Texto: Eugenio Pinilla 27/3/2006.
Fotografías Rubén D. Chaves).
Publicado enero 2007
El 130i podría un coche discreto si no fuera por pequeños detalles que no se escapan a la atención del buen aficionado, por ejemplo su sonido.
El más alto de gama
La gama del Serie 100 de BMW es como la de los demás modelos de la firma alemana, un acabado ajustado a su nivel de equipamiento, y una lista de opciones considerable que estirará el precio a gusto del consumidor. Cuenta con 6 motorizaciones, dos de ellas diesel y la opción de cambio automático en 3, dos de gasolina y una de las de gasoil.
El 130i sólo se dispone con cambio manual, con una concepción algo más deportiva y con unos retoques estéticos, como defensas exclusivas, llantas de bajo perfil y un sonoro escape que son los delatores de sus 265 CV.
Toda la gama mantiene la tracción trasera, y siempre con las ayudas electrónicas, podemos estar más o menos tranquilos que cualquier descuido con el pié puede ser corregido por los sistemas electrónicos, principalmente de estabilidad, aunque también los frenos, con sistema de frenado de emergencia y de frenado en curva, ponen su granito. Para ayudar en la efectividad, también se cuenta con autoblocante, pero electrónico, así que tanto en mojado como en seco, a nadie debe asustarle que 265 CV puedan llegar al tren trasero en un coche de su relativa ligereza.
Otra cosa será sacarles un partido máximo, para lo cual serán manos expertas las que tengan que hacerlo, los menos avezados pueden disfrutar de sus prestaciones de otra forma, en vías mas abiertas con adelantamientos seguros y maniobras fulgurantes.
Motor grande en coche pequeño
El motor esta situado delante, de forma longitudinal, con 6 cilindros en línea, 2996 CC con 265 CV a 6600 rpm y un par máximo de 315 Nm a 2750 rpm. Un motor que suena como la gloria y que sube de vueltas de una forma algo más enérgica desde un poco más de la mitad de su escala, pero que conserva una estupenda respuesta desde las primeras vueltas, eso se agradece en las conducciones tranquilas, algo obligado para obtener unos consumos soportables.
El peso de nuestro 130i es de 1.375 Kg., con un reparto bastante simétrico (aprox. 52/48 %), cosa que se hace pasando elementos como la batería al maletero. Si dividimos obtenemos la estupenda cifra de poco más de 5 Kg. por cada CV de potencia. Eso le hace tener un nivel de prestaciones de primera, con aceleraciones fulgurantes, 6.1 s de 0 a 100 Km/h, después, como he comentado la respuesta a bajo régimen también le da unas recuperaciones de casi olvidarse del cambio, y la velocidad punta está limitada electrónicamente a 250 km/h. Es deducible que tenemos potencia y respuesta en cualquier momento que deseemos. Tenemos además 6 velocidades, todas de uso, para una efectividad mejor, por que realmente con la mitad de ellas se podría conducir.
En el sector más competido por su tamaño, pero sin rivales con su potencia y 5 puertas
La carrocería del Serie 1 mide 4.23 m, hablamos de un coche que está en el sector de los polivalentes, pero que evidentemente esos 423 cm será el único punto común con ellos. Su motor ya le saca de este sector y con 5 puertas no tiene rivales directos en el mercado nacional, donde casi todos los demás son coupés, o al menos 3 puertas.
La línea del serie 130, como las de toda la gama de su Serie 100, está entre un break tradicional y un Familiar, pero corto, con voladizos poco extensos y sin embargo el cristal trasero muy vertical. Ello favorece la capacidad de carga del maletero por encima de la bandeja de ocultación, por cierto enorme.
Caben 5 adultos, aunque mejor 4 las plazas traseras, con acceso fácil gracias a sus 4 puertas de acceso al habitáculo, no parecen las de un deportivo de su hechura. Los reglajes de los asientos delanteros son muy generosos y permiten tallas enormes. Con las más grandes se comienza a tener algo más limitado el espacio para piernas atrás, ya que su carrocería es como las de "toda la vida", nada de asientos y techos elevados, aquí todo está bajo, y favoreciendo a un centro de gravedad cercano al suelo para mejor comportamiento. Con esta potencia hay que comenzar a cuidar detalles así.
Todo un Serie 100
El interior del 130i, a nivel de espacio y acabado sigue la línea de la gama, muy buena factura de materiales, diseño serio pero muy funcional, con un toque de "metal" en el salpicadero, que acentúa en este caso su deportividad, los asientos cuentan con una regulación en la extensión de la banqueta delante para apoyar los muslos, y con un pedalier, con acelerador de barra, típico de la casa y un excelente apoyo del pié izquierdo, esto unido a una instrumentación clara y con ayuda "digital", en mensajes, check control, intermitentes con función "cambio de carril" y ordenador de consumos, hacen que su conducción en el campo ergonómico sea muy agradable y en el plano de la fibra sensible más que placentero, con el subidón de adrenalina de sus 265 CV detrás. Una excepción a lo primero son unos limpiaparabrisas de serie sin sensor de lluvia, y faros de xenón en opción.
La carrocería del 130i es casi como la del resto de gama, excepto en esos detalles de defensas, llantas y algún que otro detallito exterior, es un Serie 100 con sus ventajas e inconvenientes. Su trasera cortada, y sus cristales más bien pequeños, le dan una línea inconfundible.
Emociones fuertes bajo control de la electrónica
En marcha con el 130i es donde llegan las verdaderas emociones, más que sensaciones. Una amortiguación durita, una tracción trasera, un sonido embriagador, y unas prestaciones casi sin límites pone todos los ingredientes para olvidarnos de vez en cuando de los consumos y disfrutar como poco se puede hacer hoy. Con o sin el control de estabilidad conectado, vamos a tener la ración necesaria de emociones a la hora de exprimir su motor. Con el control puesto digamos que podremos ya mantener un ritmo vertiginoso, y en algún exceso ver como la electrónica toma parte de nuestra conducción, pero al menos permite un mínimo jugueteo, con un coche que entra muy bien de morro y que es claramente sobre virador cuando se manda con el acelerador, notamos en un principio como trabaja el autoblocante electrónico metiéndonos en la curva, pero es el primer aviso de que después será el control de estabilidad el que no nos permita seguir jugando.
Quitando este elemento podemos jugar algo más con el coche, pero no del todo, ya que nunca se puede desconectar el sistema en su totalidad, a cierta velocidad se nos conecta de nuevo parcialmente.
Un poco más de equipamiento
En cuanto al equipo, este 130i tiene un nivel un poco mayor que el resto de la gama. Todos mantienen un nivel que puede catalogarse de bueno, en el que hay de todo excepto llantas de aleación en las motorizaciones más bajas, pero en este, el más alto de gama se añaden cosas como la tapicería de piel o los espejos calefactables, además de plegables, junto al control integral de ventanillas desde el mando, para abrir o cerrar. Hay muchas opciones, una lista interminable que casi es mejor analizarla con catálogo en mano. Nuestra unidad tenía navegador, última versión que permite la vista en 3D y que dispone del mando estrenado en el serie 5 del joystick activo, un gran rueda entre los asientos que permite el manejo de todos los sistemas bajo este elemento que no solo es navegación, sino sonido, teléfono y ajustes personales.
Prestaciones de primer orden
Prestacionalmente es un coche para los más exigentes, con un precio de la potencia muy bueno a pesar de ser un BMW, y que a nadie debe engañar que su potencial consumo puede ser tan alto como queramos que sea su nivel de prestaciones. Podemos pasear con consumos de 8 a 9 litros, y podemos meternos en carreteras tortuosas con cerca de 20 litros cada 100 km. En todo caso, estamos siempre invitados a apretar el acelerador y es complicado bajar de los 10 u 11 litros en carretera abierta. En una medición con cruceros de 140/160 y un poco de ciudad (10%) el consumo fue de 12,3, con crucero de 120 a 140 y menos ciudad logramos bajar a 9,5.
También se puede cargar
Hay otros conceptos analizables en un coche, pero que en este 130i pasan a un segundo plano. Tiene maletero, lo esperado en su tamaño, se puede abatir la zona de carga, de forma asimétrica y cómoda y el suelo es casi plano, pero nos encontramos una bandeja de ocultación suelta tan grande que ni siquiera encaja en el suelo del maletero. Un problema si lo llenamos hasta las trancas.
Resumiendo
Para los más ávidos de potencia, que gusten de tener un BMW en el garaje, con precio razonable de la potencia encontrarán en este 130i una buena opción, sabiendo que la carrocería es de 5 puertas obligatoriamente, con un nivel de equipo bueno, un acabado mejor y una discreción contenida que puede ser o no el principal argumento de su compra o no.