No se trata de un todoterreno con buenos ángulos TT, ni
caja reductora y tampoco se ofrece con grandes motorizaciones. Una gama escasa y
contenida, a partir de 25.900 €. Los motores son el ya conocido diesel de dos litros de 140
CV, que monta el Dodge Caliber de origen alemán y el 2.4 de 4 cilindros en línea
y 140 CV, que se ofrece con cambio manual y automático a base de variador continuo
con 6 relaciones preestablecidas para un uso secuencial. Los niveles de acabado son 2, Sport – que sólo se ofrece
en el CRD – y Limited, disponible para todos. La oferta es pues de 4 modelos
como podemos ver en este cuadro con referencia a los precios en Euros.
En una primera toma de contacto los volúmenes del Compass te hacen recordar al Caliber, un espacioso coche, que ahora es como si disfrutara de una tracción total. Esta tracción de tipo electrónico transmite el 90% del
par como mínimo siempre al eje delantero, y dependiendo de las condiciones de
la carretera, ese giro puede repartirse hacia el tren trasero. Pero podemos
forzar esta cualidad accionando el bloqueo al caso y nos garantizamos en lugar
de sólo un 10% atrás, un 40. El coche no dispone de reductoras, su uso está pensado
para pistas y campo sin demasiadas dificultades, nieve o condiciones de tracción
complicadas, y sus ángulos no son los de un puro TT como los de sus hermanos de
marca. En cuestiones de abaratamiento el acabado interior sigue
conservando diseños de Caliber y casi la misma calidad que es quizá el peor
aspecto de un coche que disfruta de un espacioso interior, con 5 plazas, las de
atrás con verdadera holgura de espacio para su tamaño. Algo más pesado, el diesel al menos no parece tener el tirón
que ese motor tiene en el Caliber y el gasolina que hemos conducido es el automático,
con variador continuo, aunque es absolutamente recomendable, fuera de la ciudad
usarlo con el mando secuencial, con la palanca muy cómoda situada en la parte
baja de salpicadero con la guía inclinada sobre el mismo. El acabado Sport es básico, si bien ofrece control de
estabilidad, alarma y doble airbag frontal más de cortina, deja cosas en opción
como los airbags laterales o el aire acondicionado. En ningún caso se dispone
de climatizador. El Limited ya viene más completo, con asientos de piel,
mandos de radio en el volante y programador de velocidad de crucero. Ambos ofrecen un buen confort de conducción, con un puesto
ligeramente elevado, formas cuadradas en un coche que no llega al metro y medio
y que da bastante importancia al habitáculo, amplio en relación al maletero, más
escaso con 334 litros pero que podemos abatir con abatimientos de los asientos
traseros. Con el Compass, Jeep pretende captar un nuevo mercado, una
política de buen precio con el prestigio en 4x4 de la marca americana. Lugar
donde se fabrica por entero, aunque para el mercado europeo se ha pensado en una
personalización adaptada al mismo. El nuevo Compass está disponible desde ya mismo en los concesionarios de la marca. |