
Producción: Com&Com
Texto: Carlos Herranz 19/07/2011. Fotografías Com&Com.
Publicado julio 2011
Rf motor: CITROEN Tipo: G-5FU
Harina de otro costal es la combinación mecánica única para el motor 1.6 THP de 155 CV con la caja manual de embrague pilotado CMP, un verdadero lastre para un motor que es todo voluntad a la hora de acelerar.
Sólo una carrocería
Al contrario que en la anterior generación del C4, en esta sólo vamos a poder disfrutar de la de cinco puertas. Antes de tener información de su alter-ego DS4 teníamos la esperanza de que éste último se encargase de llevar sólo tres puertas (al igual que sucede con C3 y DS3) pero ya sabemos que esto no va a ser así salvo sorpresa.
La línea del C4 es muy redondeada y no se aleja de las pautas estilísticas que vemos también en los Opel Astra o Renault Megane. Tanto por delante como por detrás los grupos ópticos cobran protagonismo por lo generoso de su tamaño y por lo mucho que muerden los laterales de la carrocería.
Visto de perfil observamos como la línea es ascendente hasta la altura los ocupantes delanteros, descendiendo desde ahí hasta el portón del maletero que está rematado en su parte superior por un deportivo spoiler. También resulta curioso la desproporción que hay en los voladizos: tirando a corto el trasero y bastante largo el delantero.
La parte delantera es bastante agresiva y toma rasgos del C5, mientras que la parte de atrás se ve muy maciza y está bien resuelta y proporcionada, estilísticamente hablando.
La calidad se nota en el interior
Por dentro se nota que es donde se ha echado el resto con este C4. En general a primera vista se observa que la calidad de los materiales ha mejorado aunque no llega a los niveles de los mandamases de la categoría (Golf, A3, Serie 1, etc.), pero ello no es óbice para que encontremos plásticos blandos (hasta muy blandos diríamos) por todo el salpicadero, unos guarnecidos de puerta bastante decentes y cuero de buena calidad en unos asientos que también poseen un buen agarre para las piernas delante.
El salpicadero cuenta también con un diseño bastante moderno y mucho más vistoso que el del antiguo C4, muy soso. Las dos principales novedades las encontramos en la instrumentación y en el volante. En el caso de la primera porque abandona la posición central y ahora ocupa su lugar tradicional y presenta la información en modo digital y analógico.
Se puede cambiar la tonalidad de las grafías y el color de la retro-iluminación entre blanco y varias tonalidades de azul, siendo realmente espectacular de noche si elegimos la tonalidad azul más oscura para ambos elementos aunque de día esta combinación es poco legible. Otro "enemigo" contra el que luchar son los reflejos sobre la esfera central, un poco acusados por la forma cóncava de los cristales que protegen las esferas.
Otro aspecto que podemos configurar y que no habíamos visto hasta ahora en otros coches es la combinación de sonidos de alerta del coche. Si te aburre el "ding" tradicional que oyes cuando abres la puerta del conductor con las llaves puestas, en el nuevo C4 contamos con la posibilidad de elegir entre cuatro gamas de sonidos para elegir el tono de las señales de alerta o el sonido de los intermitentes.
El volante también pasa a ser convencional, abandonando el centro fijo pero no la cantidad de botones que podemos manejar desde él. Si vienes del antiguo C4 no te costará mucho cogerle el tranquillo pero si no es así tardarás un poco en acostumbrarte a todas las funciones que puedes controlar desde el volante.
La funcionalidad no se ha dejado al azar y aunque a primera vista no lo parezca tenemos bastantes huecos para dejar cosas.
Un gran motor lastrado por el cambio
Creemos que el planteamiento de Citroen con la versión gasolina más potente es erróneo: no se puede equipar en excluvisa un motor tan bueno y prestacional con un cambio tan lento que no está a la altura del propulsor. Si al menos tuviésemos la posibilidad de optar por una caja de cambios manual todavía se podría entender que existiese la versión que hoy probamos para quien quiera tomarse las cosas con calma...bueno, con mucha calma.
Sobre el motor pocas cosas que no se hayan dicho ya del mejor motor 1.6 gasolina del mercado. Es un motor muy silencioso que respira muy bien abajo y te invita a buscarle las cosquillas rápidamente. Para el conductor más tranquilo todo esto se convierte en una sensación de control y una confianza en los adelantamientos pudiendo estirar el motor hasta las 6.000 vueltas, pero con una disposición de potencia para un uso urbano y tranquilo como el mejor utilitario.
Disponemos de 240 Nm a tan solo 1.400 vueltas y que se mantiene hasta las 4.000. Se estira casi hasta el infinito de una forma muy lineal aunque con el cambio pilotado de seis marchas parece tener menos potencia y respuesta de la que realmente tiene.
La caja de cambios se muestra más lenta a la hora de subir marchas que a la hora de hacerlo con un cambio manual tradicional. Al menos reduciendo lo hace de forma bastante rápida.
Como es menester de este tipo de cambios, circular en modo automático queda prácticamente desaconsejado. Esto viene motivado porque a la hora de subir de marcha se produce un vacío de potencia durante un segundo y medio aproximadamente que provoca que el coche cabecee y resulta fastidioso. La única forma de evitarlo es dejar de acelerar durante ese lapso de tiempo pero eso provocará que tengamos que estar pendientes de cuando se va a realizar el cambio de marcha, muchas veces en un momento no deseado por nosotros.