Chevrolet HHR 2.4 16V LT (Descatalogado): Puro diseño

Texto: Equipo de pruebas Info Automóvil 05/02/2008. Fotografías Com & Com. Publicado julio 2008

Queda claro que el principal argumento de ventas del HHR es su estética retro que nos traslada a los años 40 en EEUU. La ausencia de mecánicas diesel condiciona aún más sus ventas a un sector de público en el que el diseño es el factor casi único de su compra

La gama del HHR se limita a una versión de gasolina con caja manual o automática. No es un coche que necesite gama para competir, pero al menos para captar más compradores a los que su diseño pueda atraer, pues al menos es original y diferente.

Carrocería retro

Su línea está inspirada en el Suburban que salió a la venta a finales de los años 40 en EEUU, aunque la referencia más actual del HHR la encontramos en el Chrysler PT Cruiser.

Desde todos los ángulos encontramos mucha chapa y poco cristal, destacando los abultados pasos de rueda y los cromados presentes en la parrilla delantera, barras de techo y retrovisores.

Motor con carácter deportivo

El HHR equipa un propulsor de 2.4 con 170 CV a 6.200 rpm y un par máximo de 222 Nm a 4.800 rpm. En la práctica nos encontramos con un motor un tanto perezoso hasta llegar a 4.500 rpm, pero una vez superado este régimen el motor empuja muy bien, llegando a tener una respuesta con cierto regusto deportivo.

El cambio es manual de 5 relaciones, y su tracción delantera.

Interior “intimo” pero no tan retro

El diseño retro del exterior no se traslada al interior, encontrándonos con un salpicadero de diseño más convencional. Entre lo estrecho de los cristales y que están oscurecidos desde la segunda fila se respira cierto aire “intimo”. Con unos asientos de posición alta y unos mandos que nos recuerdan a los de Mercedes sospechosamente.

Hay mucho plástico poco convincente al tacto, aunque hay que decir que no nos hemos encontrado con los famosos “grillos” que suelen aparecer en este tipo de materiales.

En la consola central encontramos los mandos de la climatización y sonido semi-integrado. La distribución de los botones es un poco anárquica, y no entendemos por qué el interruptor de los antinieblas delanteros no se encuentra junto al de los traseros o por qué los botones de las ventanillas están casi en el suelo.

Los asientos son cómodos en viajes largos, aunque se echa en falta algo más de agarre lateral.

Atrás hay 3 plazas con excelente espacio para piernas aunque de anchura 2 adultos van a viajar mejor que tres, sobre todo por que no hay reposa-cabezas central..

Poco donde elegir en cuanto a equipamiento

En la compra estamos limitados a un solo acabado, este LT, que es bastante completo, pero respecto al precio no hay exageraciones. En él tenemos llantas de 17”, techo solar eléctrico, asientos de cuero con calefacción y ajuste eléctrico del asiento del conductor, climatizador, equipo de audio MP3 con un sonido de buena calidad.

En cuestiones de seguridad cuenta con control de estabilidad y 6 airbags, entre otros elementos.

Como un monovolumen

Aunque hay que mirarlo varias veces para saber si es un break, un familiar o un monovolumen, cuando abrimos la zona de carga quizá pensemos más en este último. El maletero es enorme, es profundo en los dos sentidos y luego con la línea de cristales tan alta permite mas de 600 litros en su configuración normal.

Es un maletero modulable, carece de bandeja de ocultación y tiene un suelo que puede usarse de bandeja, con huecos por debajo, antes de llegar a la “galleta” de repuesto.

Falta luz, falta mechero y bajo el suelo con rueda de emergencia se pueden guardar herramientas y triángulos que de otra forma quedarían entre la carga.

Conducción tipo “furgo”

El volante es un poco grande y sin regulación telescópica, pero es muy vertical, esto condiciona un poco la conducción del HHR. El cuadro de instrumentos es de diseño sencillo y nos ofrece la información justa, destacando el velocímetro por su tamaño respecto al resto de los indicadores. El cuentarrevoluciones debería ser un poco más grande.

La línea de asientos es algo alta y el conjunto da la sensación de conducir una “furgo” del más puro estilo USA.

Buen rodador

El tarado de la suspensión marca el comportamiento del HHR como un buen rodador que mima a sus ocupantes. Tiene un buen radio de giro, lo que facilita su uso en ciudad a pesar de la visibilidad reducida con la que contamos.

Si le buscamos las cosquillas en curvas nos encontramos con que el HHR balancea mucho y realiza cambios de apoyo lentos, pero una vez apoyado sorprende porque mantiene la trayectoria bastante bien para su configuración de chasis y suspensión. Los frenos cumplen correctamente su cometido en uso normal, pero si se les exige un poco desfallecen pronto.

Prestaciones y consumos:

El HHR acelera de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos, una cifra penalizada por su peso y floja aerodinámica, tiene una velocidad punta oficial de 180 km/h, donde supuestamente la aerodinámica aún estorba más, pero en la práctica esta cifra se puede sobrepasar.

Los desarrollos del cambio marcan los consumos y las prestaciones. Son tirando a largos, lo que hace que sea perezoso hasta que no alcanza el régimen de par máximo. A cambio, los consumos en uso normal no son muy elevados. A un crucero de 150 km/h suba casi a 10 litros cada los 100 km.

Precio y competencia:

Como Familiar encontramos algunos rivales en sus parámetros pero nunca en su estilo. Como monovolumen podría encontrar alguno entre los compactos de 4,5 metros, pero su potente motor limita la lista a prácticamente un par de ellos.

Se puede decir que es un coche que en su estilo está absolutamente solo.

RESUMEN

Original rutero que le pega más a un conjunto de rock que a una familia tradicional. Sin una gama donde elegir su motor tiene dos personalidades, un tranquilo propulsor que te deja hacer buenos consumos, o un deportivo más rabioso que atendiendo al cambio se vuelve mucho más rápido.

Lo que es indudable es que puedes cargarlo de cachivaches y viajar 4 personas con mucha “intimidad” buena música y sin fronteras.