a perder tracción en los apoyos para que la que está con mejor contacto con el suelo aproveche todo el par que llega desde el motor y no exista pérdida alguna de tracción.

El sistema, teóricamente es más lento que un autoblocante mecánico, ya que éste segundo funciona siempre que el coche comienza a dar el giro y la rueda interior recorre menos que la exterior y desde el segundo 0 la rueda exterior tiene su porcentaje de par preciso. El sistema electrónico tiene que detectar la pérdida y comenzar a retener electrónicamente, a través del sistema de frenos, la rueda interior en su giro.

Pero por otra parte y siguiendo con la teoría, en caso no solo de un giro menor por el interior, sino de una pérdida total de tracción por una falta de contacto con el suelo, el autoblocante electrónico es más efectivo pues puede llegar a parar la rueda total mente con lo que el 100% de la potencia se va a la rueda exterior, mientras que el mecánico sólo puede absorber el porcentaje de tarado marcado diseñado, que si es de un 30% ya es mucho para un coche de calle. Suponiendo que algún coche de calle llegue a llevar un autoblocante mecánico delantero, que me parece que en estos momentos no hay ninguno.

¿Con cual nos quedamos?

Pues visto lo visto, conduciendo el RS de calle, con el electrónico, otra cosa sería con mono y casco, entonces uno está más predispuesto a sudar, a concentrarse y a una conducción algo más "brusca".

La suavidad y efectividad que da el electrónico, son de agradecer en una conducción de calle, si bien perdemos algo de efectividad hasta que la pérdida es notoria - eso es la teoría - evitamos ese riesgo tan incómodo de que el coche se tire solo hacia la cuneta que los mecánicos suelen producir.

Como no buscamos pilotar, sino simplemente conducir un coche con 300 CV delante, sin altibajos de la tensión arterial y el confort que uno debe pedir en un turismo, el invento está conseguido, y el RS asusta, pero por lo que anda, pero no por que se desmadre por perder los caballos.

Tan personalizado como el ST

El RS se diferencia del resto de la gama por las evidentes llantas y agallas de la carrocería, cosas evidentes para dar cabida a su potencia y personalidad, pero al igual que el ST, el puesto de conducción cuenta con pedales de aluminio, asientos más deportivos, y una instrumentación más completa. Para mantener la competitividad en precio, tiene el equipamiento justo y necesario para no ser un coche espartano.