Texto: Eugenio
Pinilla 22/12/2007. Fotografías Com & Com.
Publicado enero 2008
Ref motor: Citroën Tipo:
D-4HN
Es una garantía cuando la marca que
produce uno de los todoterreno más populares, como es el Montero, si bien
uno no sabe realmente el motivo por el cual ha tenido que recurrir a
socios Europeos, supongo que serán cuestiones de rentabilidad y costes.
Poca gama
La gama del C Crosser sólo ofrece este
motor de 160 CV, con dos acabados, una gama corta para el mercado en el
que se mueve, que además es nuevo para Citroën.
En 4,56 m de largo, este SUV, está
pensado para 7 pasajeros, en una configuración de 5+2, para ser más
exactos. Citroen le ha dado su sello personal, asemejándolo a sus
productos ya conocidos.
En si es una carrocería moderna, de
amplios cristales con cierta elevación del suelo y con unos ángulos TT
medios para salir al campo.
Motor "made in PSA"
El único motor disponible en la fecha
de hoy es el HDi de 160 CV, un motor con filtro de partículas activo, y
una cilindrada de 2.2 litros sobre la tradicional tecnología de Rail Común
e inyección directa. Sus 160 CV vienen acompañados por un decente par que
alcanza su máximo valor a 2000 vueltas y es de 380 Nm. Una respuesta
excelente para el tipo de coche que disfrutamos.
La tracción total no es permanente,
podemos rodar sólo con tracción delantera o total, y también con un
bloqueo diferencial con esta tracción 4x4. Ello se selecciona desde un
cómodo mando interior.
El cambio es manual de 6 marchas, con
una relación pensada en los consumos y en un motor que respira muy bien a
medio régimen, que logra su máxima potencia a 4.000 vueltas y corta a
4.500, pero ni mucho menos agradece rondar por ese régimen, entre 2.000 y
3.000 se mueve como pez en el agua
Como un familiar para 5 adultos y 2
"peques"
El interior es de 7 plazas que van
perdiendo importancia según la situación del asiento, Cómodas banquetas de
reglaje eléctrico delante, tres asientos relativamente amplios en medio y
dos plazas más menudas para niños atrás del todo. Está configurado como si
fuera un monovolumen, con la fila de asientos mediana regulable en
distancia, para dar mas o menos hueco a las plazas posteriores o al
maletero. La tercera fila de asientos se escamotea en el suelo
relativamente fácil. En cuestión de huecos bien delante y ya en medio sólo
hay bolsas, tampoco es un coche con muchos detalles de cortesía, aquí
desde luego no es Citroen, es un interior que sigue la línea mas bien
japonesa.
La zona de carga con 7 plazas es de
compromiso, pero con 5 asientos es enorme, además podemos abatir hasta
lograr una capacidad casi 1700 litros.
El suelo no es perfectamente liso,
están anclajes y cinturones por en medio, pero tenemos un detalle muy
bueno y es que el nivel de carga se optimiza bajando la parte central de
la defensa trasera dejando a ras la boca de carga con el suelo del
maletero.
Encontramos por aquí una toma de
corriente, pero no hay mas compartimentación, que un pequeño hueco lateral
con tapa.
Al igual que el Outlander, el portón
trasero abierto tiene un pico a la altura de la cabeza en la que
cualquiera de mas de 1,75 de estatura puede lastimarse deambulando por la
zona trasera.
Equipo al nivel del precio
Sin olvidar lo que pagamos por este C
Crosser el nivel de equipamiento que ofrece está a la altura de las
circunstancias. Con un pleno en cuestiones de seguridad, que llega hasta
tener control de estabilidad, con faros de Xenon y un climatizador
automático de un solo canal y un manejo muy sencillo con sus tres
rosquitas de control, que por cierto son de una calidad mejorable al
tacto.
También se cuenta con ajustes
eléctricos para el conductor, y un equipo de sonido integrado, que en
nuestra unidad está sustituido por un sistema digital de audio que incluye
navegador.
Un detalle para andar por el campo son
los espejos abatibles eléctricamente.
Se conduce más como un turismo pero
con el plus de la altura
Al colocarnos al volante echamos de
menos un reglaje en distancia del volante, de nuevo herencia del acabado
japonés. Es una pena por que es un puesto muy bueno, de asientos altitos,
buena visibilidad, reglaje eléctrico, e instrumentación clara y precisa,
aunque le sobran casi 40 km/h al velocímetro, pero mira por donde aunque
es supuestamente francés está escalado en números pares, algo que
agradecer a los japoneses.
Entre los relojes del cuadro hay un
display en el que tenemos los avisos, nivel de combustible y chivatos de
emergencia, así como también la lectura del ordenador de consumos. No hay
temperatura del motor.
El arranque es casi inmediato y pronto
te das cuenta, una vez en marcha el coche se conduce casi como cualquier
turismo bajo, con ese plus de visibilidad, con una dirección más de
turismo también que de todoterreno y un cambio muy agradable de manejar
por sus buenas inserciones de marchas.
Eso si, otro detalle japonés es la
bocina, o mejor dicho el agudo "pito".
Comportamiento: lo uno por lo otro
El C Crosser gana con su tracción
total lo que pierde en su más elevado peso y centro de gravedad. La cosa
queda compensada. Tenemos la posibilidad de rodar sólo con tracción
delantera, con lo que el coche se convierte en un Turismo más pesado y más
alto, que puede pecar de alguna pérdida de tracción, en apoyos fuertes
pero que el sistema de control anula. El resultado es una efectividad
menor, pero para eso está el mandito mágico, en el que podemos poner la
tracción total y ya hay que ponerse muy bruto para que el control de
estabilidad trabaje.
El ritmo de andar desde luego llega a
ser alto, el coche es ágil y el motor ayuda lo suyo, con un cambio que se
maneja bien, pero al que no estamos demasiado obligados. En las curvas no
sólo no tenemos desventaja alguna con un turismo bajo, si no que si el
suelo está más delicado está claro que nuestro C Crosser gana enteros.
Fuera de carretera se atreve con
ciertos obstáculos, incluso si significa levantar una rueda del suelo,
quizá el ángulo de ataque limite las cosas, pero una trialera de cierta
consideración no le amilana. Ya en pista es magnífico y conservando gran
confort.
Los consumos son muy buenos, sobre
todo por tamaño de coche y prestaciones
Las prestaciones de este C Crosser con
160 CV son notables, sobre todo por que la respuesta del motor es rápida y
bastante contundente, si bien puede perder algo de punta con 200 le sobra,
por que realmente la reserva de potencia se mantiene hasta cruceros muy
altos. Recupera muy bien, con un margen de una velocidad casi sin
problemas. Manejando un poco el cambio el coche es muy rápido y atractivo.
Y luego no consume, ni como un TT ni como un coche de 160 CV, se conforma
con unas medias de 8 ó 9 litros, sin grandes desviaciones por una
conducción más deportiva ni su uso en ciudad.
La competencia es también de origen
oriental
Este C Crosser se puede escoger con un
acabado inferior a este Exclusive, pero así está en la zona alta de
precios de sus competidores. Por encima prácticamente sólo está el Nissan
Pathfinder, que es un coche de perfil más lujoso, y la versión más alta
del Outlander. Con el 4007 comparte gama y precios.
En su mercado está la otra saga de
origen coreano de los Captiva y Antara y también el Sorento y el X
Trail, todos ellos de origen oriental que le ponen las cosas de precios
complicada a este SUV japonés y piel europea.
RESUMEN
Moderno SUV en el que se debe fijar el
usuario de un familiar que necesite buen espacio y haga salidas
esporádicas al campo. Es un coche de recreo, pero también de viajes e
incluso de diario. Gemelo al Outlander y 4007 tiene un corazón Mitsubishi
en cuanto a tracción mecánica y un motor Europeo. Respecto a lo que nos
tiene acostumbrados Citroën encontraremos un interior un poco mas soso,
pero su gran baza son las cualidades dinámicas, de comportamiento dentro y
fuera de la carretera, con una relación prestaciones/consumos excelente.
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