Modelo descatalogado
Texto:
Eugenio Pinilla 24/03/2008.
Fotografías Com&Com. Publicado marzo 2008
Pues
sencillamente tenemos una máquina también con “M” que no se diferencia
tanto del resto de la gama como en el caso por ejemplo del M3, pero que
sencillamente te pone los pelos de punta solamente con escuchar el ruido
del motor cuando abre todo el paso de la gasolina en un acelerón.
Su
gama es escueta, con dos motores, éste “M” de 343 CV y el tres litros con
265. Siempre en un solo acabado asociado a la mecánica.
Derivado del roadster
El Z4
ha sido primero Roadster y después Coupé, así que cuando salió al mercado
se veía algo extraño, pues parecía un Z4 Roadster con un techo “apañado”.
Poco a poco se ha ido creando entidad propia como coupé. Aunque es un 3
puertas, más práctico si bien no hay abatimientos posibles y el maletero
es un tanto irregular.
Su
espectacular línea deja los asientos casi en la rueda trasera, siendo el
motor el gran protagonista.
Gestión del motor muy deportiva
La
“M” en este Z4 implica una gestión muy deportiva de un motor de 3.264 CC.
que alcanza los 343 CV que no son desorbitados, pero que le da una
excelente relación de peso/potencia. El cambio de 6 velocidades es de
corte deportivo, todas son de uso, una relación relativamente cerrada.
Dispone de un botón que cambia la respuesta del acelerador, dándole una
mayor instantaneidad.
La
tracción es trasera, con autoblocante y control de estabilidad tarado de
forma especial para una conducción deportiva, con unas leyes en la
posición normal de la gestión y con algo más de margen para jugar con la
zaga en la posición ·”Sport”. También cuenta con sistema de control de la
frenada en curva.
Poco espacio interior
Poco
espacio, buen acabado y un salpicadero algo sosote, todo ello deriva del
Roadster, con algunas soluciones improvisadas, por esa escasez de espacio.
Los
asientos son de poco grosor en su estructura, con acabado en piel, pero no
por ello poco recogedores, para su personalidad deportiva el mullido está
de más. Luego hay otras improvisaciones como los huecos, el cargador de
CD´s - sigue tras los asientos pero menos importante, ya que aquí el maletero
te permite algo más de capacidad.
Digamos que el lujo no es su bandera, como se puede apreciar en ciertos
detalles de confort ausentes.
El maletero cubica 245 litros, ampliables por encima de la cortina de ocultación, que
aquí va unida al portón en su apertura.
A
pesar de ser 3 puertas no se beneficia de abatimientos, el único asiento
que se podría aprovechar es el del “copi”, pero el maletero realmente está
separado del habitáculo. A la altura de los puentes traseros no se
renuncia a un refuerzo de estructura y además la siempre inclusión de la
batería en el maletero también incomoda la capacidad de carga de este
deportivo.
Realmente no es la parte más importante de un coche así.
Equipamiento enfocado al conductor
No
encontramos un lujoso equipo con sofisticados sistemas de confort o de
vida a bordo, aquí casi todo está enfocado al placer de conducir y el
equipamiento sigue la línea de dotar de todo lo posible al que va a los
mandos.
Automatismos para luces y limpias, faros de xenón, autorregulables con
lava-faros, espejos térmicos y fotosensibles, regulación eléctrica de
asientos, entre otras cosas. El climatizador en mono, y el equipo de
sonido, integrado aquí con el sistema de navegación que es una opción de
nuestra unidad.
En
cuanto a seguridad los obligados airbags frontales y laterales y alarma
junto al sistema de cierre centralizado.
Incómodo para ciudad, exclusivo en la carretera
Yo
imagino que el que adquiera un Z4 en cualquiera de sus versiones, lo que
menos hará será entrar en la urbe, bajo, de morro largo y poca visibilidad
hacia atrás, no es el coche ideal para callejear. Pero todo esto se vuelve
al revés cuando llegamos a la carretera.
Todas
las sensaciones son muy deportivas, hasta su sonido. El motor está sobrado
de respuesta en una conducción tranquila y tenemos 6 marchas para
disfrutar de su andar. Un cambio que si bien no está mal de manejo no
pasaría nada si el tacto de las marchas mejorase al nivel del resto del
entorno.
De
todas formas posición y recorrido son correctos.
Como
correcto es el espacio al menos para los reglajes de los asientos. No
podemos reclinar apenas los respaldos – así que nada de siestas – pero si
se pueden colocar al volante buenas tallas. Los reglajes de asientos son
eléctricos, con memorias.
Al
cuadro del Z4 le pasa lo mismo que al resto del salpicadero, le falta algo
de diseño, y en este caso también de practicidad, el velocímetro es muy
poco preciso de lectura, sobre todo pasando los 120. Entre 120 y 150, es
complicado ajustar y es una zona peligrosa de multas.
En el
cuentavueltas tenemos una escala luminosa que nos ajusta la zona amarilla
y roja según la temperatura del motor. En este caso si es muy funcional.
Los
pedales también están algo carentes de un toque más deportivo, con su
tradicional acelerador de barra y buen apoyo del pié izquierdo está bien,
pero por de bajo de la media con el resto del entorno.
343 CV muy bien controlados
El
punto fuerte del Z4 es su comportamiento, a pesar de un ligero “morreo”
del tren delantero que lo hace algo subvirador hasta mandar con el gas, el
paso en curva, la potencia de frenada, y el poder de tracción son
elogiables.
La
primera sensación para cualquiera es un control y sensación de seguridad
total, después para los que les guste algo más de ritmo el coche les
guarda mucho. Hasta notar que la zaga se mueve hay que imprimir un ritmo
muy fuerte si el suelo está bien.
Aquí
comienzan los matices, el coche tiene dos botoncitos que son muy
importantes para disfrutar al máximo de la “M”.
Primero el botón de gestión que nos cambia la curva de respuesta,
haciéndolo mucho más instantáneo a la solicitud del acelerador, y actuando
también sobre el control de estabilidad al que le da más margen de
maniobra. Dentro de unos parámetros de impedirte el trompo por sobregas.
Pero que te hace sentir mucho mejor como actúa el autoblocante, como te
mete hacia el interior de la curva con total poder de tracción y como la
zaga puede llegar a acentuar el sentido de la trayectoria, pero todo con
una sensación muy buena y controlable sin eso de notar que el sistema se
nos adueña del coche y no nos deja divertirnos.
El
otro botón referido es el del propio ESP (Control de estabilidad) que
puede ser anulado en su totalidad.
Aquí
mientras el piso sea bueno el margen de una conducción más deportiva es
mayor, pero esto ya se recomienda para manos muy expertas. El gas hay que
dosificarlo mucho, las pérdidas de tracción aparecen más fácilmente en los
apoyos y el coche trata de cruzarse mucho más. Si el suelo está mojado o
sucio, pues ya sobra el comentario de que es absolutamente aconsejable no
quitarlo para casi todos y sólo aquellos que saben lo que hacen pueden
permitirse una cosa así. El coche se muestra tremendamente nervioso, las
cruzadas son constantes y hay que sacar el coche de cada curva con
constantes contravolantes y control de gas. Mucho trabajo para una
conducción de calle donde las curvas te las comes de dos en dos.
Los consumos al nivel de las prestaciones
Hay
una cosa importante, con un motor de 343 CV se pueden hacer consumos por
debajo de 10, siempre que circulemos con cruceros básicos y un andar
tranquilo. Cosa que creo no va a estar en la filosofía de su comprador.
Yendo
a lo práctico, el Z4 M, en su esencia rondará el consumo de 12 a 13 l/100
km. Lo cual no es mucho y sobre todo curiosamente cercano a lo homologado.
El truco de esto es que en nuestra prueba apenas hubo ciudad. ¡Porqué
sufrir!
En
carretera de curvas, verdadero hábitat de este coche, el consumo ya es
otra cosa, entre 18 y 20 litros a poco que apuremos sus prestaciones.
Es un
coche que se pone a 100 en 5 segundos. Aquí podrían sobrar más
comentarios, pero sobre las prestaciones sólo hay que decir que está
sobrado en todos los aspectos. A pesar de ser un coche de estricto perfil
deportivo, el motor mantiene gran nivel de bajos, con un margen de marchas
bueno dentro de las seis disponibles. La velocidad máxima está limitada a
250 km/h, y en todo su espectro de uso tenemos potencia de reserva para
cualquier maniobra. Otro punto de vista de ver la seguridad de un
adelantamiento.
Casi sólo en su potencia
El Z4
es uno de los aproximadamente 33 coupés que hay en nuestro mercado, en
total unas 150 versiones al día de hoy, que se quedan en una docena si
limitamos su tamaño de poco más de 4 metros. Aquí aparecen dos modelos más
de parecida configuración, también con 3 puertas, el Audi TT y el Chrysler
Crossfire, pero el primero se cae de la lista cuando hay que competir con
los 343 CV del Z4 M.
RESUMEN
Deportivo radical, un paso más para el Z4 Coupé normal, el de 3 litros, no
tan grande como es un serie M dentro de las tradicionales berlinas. El Z4
ya parece tener personalidad propia como Coupé, y como tal es un coche de
un interior limitado en espacio, pero bien hecho. Quizá puede fallar en el
diseño de su salpicadero y en otras cuestiones al ser diseñado primero
como roadster.
Con
el “M” llegas a olvidar todas estas cosas porque en lo importante no
defrauda, potencia controlable, sensaciones muy deportivas y una
conducción que hace muy cierto el eslogan de BMW de “¿te gusta conducir?”.
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