Texto:
Equipo de pruebas Info Automóvil 29/05/2008.
Fotografías Com & Com. Publicado mayo 2008
La gama C2 es amplia, con 4 versiones
de gasolina y 2 de gasoil, casi todos disfrutan de cambio automático y en
la gama de acabados se ofrecen 4 niveles, si bien no todos están
disponibles para cada motor, ni mucho menos, pero con 14 versiones básicas
la oferta del C2 te permite elegir.
Igual que su hermano de gasolina
Externamente no hay nada que
diferencie a esta versión impulsada por gasoleo de la que lo hace con
gasolina. Encontramos los mismos faldones, llantas, cotas…ni siquiera hay
un logo “HDI” que nos indique que este C2 se mueve con gasoleo.
La línea es deportiva y a ello
contribuye la altura rebajada respecto al resto de la gama y las llantas
de 16”. En los próximos días recibirá un restyling que actualizará
ligeramente su aspecto exterior haciéndolo más fresco y moderno.
El más potente de su segmento
El C2 se desmarca de casi toda la
competencia de su segmento, pues sólo el 1007 y el Mini le igualan en
potencia; de hecho usan el mismo motor.
La mecánica dispone de 1.600 CC y una
potencia de 110 CV con un par máximo de 240 Nm a 1.750 rpm que equipa
filtro de partículas. Es una mecánica sobradamente probada y solvente,
como lo demuestra el hecho de que la equipe el C4 Picasso de 7 plazas.
Su funcionamiento es lineal y, aunque
en el resto de modelos que equipan este motor casa como anillo al dedo, a
esta versión deportiva le queda un poco “light”, pues esa falta de
carácter le resta puntos a la hora de valorar la deportividad de este C2.
Sube de vueltas con facilidad hasta 4.000 rpm, pero a partir de ahí
conviene cambiar de marcha.
Pocos detalles Rácing en el
interior
Tan solo los pedales acabados y pomo
de la palanca acabados en aluminio y el borde cromado de la zona central
del salpicadero delatan que se trata del acabado más deportivo de la gama
C2. Respecto al modelo de gasolina solo se diferencia en la escala del
cuentarrevoluciones.
Aunque los asientos tienen un diseño
racing, lo cierto es que su sujeción lateral es muy buena, lo que se
agradece a la hora de las curvas.
Un detalle en el que Citroën parece
caer de vez en cuando es la ubicación de los mandos de los elevalunas, mal
colocados tras la palanca de cambios en una posición baja y poco
accesible. Otro aspecto mejorable es el material empleado en el
salpicadero, de tacto duro aunque de aspecto visual aceptable.
En cuanto a espacio, dado su tamaño no
nos podemos quejar del que hay en todas las plazas, aunque hay que
recordar que la gama C2 sólo está homologada para cuatro plazas. Contamos
con la versatilidad de poder desplazar independientemente los dos asientos
de la fila trasera, lo que nos da mucho juego a la hora de configurar
nuestro espacio de carga o del pasaje trasero. Caben más cosas de las que
parece si decidimos jugar también con el abatimiento individual de estos
asientos.
Algunas lagunas en el equipamiento
opcional y de serie
Este C2 tiene el equipamiento mínimo
exigible, como son el climatizador, 4 airbags, ESP, dirección asistida y
elevalunas eléctricos, pero es una pena, como deportivo, no disponer de
termómetro de agua o que el radio-CD haya que pagarlo aparte.
Con este motor el equipamiento único
disponible es en acabado VTS.
Maletero pequeño, pero modulable
El maletero no destaca por su
capacidad inicial, de solo 166 litros, pero gracias a que se pueden
desplazar los asientos de atrás, podemos dar más espacio al maletero a
costa de perder espacio para los ocupantes.
Por su parte, al ser un maletero casi
de compromiso no podemos pedirle muchas cosas para carga menuda, que no
las tiene.
Como detalle de accesibilidad, el
maletero se abre en dos partes. Por un lado el cristal y por otro la tapa,
siendo esta capaz de soportar cualquier cosa depositada sobre ella con un
peso máximo de 100 kg, lo que hace muy cómodo la carga de bultos en el
maletero.
Casi como el modelo de gasolina
El acabado VTS implica que este C2 es
un poco más bajo que el resto de la gama y las suspensiones son más duras.
Aún así, el VTS de gasolina va más duro que el de gasoil y observamos
balanceos en la carrocería que nos alejan un poco de la deportividad que
se busca . También hay que recordar que pesa más que el de gasolina.
En mojado, sin embargo, muestra un
comportamiento muy bueno y no nos pone en aprietos si decidimos circular
rápido con él. El eje trasero se muestra bastante comedido si no lo
provocamos cuando vamos rápido. Si decidimos hacerlo tenemos que estar
preparados para contravolantear, porque enseguida nos saluda con un
deslizamiento.
La capacidad de frenada es digna de
destacar, es muy elevada y no aparecen signos de fatiga aunque decidamos
ir detrás de Loeb en un tramo cronometrado.
En ciudad se muestra muy fácil de
conducir por su tamaño y radio de giro, además de por los buenos bajos que
dispone el motor.
En términos rácing, el modelo C2 VTS
de gasolina se acerca más a la filosofía deportiva que busca el comprador
de este tipo de coches.
Corre y no consume mucho
Realiza el 0 a 100 km/h en 9,4
segundos y tiene una velocidad máxima de 194 km/h. Estas cifras están muy
bien para un coche que tiene 110 CV y el factor peso tiene que ver mucho
en ellas.
Como también influye el peso en que el
consumo sea el más bajo logrado por esta motorización en cualquier de los
coches que lo montan. Circulando por carretera es normal obtener medias de
5,1 litros/100 km, sumando medio litro más si lo hacemos en autopista a
cruceros de 120-130 km/h. Tanto en ciudad como en conducción deportiva,
los 8 litros cada 100 km se consiguen. Aún así no son unos consumos que
podamos tildar como de excelentes, pero no están mal para un modelo de
vocación deportiva.
Precio y competencia:
No es fácil buscarle competidores muy
directos, pues todos los que se nos vienen a la cabeza no tienen un motor
tan potente en diesel, tan sólo el Mini tiene también 110 CV, con un
precio superior y más equipamiento.
RESUMEN
Buena alternativa para el que busque
mejores consumos que el VTS de gasolina, aunque ahora ya el precio es otro
tema. Tiene un comportamiento deportivo pero no tanto como el VTS de
gasolina.
Tiene un equipamiento exigible para su
precio y la modularidad que da su fila trasera de asientos nos da más
juego del esperado al principio. Recomendable para quien busque un coche
deportivo pequeño y ahorrador.
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