Producción Com&Com.
Texto: Carlos Herranz 22/09/2011. Fotografías Com&Com.
Publicado septiembre 2011
Rf motor: GM Tipo: Z20D1-D
Se ganan 13 CV
Este moderno motor de 163 CV proporciona 13 CV más respecto al motor que sustituye y es el mismo que emplea Opel en su variante de 160 CV del 2.0 CDTI, aprovechando la pertenencia de Chevrolet al grupo General Motors.
Su comportamiento es bastante similar en conducción normal al que muestra en la variante de 131 CV de este mismo motor y que monta el Orlando. El aumento de potencia se obra a base de una modificación de la programación de la centralita del motor y dicho aumento se nota especialmente a medio régimen, destacando el buen empuje que tiene ya desde 1.400 rpm.
Otra diferencia respecto al motor de 131 CV la encontramos en la entrega de potencia. Mientras que el menos potente entrega la potencia de una forma ordenada, este de 163 CV se muestra más brusco si el motor se encuentra en la zona de par máximo (1.750 rpm) y da una patada que nos recuerda un poco a la del famoso 1.9 TDI de 150 CV del grupo VAG.
La caja de cambios es la misma que se emplea en el Orlando con este motor y su principal característica son sus largos desarrollos. Lo bueno es que este motor puede con esos desarrollos extra largos pero su principal talón de Aquiles es su accionamiento.
Su tacto resulta bastante tosco y además resulta algo imprecisa en la inserción de marchas, especialmente al pasar de 2ª a 3ª. Parece más bien que sea la de un todo terreno como el Captiva en vez de una berlina; en el Orlando resultaba correcta en cuanto a inserción y tacto.
Generoso espacio interior
El espacio interior tiene una generosa cota útil de más de 170 cm, unos amplísimos reglajes y unas plazas traseras perfectamente utilizables por adultos. De lo que está algo más escaso es en elementos de confort, sobre todo atrás.
Al menos no olvida cosas importantes como unos abatimientos de los asientos traseros bien estudiados. El maletero cubica 450 litros, cifra que no está mal para su tamaño, pero siguen las carencias de acabado. Es una zona de carga igualmente escasa de detalles y con unas bisagras de apertura como las que llevaba el Opel Vectra de 1989.
Sencillo de conducir
Con este motor el andar del Cruze está más que sobrado, con un puesto muy agradable, bien pensado y en el que sólo falla el tacto de algunos elementos. Los controles basados en mandos giratorios son muy cómodos pero es fácil dar con la rodilla derecha del conductor en la ruleta de control de la temperatura de la climatización. No hay grandes complicaciones de manejo de los sistemas, como sucede en sus primos de Opel, y la sencillez llega hasta los mandos del volante, por cierto muy parecido al del Insignia.
Los tarajes de suspensión son tirando a blandos, primando más el confort que el comportamiento puro, y en las curvas más comprometidas hay una ligera pereza del tren delantero hasta mandar con el acelerador. En vacío se puede mantener buen ritmo en zona de curvas y fuera de ellas hay un motor al que es fácil sacar partido sin tener que ir en la zona alta de vueltas.
