BMW Serie 3 Cabrio 330d: Descapotable para 4

Producción Com&Com. Texto: Equipo de Pruebas 24/11/2010. Fotografías Com & Com. Publicado noviembre 2010

Rf motor: BMW Tipo: D/N57D30A

Como el resto de la serie 3, el cabrio también se actualizó hace unos meses y hereda todas las soluciones técnicas y estéticas que ya hemos visto y probado en el Serie 3 berlina y coupé, siendo éste último con el que tiene más elementos en común.

Bonito capotado, muy bello descapotado

La gracia de comprar un modelo descapotable es poder circular con el cielo por techo y si además, como sucede con este Serie 3, contamos con una estética atractiva, tenemos el pack perfecto.

Cerrado presenta unas líneas muy similares al Serie 3 Coupé y a primer golpe de vista nos puede costar diferenciarlo. Con el techo abierto cobra personalidad propia y se convierte en un coche distinto, tanto que nos atrevemos a decir que es la versión más atractiva de su gama. De hecho, la mayor diferencia la encontramos en que el Cabrio se diferencia ópticamente del Coupé por la mayor acentuación del paso entre la línea del techo y la zaga del coche. La otra gran diferencia la encontramos en la antena de radio/GPS, que en el cabrio va integrada en la luna delantera y en el Coupé tenemos la famosa y llamada popularmente "aleta de tiburón".

Respecto al accionamiento del techo hay que comentar que éste no se puede accionar en marcha, con lo que tendremos que estar parados para accionarlo.

Al igual que el berlina y el Coupé, el cabrio se ha visto beneficiado de los mismos cambios estéticos que estos y los cuales detallamos en la siguiente página.

Asientos más retrasados

Por dentro, y por "exigencias del guión" de ser descapotable, vemos que los asientos delanteros van un poco más retrasados en su posición respecto al coupé para no tener el cristal delantero cerca y disfrutar más de la sensación de ir descapotado. Dichos asientos, a diferencia del Coupé, cuentan con los cinturones de seguridad integrados en ellos y nos tendremos que girar a buscarlos en vez de que nos los acerque el coche como sucede con el Coupé.

En cuanto a espacio no se ven demasiadas diferencias respecto al Serie 3 Coupé. Quizá se cuente con algún centímetro menos en las plazas traseras, pero –dependiendo en parte de los reglajes de los asientos delanteros- son perfectamente utilizables por adultos. Y es que estos reglajes dan mucho de si, admitiendo el uso por prácticamente cualquier persona. Es un cuatro plazas en toda regla, no un 2+2. Además las plazas traseras cuentan con salida de aireación propia, lo que viene muy bien en días que se circule con el techo abierto y la climatología no acompañe.

Un motor muy lleno

Pocas cosas, y todas buenas, quedan por contar del motor BMW 3 litros turbodiesel de 6 cilindros en línea con turbo sencillo. La ingente cantidad de par que tiene desde bajas vueltas hace posible que las aceleraciones y recuperaciones sean fulgurantes. Da igual en que marcha y a qué régimen se circule que el BMW saldrá hacía delante sin pausa. No es un propulsor que destaque por su pegada, pero tiene un empuje constante que hace que parezca que no avanzamos con la misma velocidad que sí lo hace la aguja del velocímetro.

Esta versión se puede adquirir tanto con caja manual como automática de seis velocidades. Nuestro coche equipa esta última y es una caja que, en comparación con las de doble embrague más modernas, simplemente cumple el expediente por rapidez, aunque en transiciones entre marchas se muestra suave.

Podemos accionar las marchas en modo manual desde la propia palanca (empujando para reducir y tirando para subir marchas, como en los coches de competición) o desde las levas que tenemos detrás del volante, siendo estas últimas más recomendables por no tener que soltar las manos del volante.

Va casi como el Coupé

El mayor peso del coche por el techo rígido y la menor rigidez del chasis hacen que el Serie 3 Cabrio tenga un comportamiento un punto por debajo del mostrado en el coupé, cosa lógica por otro lado si la base es la misma y no se han tomado medidas adicionales para mitigarlo.

Aún así su comportamiento es típico BMW y cumple perfectamente tanto en conducción tranquila con el techo abierto como en conducción deportiva con el techo cerrado. A pesar de su condición de vehículo de propulsión trasera no nos va a poner en ningún aprieto a pesar de toda la caballería y par disponibles... siempre que no quitemos los controles electrónicos de tracción y estabilidad, momento en el que más vale que tengamos unas manos expertas para controlar las derrapadas del eje trasero. En cualquier caso el mejor modo de disfrutar este cabrio es circulando con la "melena al viento" y en plan tranquilo, guardando la potencia para las maniobras de adelantar o incorporaciones.

Los frenos están a la altura de las circunstancias y detienen bien al 330d Cabrio, además de que cuentan con una dosificación de la fuerza de frenada bastante buena.