Audi A3 Cabrio 2.0 TDI 140 Ambition: El A3 se destapa

Texto: Equipo de pruebas 22/10/2009. Fotografías Com & Com. Publicado octubre 2009

Rf motor: AUDI Tipo: (C) DBA

Elegancia sin techo

Cuando el A3 se descubre es inevitable que nos venga a la mente el antiguo A4 Cabrio, ya que su silueta y frontal nos recuerdan poderosamente a él, aunque en este caso lo disfrutamos en formato más reducido. La capota es de lona y tiene un sistema de plegado muy rápido.

Con la capota puesta la estética varía respecto a los A3 y A3 Sportback, dando un aspecto de coche bastante compacto y a la vez distinto a sus hermanos cerrados.

La capota es de lona y se pliega bastante rápido: solo 9 segundos. El mayor inconveniente y lo que nos limita un poco es que solo puede ser accionada en marcha hasta 30 km/h, una velocidad muy baja en comparación con las que tienen otros modelos de otras marcas para coches con capota de lona.

Para accionar el plegado disponemos de un botón a la derecha del freno de mano, aunque esta maniobra también se puede hacer a través del mando a distancia del coche.

Los faros traseros son distintos y tienen un tamaño bastante considerable, mordiendo mucho los laterales de la carrocería.

Destaca también el tamaño de los espejos retrovisores, llegando a ser bastante grandes aunque una mejor visibilidad.

Cuatro plazas reales y buen confort acústico

Estos dos aspectos son de los detalles que más nos han gustado del coche. A pesar de no superar los 4,3 metros de largo disponemos de espacio para que cuatro adultos sin agobios en todas sus cotas, cosa que a veces no es posible en cabrios que miden más que el A3.

El nivel de sonoridad interior también es de destacar, ya que con la capota puesta no notamos prácticamente ninguna diferencia respecto a las versiones cerradas, como tampoco observamos ruidos aerodinámicos dignos de destacar. De hecho, Audi asegura que a 140 km/h solo se registra 1 dB más de ruido en el interior del coche.

Los asientos tienen un diseño bastante deportivo que recogen muy bien el cuerpo sin dejar de ser cómodos. Atrás tenemos una anchura y espacio para las piernas bastante aceptables. Tal es así que se puede realizar un viaje largo sin que los ocupantes de atrás echen en falta centímetros en todas las cotas.

La visibilidad hacia atrás queda muy reducida, sobre todo con capota debido a los arcos de seguridad, que dejan poca superficie de la luneta trasera para ver a través de ella, con unos ángulos muertos muy grandes.

Suavidad, refinamiento y buenas prestaciones

El propulsor 2.0 TDI de 140 CV ofrece su máxima potencia a 4.200 rpm, con un par máximo de 320 Nm constante entre 1.750 y 2.500 rpm, notando a 1.800 rpm que el motor empieza a empujar bastante bien.

El abandono del inyector-bomba por el common-rail ha supuesto un cambio radical en el comportamiento del motor. Ha desaparecido la famosa “patada” a la que nos tenían acostumbrados los antiguos TDI y en su lugar ahora tenemos mucha más finura de funcionamiento, más silencio, más bajos y mayor estirada final del motor.

Como pasa con los colores, es cuestión de gustos. A algunos les gustará más un motor con “garra” y otros preferirán mayor refinamiento.

La caja de cambios es la famosa S-Tronic (DSG en el resto de marcas del grupo VAG) de 6 velocidades con levas en el volante. Pocas cosas quedan por decir de una caja que se muestra bastante rápida en los cambios (sobre todo al reducir) y que con las levas en el volante ganamos mucho en comodidad y en rapidez a la hora de cambiar de marcha cuando decidamos practicar una conducción más deportiva.

Comportamiento sin tacha

Da gusto subirse al A3 Cabrio y comprobar que no notas diferencias de comportamiento respecto a las versiones cerradas. Gracias al tren de rodaje deportivo, el A3 Cabrio no le hace ascos a las curvas y muestra un comportamiento bastante deportivo sin que el chasis se queje. Incluso la parte trasera nos ayuda a redondear los giros de una forma muy progresiva y predecible a poco que la insinuemos, cosa poco común en el comportamiento de los coches del grupo VAG.

Tampoco se merma el confort y si queremos ir tranquilos, el coche no maltratará al pasaje. Con la ayuda de la caja S-Tronic conseguiremos elevadas cotas del confort. Desde luego que el A3 Cabrio vale para toda circunstancia.

En lluvia tendremos que ir ojo avizor porque el coche "esquía" un poco más de lo esperado, pero no porque el chasis y la suspensión no hagan su trabajo, sino por las ruedas Pirelli que equipaba nuestra unidad y que parece que no se llevan bastante bien con el líquido elemento.

Quizá los frenos se hayan mostrado un poco escasos en frenadas críticas, sin mostrar síntomas de agotamiento evidentes si abusamos de ellos.