Texto: Eugenio Pinilla 30/10/2005. Fotografías Rubén D. Chaves. Publicado diciembre 2006 Conservando su esencia El X5 de 2005 en su repaso mecánico ha recibido una marcha más en lo que se refiere a este motor 4.4i, y un puñado de caballos más, hasta los 320 conservando el mismo par motor. Quizá esto le da un poco más de acento deportivo en un coche que realmente no es lo que busca, pero como su enfoque rutero es muy grande, a nadie le amarga un dulce. Con estas mejoras tenemos una marcha más para adecuar las revoluciones en un uso manual, pero la verdad, como va sobrado no es que sea algo que pidiera mucho. Sin embargo el paso de marchas en el uso automático dulcifica un poco los saltos y casi es que parece un cambio de variador, tanto por su potencia como por su par. Conducción para todos Cuando vemos el mastodonte al que nos vamos a subir, y tras ponernos detrás de su puesto de conducción por primera vez, necesitaremos unos minutos para reflexionar ante tantos botones , analizar su cambio, y echar un vistazo a todo. Luego, excepto algunas cosas, todo es automático. Al menos en nuestra unidad. La palanca de cambios en el centro de la gran consola, permite un uso totalmente automático turístico, un uso automático deportivo, que mantiene el motor a mayores revoluciones o un uso manual, secuencial con la protección siempre de los sistemas electrónicos que en sus límites toma el control. Como también lo hace cuando pisamos a fondo o lo dejamos caer de vueltas. En todo caso, en esos momentos en los que “el trabajo se amontona”, podemos dar el pisotón en toda condición, que el sistema se hace con la gestión del cambio y todo sale perfecto. Confort y espacio Estos conceptos permanecen invariables, al menos en el interior. A su acceso nos encontramos con un nuevo estribo que si se pone el pié, a modo de diligencia bien, pero si se trata de pasar por encima lo convierte en una maniobra algo incómoda que a la larga nos marca los gemelos de la pierna. El interior es ancho, alto y largo, o sea espacio por doquier, con un acabado típico de la casa que entrega calidad, dentro de algo de sobriedad. Se ha mejorado la posición del navegador, ahora con menos reflejos, retocando la guantera central y poca cosa más. Seguimos disfrutando de un gran maletero, posibilidades de abatimiento con su respaldo asimétrico y red separadora de carga. El portón de acceso a este maletero está dividido, cristal por una parte y si queremos también la zona inferior con unas bisagras reforzadas para poner mucho peso encima si es necesario. Los límites están en los ángulos El coche es un excelente rutero, cómodo, silencioso, potente, con prestaciones de primer nivel y que te permite hacer un viaje tan cómodo como en las mejores berlinas. Y además nos podemos escapar por el campo con grandes garantías de tracción, llegando a zonas de suelo irregular sin perder nada de ella. El límite está en sus ángulos. Por donde pase el morro pasa lo demás, y además con una suavidad y facilidad sorprendentes, gracias al cambio automático y al control de descenso de pendientes. Cifras mayúsculas En un coche con sus parámetros, aquí todo está escrito en mayúsculas, tiene unas cifras, de precio, consumos, prestaciones y todo eso fuera de lo normal. Comenzando por lo primero, más de 70.000 euros para su compra y después añadamos equipo que no todo viene de serie. Los consumos son discretos en su esencia, y si los cuidamos hasta aceptables. Pero sería ir muy por debajo de sus pretensiones. Un consumo medio entre 15 y 16 litros sería lo normal en un uso normal de sus prestaciones, pero podemos permitirnos un uso más deportivo y el consumo se va a los 18/20 litros cada 100 Km. Tiene una relación peso potencia de un deportivo, con 6,6 Kg. para cada caballo de sus 320. Ello le permite aceleraciones notables, y gran seguridad para adelantar. Con una punta más que sobrada, la oficial es 210, pero se coge en un suspiro. Por descontado las recuperaciones son encomiables, pero en esta caso es más importante la rapidez de reducción de su caja automática, el caso es que podemos dar el pisotón en cualquier momento sin notar jamás pereza. Puesto alto pero muy confortable Al ser un todo-terreno, aunque sea “light” de ángulos, el puesto de conducción es alto, cosa que tiene muchos adeptos. Con reglajes amplios y numerosos y clara instrumentación. El ponerse a los mandos de este X5 es muy confortable y aumenta con la marcha y el manejo. Si bien, peso, altura y todo eso no es lo mejor para un comportamiento deportivo, tenemos una amortiguación regulable que podemos bajar algo y disimular pequeños vicios de tamaño y masa con los sistemas electrónicos que nos hacen de “ángel de la guardia” en todo momento. Desde el sistema de control de tracción X-Drive, hasta los de estabilidad o frenado, todo está pensado para que esos excesos queden neutralizados, en la mayoría de los casos sin que nos percibamos de ello. Si bien no es un coche de chasis bajo, a niveles prestacionales y de comportamiento no quedaremos nada insatisfechos, sobre todo si la carretera es general y amplia. |

BMW X5 4.4i (Descatalogado): Rizando el rizo
1 de noviembre de 2005BMW presentaba el X5 hará unos 5 años y poco después teníamos la oportunidad de hacer la primera de las pruebas con este motor, 4.4i, pero en su primera versión con 286 CV. Hoy tras su primera renovación, que ha supuesto un ligerísimo cambio estético, con mejoras ergonómicas en el interior y una actualización mecánica se ha rizado el rizo
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