Producción Com&Com.
Texto: Equipo de Pruebas 12/04/2011.
Fotografías Com&Com. Publicado abril 2011
Rf motor: PSA/Ford Tipo: D/UFDB
En un año en el que todos los monovolúmenes de Ford se han renovado, el C-Max lo ha hecho además con dos tallas. C-Max, Grand C-Max. S-Max ó Galaxy. Casi no hemos dado abasto en probarlos todos pero con este creo que ya hemos podido analizar todas las tallas que ofrece Ford en este segmento tan peleado últimamente.
La última generación del C-Max ha cambiado totalmente, dando un giro hacia el estilo del nuevo Fiesta, tanto por dentro como por fuera. Con dos tallas ahora el primer análisis es si necesitamos 7 plazas ó 5, y en este caso con 5 tenemos un espacio de carga muy grande y un coche que con 4,38 m de largo dispone de un espacio interior relativamente bueno. Con una modularidad grande al poder configurar la fila de en medio con 2 superplazas, ó 3 ya más normales.
Nuestra unidad está equipada hasta los dientes, y tenemos que tratar de recordar al escribir las cosas que uno puede no encontrarse en el coche de serie. Cosas como la tapicería de piel o el navegador siempre sube la percepción de calidad de acabado y equipo, de un coche que hoy en día tiene un precio de 22.700 euros, sin nada de equipamiento extra.
14 centímetros menos
Entre el Grand, y el normal hay 14 cm. de diferencia, pero con la misma batalla, o distancia entre ejes. Ello nos determina que es la zona trasera, de maletero la que pierde en el C-Max, más cortito. Pero en realidad apenas hay diferencia en la práctica, los maleteros en su medida base tienen una diferencia de 7 litros, a favor del Grand y en su medida máxima 22, o sea que no es una diferencia apreciable.
Esto es porque el Grand C-Max guarda los asientos traseros dentro de lo que sería la zona de maletero.
Otra diferencia apreciable es que el C-Max no disfruta de las puertas traseras correderas del Grand C-Max.
Motor de 140 CV y cambio automático
Esta vez hemos podido conducir un motor también TDCI pero en la versión de 2 litros y 140 CV, con cambio Powershift, del que Ford está muy orgulloso, pero que aún tiene que mejorar el arranque desde parado y ofrecer levas en volante para el cambio secuencial.
Los dos litros casi se notan más que los 140 CV sobre el motor anteriormente probado que era el 1.6 TDCI de 115. En la zona de uso la disposición de potencia es mejor, llegando a 320 Nm a tan solo 1750 vueltas manteniéndose hasta 2.750, pero al igual que el 1.6 su régimen máximo llega muy pronto, ahora a 3.750 vueltas, por lo que es un motor que se lleva mejor tirando de bajos, y conjuga bien con el cambio automático, permitiendo las transiciones de su doble embrague pronto y con suavidad.