Alfa Romeo 159 2.4 JTDm QTronic Selective: Señor de la carretera

Texto: Eugenio Pinilla 25/09/2007. Fotografías Com & Com. Publicado septiembre 2007

La berlina media de Alfa es el 159, llegó a sustituiral 156, con las mismas miras de deportividad pero con la nueva imagen de los últimos "Alfas" de agresivo diseño que lo diferencian claramente 

Y es que sobre el 156 arrastra todo lo bueno y casi también todo lo malo, el 159 fue una puesta al día de la berlina media de Alfa Romeo, pero rompiendo con la imagen del 156 para atreverse con un diseño aún más atractivo por su agresividad.

Imagen de la casa

El frontal es innegablemente Alfa, con las dobles ópticas y la calandra triangular, con la misma distancia entre ejes que su hermano más grande el 166, pero algo más corto, un tres cuerpos definido con un maletero separado de algo más de 400 litros.

Su gama es abundante en mecánicas, con 7 motores entre diesel y gasolina y 3 niveles de acabado, versiones de tracción total en las motorizaciones más potentes y cambios automáticos.

La "m" de Multijet

Nuestra unidad el la última versión del motor 2.4 JTD, con la tecnología Multijet, de inyección directa diesel de rail común y turbo con 200 CV, con el cambio automático Q-Tronic, un cambio de filosofía deportiva con 6 marchas y guía secuencial de las que la electrónica se evade dejando todo el control al conductor.

Los 200 CV aparecen a 4000 vueltas y el par máximo de 400 Nm a la mitad de régimen. Algo que no coincide con el 2.4 JTDm de la versión manual que tiene 210 CV y el régimen de par máximo aparece 500 vueltas antes. Nuestra unidad con el cambio Q-Tronic parece tener el mismo rendimiento del motor que el 2.4 JTD sin la "m" de Multijet. Serán cosas del márketing, pero el caso es que me huelo que no se disfruta del motor 2.4 JTD de última hornada.

Inconfundible Alfa en su interior

Dentro de nuestro Alfa no hay dudas de donde estamos, los 466 cm exteriores se traducen en un interior más amplio para las plazas delanteras que para las traseras, los butacones gastan su espacio, y son parecidos a los encontrados en el Brera pero algo más cómodos, con no demasiado cierre lateral  predicando más por el confort, acabados en cuero que es de serie en nuestro nivel de acabado "Selective".

El salpicadero está ligeramente girado hacia el conductor con los relojes típicos de la marca, muy profundos , aireadores haciendo juego y acabados en tonos metálicos que acentúa una filosofía deportiva intrínseca en todos los productos de la factoría italiana.

La calidad de los materiales es buena con ese tacto de coche de toda la vida, sin tanto plástico de los actuales.

Igualmente el nivel de detalles de confort es alto, desde las luces que nos reciben hasta los remates en parasoles y huecos para dejar cosas, desde monedas hasta porta-gafas. La guantera está ya llena con los papeles y el chaleco, no tiene llave. Se dispone de un hueco refrigerado entre los asientos, pero sólo cabe una lata, allí mismo encontramos una especie de monedero, donde conservaremos la economía fresquita con la bebida.

Atrás se mantienen ciertos detalles de confort, está peor de huecos vacía-bolsillos y tenemos una consola de control de climatización, sencilla pero necesaria en este tipo de coches.

Es una pena que las plazas traseras no tengan unos centímetros más de espacio para las piernas y se dependa de los reglajes de los asientos delanteros, porque siendo un entorno confortable y de calidad, en un coche de 4.66 m de largo dos personas de buena talla no pueden ir una tras la otra en este coche.

Nivel intermedio de equipo en la gama

El nivel "Selective" es el mediano de los tres disponibles, sus elementos están más enfocados al confort, pero creo que le faltan cosas que se disponen en el Ti, de filosofía más deportiva.

Aquí disponemos de tapicería de cuero, pero por ejemplo los asientos calefactables son opcionales, cosa que es al revés en el Ti.

Lo que si tienen todos es una buena base de equipo, con climatizador bi-zona y todo un "full equipe".

Los detalles que distinguen a este Selective es automatismo de luces y limpias, los faros de xenón, con lavafaros y el programador de velocidad de crucero.

El nivel en sí es correcto en sus aspiraciones y precio.

Maletero separado sin abatimientos

Como berlina pura, el maletero está separado del habitáculo y los abatimientos del asiento trasero no son de serie aunque se puede pedir. Así tal cual tenemos una trampilla de comunicación, para llevar también objetos largos como unos esquíes en el maletero. Un maletero que tampoco es demasiado grande, guarda unas proporciones correctas con 405 litros, y está un poco escaso de detalles y compartimentos. Vemos unos anclajes para fijar una red, aunque la red no está en el coche y una cincha para sujetar unos triángulos, por ejemplo.

Bajo el piso del maletero está la rueda de repuesto que es de emergencia con sus herramientas. La boca del maletero no es demasiado grande, con un nivel de carga algo alto.

Sacrificio de confort por efectivida

La conducción de esta berlina es de los puntos más positivos que tiene. El cambio Q-Tronic tiene 6 marchas que podemos usar de forma automática con transiciones muy suaves en conducción relajada o pasar a la guía secuencial para usarlas de forma manual.

De esta forma no podemos relajarnos ya que el cambio no está bajo control de la electrónica subiéndonos una marcha si alcanzamos el límite de régimen, ni tampoco nos auto-reduce si cae de vueltas. No obstante tiene avisos para advertirnos de olvidos, y también en las reducciones fallidas, pues a cierto régimen, como es habitual en estos cambios, no es posible reducir sin no hay un margen para no pasarlo de vueltas. Si hemos intentado reducir sin éxito un sonido nos pone alerta de ello, sin tener que echar un reojo al cuentavueltas.

Como estamos en un diesel con la potencia máxima a 4000 rpm y un corte que nos llega a 4.500, es frecuente en conducción deportiva no poder meter una marcha menos hasta no haber frenado y haber llegado a un régimen que tenga margen para la subida de vueltas. Cosas de no tener embrague.

En el puesto encontramos los relojes del centro del salpicadero, en el que encontramos una instrumentación auxiliar, pero que está un poco lejos de la visual y sobre todo demasiado profundos y de dificultosa visualización, pues no tienen iluminación alguna.

El cuadro de mandos tiene un display con las indicaciones del ordenador de consumos, kilometrajes y avisos de emergencia, y también reloj horario y temperatura exterior. Este ordenador tiene un doble display muy práctico, que no sólo controla dos canales, si no que podemos programar 2 visualizaciones principalmente.

En el volante aparecen los mandos de sonido y posibles órdenes vocales a la altura de los pulgares, en dos multi-pulsadores redondos de una prestancia un poco tosca.

Él puesto es cómodo para situarte ante el volante cualquier talla con piel en todo lo que agarramos y buenos y cómodos reglajes mecánicos. 

Berlina deportiva, pero ya de cierto tamaño

El 159 es una berlina que hace guiños a la deportividad ya desde sus versiones más básicas. Aquí, en la nuestra se junta una buena potencia, disponible ya de forma importante a poco más de 2000 vueltas, junto al cambio automático que tiene sus claras limitaciones a la hora de la mayor efectividad, pero en el punto medio está la virtud, y sin una conducción muy deportiva, si podemos mantener ritmos relativamente fuertes sabiendo las limitaciones del cambio.

En si, la amortiguación no es demasiado dura, para eso está el "Ti". Es un coche que se siente más cómodo en vías generales, aunque en zonas reviradas con suelo bueno es rapidísimo, manteniendo siempre un nivel de confort a sus mandos altísimo. La disposición de potencia es grande, y estamos flirteando constantemente con el control de tracción para mantener el mejor paso por curva si los apoyos son fuertes, te presentas de curva en curva en un suspiro, y aquí no se amontona el trabajo por que con un suave toque a la palanca, y una frenada un poco más enérgica claro está, vamos sorteando cada giro como aquel que dice "fumándonos un puro". 

Los consumos se pueden disparar

200 caballos, 4,66 m de coche y 1.650 Kg. de peso, por mucho diesel que sea si ponemos el italiano "cuore" en el pedalier, los consumos son los de cualquier deportivo que vuela bajo.

En zona de curvas entre 15 y 16 l/100 km, pero templando el ánimo y haciendo una conducción más turística favorecedora de los consumos lo lógico es estar en nos 10 litros cada 100 km.

Cifra que podemos mejorar aún en carreteras generales con cruceros de 130 / 140 km/h. En todo caso nuestra medición en un uso mixto fue de 9,7 litros. Este consumo medio está más cerca de los 8,2 oficiales que el consumo en vías generales donde para acercarte a los 6 homologados el ritmo será sensiblemente inferior a la filosofía del coche, por qué sino hay un diesel en la gama de 150 CV e incluso de 120.

Es obvio su alto nivel de prestaciones, con aceleraciones fulgurantes y cómodas por su cambio y sobre todo recuperaciones, con una punta para que nos quiten los puntos de una tacada, donde las recuperaciones con su cualidad de automático y su excelente buen par te permite conducciones relajadas a la vez que efectivas.

Apenas competidores

El 159 2.4 JTDm puede estar tranquilo en cuanto a competidores. Hay bastantes berlinas diesel de su tamaño pero en cuanto subimos la potencia a esos 200 CV se queda sólo prácticamente. Peugeot es la única marca que dispone hoy en día de una berlina de su potencia en diesel con el 407, pero ojo que si lo queremos automático son habas contadas.

RESUMEN

Excelente berlina que entra por los ojos, con un tamaño exterior que no se traduce en un interior holgado y peca de unas plazas traseras algo justas, pero en un entorno de calidad con un equipamiento a la altura. Con el cambio automático un coche excelente para hacer millas y millas con un confort de marcha importante, un nivel de prestaciones de primera línea y un consumo a la carta.