Texto: Equipo de Pruebas 14/02/2011. Fotografías Com & Com. Publicado febrero 2011
Rf motor: RENAULT Tipo: G/K4M A 6
Aunque la oferta mecánica es escasa y el equipamiento tampoco es abundante el Duster tiene en el precio y en sus posibilidades off-road sus mejores bazas, sin descuidar tampoco el espacio interior.
Imagen robusta y musculosa
La combinación de unos pasos de rueda abultados con una carrocería que mide 4,3 metros (mide casi como un Renault Megane actual) ofrecen una imagen compacta y musculosa que transmite robustez. Esta sensación queda reforzada por voladizos bastante cortos que otorgan una batalla muy destacable de casi 2,7 metros para un coche que no supera los cuatro metros y medio de longitud.
En el frontal el único parecido con los otros Dacia es precisamente el logotipo de la marca. Contrariamente a estos, el Duster tiene unos faros delanteros bastante grandes enmarcados por una rejilla cromada que aporta cierto toque de distinción. La parte inferior del paragolpes está acabada en negro y los faros antiniebla enmarcan una gran toma de aire que lleva en su parte inferior un cubre-cárter de acabado metálico (opcional).
Mientras que la parte delantera transmite mucha robustez la trasera es quizá la parte menos agraciada. Los faros traseros en disposición vertical se salen del portón y dejan mucha chapa a la vista.
Sin novedad en el frente
Es una lástima que no se haya aprovechado la diferenciación estética del exterior para ofrecer un interior que sea distinto al del resto de la gama Dacia; suponemos que será por amortizar lo existente y reducir costes. Al menos los acabados satinados que podemos encontrar en la consola central y en los paneles de las puertas dan sensación de un poco más de calidad.
El espacio interior está bastante bien aprovechado gracias a una batalla bastante decente y una altura interior también buena. Además, la anchura disponible atrás permite que tres personas puedan realizar un viaje largo sin muchos agobios.
Hay detalles que delatan su origen de coche "low-cost" como pueden ser el empleo masivo de plásticos duros en el salpicadero, que se quede chapa a la vista en la cara interior de las puertas cuando estas están cerradas o que el ventilador de la calefacción haga mucho ruido cuando funciona. En cualquier caso es algo que es parte de la filosofía de los productos de Dacia y se supone que el futuro comprador es algo que acepta.
Orientación mecánica hacia lo off-road
No hay duda de que el Duster se puede usar en el día a día pero su parte mecánica hace muchos guiños a su uso fuera de carretera. Para empezar tenemos una caja de cambios de seis velocidades (cinco en la versión 4x2) que por sus cortos desarrollos parece sacada directamente de un coche de carreras. Tanto es así que en 6ª tenemos un desarrollo de 32 km/h por cada 1.000 rpm.
En cuanto nos ponemos en movimiento y empezamos a meter marchas hacia arriba, inevitablemente te vienen a la cabeza las sensaciones de estar conduciendo un coche de rallyes porque las marchas se acaban pronto. El Duster no es que acelere como un rayo pero sí es cierto que los desarrollos escogidos para la caja de cambios hacen que el motor 1.6 de gasolina mueva el Duster con mucha más facilidad de lo esperado a priori por nuestra experiencia con este mismo motor en otros modelos de la casa. Lo mejor es que los consumos no se resienten en exceso.
Por cierto, la caja de cambios tiene en su construcción un toque de Nissan, algo que se nota en sus recorridos cortos y precisos. Ya la quisiéramos ver montada en muchos modelos de Renault...
Tenemos un mando en la parte baja del salpicadero que acciona los modos de tracción. Podemos elegir entre circular sólo con tracción delantera, en modo automático para que se reparta la tracción según se necesite o podemos bloquear la tracción en modo 4x4.
Comportamiento muy equilibrado
Hay que destacar la buena puesta a punto de la suspensión del Duster, ya que ofrece un compromiso de comportamiento bastante bueno en cualquier uso que le demos. Para el asfalto resulta un coche cómodo sin que el comportamiento en curvas se vea muy mermado. Tan sólo una dirección poco directa nos hará girar el volante un poco más de lo deseado.
Fuera del asfalto se traga más irregularidades de las que cabría esperar. Sortear zanjas será un juego de niños siempre y cuando tengamos presente las cotas del coche. Circular por caminos de tierra tampoco será problema. Si dejamos que la electrónica se encargue de repartir la tracción entre los ejes podremos circular con muchísima seguridad de que el coche no se va a desbandar.
Para ayudarnos cuando la cosa se complica, el Duster equipa de serie neumáticos M+S que van bastante bien fuera del asfalto y dentro de él no se dejan notar como sucede en otros coches.
Si te mueves habitualmente por caminos, por motivos personales o laborales, el Duster es una opción muy recomendable por sus aptitudes en tierra y por su bajo coste de mantenimiento.
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