Texto: Eugenio Pinilla 27/05/2007.
Fotografías Rubén D. Chaves.
Publicado mayo 2007
Llámese Captiva, Qashqai, C-Crosser, Antara, Compass, por citar los más nuevos en la plaza, todos ellos se unen a los Forester, HRV, Actyon, Sorrento, Rav 4, Freelander, X-Trail, Outlander... que ya estaban en el mercado y que tienen el denominador común de estar pensados para mucha carretera, y un ocio moderado en el campo. Casi todos sin marcha reductora y todos con una filosofía importante tratar de suplir al todoterreno puro, para aquellos que no necesitan reductora y sí un coche de capacidad para salir a los caminos de tierra con garantías de tracción, sus potencias son medías y su precio siempre mayor que un turismo tradicional, pero no tanto como un todoterreno bruto. Eso sí, a ciertos niveles de equipamiento podemos llegar a ellos.
No hay mucho donde elegir en la gama
El Captiva está con todas estas características de lleno en este mercado. Es un 4x4, sin reductora, con una gama que va desde poco más de 24.000 € en este momento hasta los cerca de 37.000 de nuestra unidad. Se ofrece con 3 motores, 2 de gasolina y nuestro diesel, que es el que ofrece una potencia intermedia y cambio automático.
En cuanto a la oferta de acabados es de 3, si bien hay versiones de 5 y de 7 plazas. La mezcla de todo ello se traduce en un número relativamente escaso de 6 versiones. Y es que tan sólo hay opciones para el motor diesel manual, las demás o la tomas o la dejas.
Tecnológicamente actual
Este diesel, denominado VCDI, rinde 150 CV, a 4000 rpm, es multiválvulas y usa la tecnología de moda de raíl común de admisión, tracción total permanente y un cambio automático con posible uso secuencial de 5 velocidades.
El Captiva mide 464 cm de largo, está en la media de su competencia, levanta 172 cm del suelo y tiene un peso de 1.835 kg. Luego tenemos una relación peso potencia de 12,2 Kg/CV que es una buena cifra para un todoterreno, sobre todo porque se dispone de un motor con buena respuesta a bajo régimen.
La línea podía ser la de un turismo familiar normal, pero está levantado del suelo para aprovechar la tracción total. En su interior hay 3 filas de asientos, en una configuración de 2-3-2, si bien la tercera fila es para personal menudo, con fácil (relativamente) abatimiento que deja así un generoso maletero. Por que si usamos estas plazas, el maletero se ve reducido al mínimo.
Esto es ya habitual, en un coche de su tamaño son plazas de emergencia, de uso urbano, y no están diseñadas para afrontar largos viajes.
Agradable interior, que no lujoso
El Captiva tiene un acabado agradable. No se puede decir que lujosos, pero a la vista y al tacto está correcto. Es un coche con bastante amplitud, con buenos asientos, y en nuestro acabado LTX de piel. El confort está bastante asegurado.
El interior es amplio diseño sencillo, práctico, con una consola central que reúne equipo de sonido y climatización, con un display superior en el que hay información de esto último, está preparada la inclusión como opción de la pantalla del navegador.
El equipo de sonido está medio integrado, tiene display propio y es un módulo sustituible, pero no hace falta, pues tiene la calidad suficiente.
En lo que puede flojear un poco es en detalles de acabado. En su precio y aspiraciones hay algunas lagunas, como ausencia de luces indirectas para las plazas de atrás, o un plafón central poco efectivo. Está bien de huecos en general, en el habitáculo hay pequeñas cajitas, huecos refrigerados y en el maletero algunos también con tapa y uno práctico en el que triángulos, luces y herramientas se pueden guardar.
Por el contrario la rueda de repuesto es de emergencia, algo que no me acaba de convencer en un coche de este tipo, y más que no esté protegida estando en la parte exterior, por debajo del maletero.
Gran nivel de equipo, aunque falta alguna cosilla
El nivel LTX, es el más alto y lleva intrínseco las 7 plazas. A la lista de cosas que uno debe pedirle por el precio, se unen otras para completar un larga lista. Con climatizador automático de un solo canal (siempre digo que para que 2!), 4 elevalunas eléctricos, llantas, faros antiniebla y un equipo de sonido con cargador de CD's, se unen cosas como asiento del conductor con regulación eléctrica, tapicería de piel, espejos exteriores abatibles eléctricamente, parabrisas delantero térmico, asientos calefactados... entre otras cosas de confort, siendo la lista para el conductor también completa con programador de velocidad, control de descenso de pendientes, control de tracción - que no de estabilidad - sensores de maniobra, mandos en volante para el sonido... y en cuanto a seguridad también buena nota con airbags frontales, laterales y de cabeza. En este completo equipamiento echamos en falta un ordenador de consumos.
Estética ágil y de todoterreno
Su estética exterior está adaptada para el campo, aunque con unos ángulos TT de tipo medio, como su tracción. Buenas superficies acristaladas, grandes espejos retrovisores, con intermitencias incluidas, protecciones de bajos, paragolpes en color negro "sufrido" y en el techo barras portaequipajes.
Bajo un capó, un capó que se levanta agradablemente con amortiguadores hidráulicos, hay un motor de 2 litros de 150 CV. Un motor que rinde bien en general sin ser muy espectacular, pero que mueve al Captiva con soltura a menos con hasta 2 ó 3 pasajeros. Con los que la diferencia de comportamiento es inapreciable. Es un 4x4 que te da un gradito mas de seguridad en el asfalto y que en el campo aporta esa garantía de poderte meter por ciertos andurriales.
Cambio automático, más confort, menos eficacia
La conducción es muy cómoda, ayudados por el cambio automático. Aunque podemos usarlo de forma manual. Lo primero que hay que apuntar a este respecto es que es un cambio secuencial que bloquea las marchas, es decir podemos llegar al corte de inyección y el cambio no nos sube de marcha, como tampoco nos baja. Eso facilita una conducción deportiva, pero no es el caso. Además las reducciones no pueden hacerse un mínimo régimen del motor, notando además que entre la 2ª y 3ª el escalón es grande y la reducción complicada hasta que no lo dejamos prácticamente caer de vueltas, es imposible meter la segunda reduciendo si no vamos por debajo de 3000 en tercera, por ejemplo.
Por lo demás contamos con intermitentes activos para cambios de carril, una buena visibilidad en un puesto un poco más elevado, un volante de agradable tacto y una instrumentación correcta llena de chivatitos. El freno de mano, a pesar de su apariencia ultramoderna es tan igual como los demás, sólo cambia la forma de la palanca, acabada eso si en material plástico.