Texto: Eugenio Pinilla 02/21/2013. Fotografías Com&Com.
Publicado febrero 2013
Rf motor: Genaral Motors Company Tipo:X30F (Electric)
Hablar del Chevrolet Volt o del Opel Ampera es hablar del mismo coche, y estar de nuevo ante uno de ellos es ampliar nuestra experiencia con una idea original y que cada vez se va a poner más de moda, es la autonomía extendida.
El precio de ambos coches sigue siendo el mayor impedimento, pero con un estudio financiero veremos que a lo mejor no es tan caro. Corroboramos que es un coche que tiene un perfil muy definido para su comprador, pero atentos; si haces más de 12.000 kilómetros al año en ciudad (unos 33 diarios), si por lo general no haces más de 50 diarios, si te surge tener que salir a carretera frecuentemente, y si necesitas una potencia para ello superior a la de los tradicionales coches eléctricos, estás en el potencial cliente de un Volt o Ampera.
La diferencia que es de unos 19.000 ó 20.000 euros respecto a un coche similar de combustión, puedes enjugarla con el ahorro de gasolina en unos años. Aprovechando diariamente la energía eléctrica ahorras al precio de hoy unos 1.350 ó 1.400 euros al año.
Bajo la marca Chevrolet, el Volt es más barato y comparándolos no hemos visto diferencias más que un pequeño detalle de acabado en los respaldos traseros que el Volt no traía.
Por lo demás ambos solo pueden competir con por estética y post venta. El Volt es un coche algo más austero en su diseño exterior, pero dentro, sólo la personalización de colores será la diferencia.
La autonomía extendida.
Con unos cuantos cientos más de kilómetros a bordo del Volt hemos constatado que la autonomía eléctrica está entre 43 y 50 km dependiendo de las prisas, pero en esta ocasión hemos usado la función de reservar la carga eléctrica, que es una de las 4 funciones que puedes elegir en el modo de conducción. De esta forma el coche no recarga la batería, sólo preserva la que tiene para que puedas escoger el momento de gastarla.
Es decir, en carretera poder tirar de gasolina, y guardar la batería para cuando estemos dentro de un nucleo urbano. El andar con la carga de batería es más barato y deberíamos reservarla
para los momentos en que el Volt consume más que es en Ciudad, pero sobre todo y curiosamente, en autopista con cruceros algo elevados.
Por aquello de no emitir CO2 ni ruido en las poblaciones es más recomendable quizá guardar la batería para éstas.
Digamos que en nuestra ruta diaria - entre carga y carga - el que el kilometraje con la batería sea más pequeño sería lo mejor, pues hemos usado el combustible más barato para la conducción menos eficiente, aunque parezca lo contrario.
Consumo de 1,9 litros obtenido.
Aunque es un dato anecdótico, el consumo obtenido en 4 días laborables con desplazamientos urbanos y alguna excursión al extrarradio, la media de consumo de nuestro Volt ha sido de 1,9 litros.
Después el consumo en carretera, ya sin la batería, simplemente recuperando la energía cinética, al estilo de un híbrido, el consumo es casi el de un diésel potente, o sea que el rendimiento energético siendo de gasolina es bastante bueno.
Pero hagamos notar que en estos coches, el motor que empuja es siempre el eléctrico, el de gasolina está diseñado para mantener la energía eléctrica a mono de generador.
Facilidad de conducción
Uno de los aspectos más atractivos del Volt es su facilidad de conducción. Fácil, confortable, silencioso y con una respuesta francamente buena. La simplicidad y efectividad en el tráfico urbano engancha y jamás te da pereza salir con el Volt a cualquier recado. Es un coche moderno, dotado de todas las asistencias a la conducción que ya son conocidas, y hasta para maniobrar con su cámara trasera, la manejabilidad es adictiva.