Producción Com&Com.
Texto: Eugenio Pinilla 01/09/2010. Fotografías Com&Com.
Publicado septiembre 2011
Rf motor: GM Daewoo Tipo: D/N Z20D1
La gama del Orlando no permite la combinación del motor más económico diesel con el acabado LTZ, el más lujoso. Si quieres éste acabado hay que recurrir a cualquier otra versión de motor. Nuestro LTZ es el tope de gama hoy en día, el Orlando más caro que no llega a 26.000 euros, un precio interesante para un coche muy práctico, con sus cosas, su gen mezcla oriental y americano, pero con la nueva línea de acabado que para mal o para bien está muy cerca, cada vez más de su marca hermana Opel.
No hay que insistir mucho que entre el Orlando 2.0 Diesel de 131 caballos y el de 163 Automático, la filosofía del coche no cambia nada, y si no quieres leer la prueba del primero te resumimos lo más importante.
Entre un familiar y un monovolumen.
Y ya no es el primer coche que se diseña como un familiar, algo más alto con la capacidad de un monovolumen por la altura interior de la cabina, la configuración de asientos y los detalles de carga, pero con una línea más cuadrada, que es más práctica, pero se aleja del concepto de monovolumen.
El Orlando para 5 ocupantes es un coche para largos viajes, mucho equipaje y relativo confort, o para 7 ocupantes en plan mini bus urbano, donde el maletero se queda escueto, solamente para las carteras de los chavales.
También está la configuración intermedia, 6 asientos y algo más de carga claro.
Más potencia y cambio automático.
El motor diesel potente, con 163 CV se ha incorporado recientemente a la gama Chevrolet y el Orlando lo ha estrenado, con caja manual y con caja automática.
Como es típico ahora, la potencia se logra con una reprogramación de la electrónica principalmente, siendo el mismo motor en esencia, y esto permite mantener los consumos homologados, que no los prácticos. Entre el manual de 131 y el de 163 en teoría el consumo es el mismo, si bien en la práctica las mayores prestaciones permitidas provocan un consumo algo más elevado en la relación de nuestras prisas.

Cambio sencillo
El cambio automático, que es tradicional pero con guía secuencial, viene a dar confort y más seguridad al volante, pagando con un consumo ligeramente superior en igualdad de prestaciones. O dicho de otra forma, se pierde algo de rendimiento que se hace patente en una peor aceleración, ya que tarda un segundo más en ponerse a 100, pero en una cifra aún buena de 11 segundos.
El cambio automático del Orlando permite guía secuencial, pero no tiene control de sobre régimen. Si forzamos una marcha no cambia a la superior, sino que puede llegar al corte de inyección. Así mismo tiene su margen para poder reducir, por lo que nuestra conducción puede ser deportiva, pero sin excesos, que por otra parte no es la filosofía de un familiar de 7 plazas.
Este cambio en su sencillez tampoco tiene programas de nieve, o "sport" como ocurre en otros secuenciales de más calidad y precio.
Sigue sorprendiendo el buen comportamiento incluso a media carga. No es un coche duro, pero tampoco tiene un balanceo acusado y se inserta en la curva casi mejor que un turismo.
El puesto de conducción, del que ya contábamos que es como el de un turismo, permanece igual en su esencia, pero ahora con el cambio automático, el cual solo implica en el cuadro de mandos la nueva indicación de marcha. Ésta aparece en el pequeño display, a mi gusto algo pequeño y si los de Chevrolet quieren tomar nota cambiaría la posición del display inferior por la de los relojitos superiores -depósito y temperatura motor.