Las mismas fuentes precisaron que desde el año 2004 hasta hoy los precios de las materias primas como el acero se han incrementado un 90%, los del aluminio un 88% y los del caucho hasta un 142%.
Estas tres materias primas, junto al petróleo mantienen tensiones de precios continuadas que se pueden considerar estructurales, pero coyunturalmente, a esta relación, se unen otras en las que empiezan a detectarse subidas puntuales.
Es por ello, que fabricantes de componentes han empezado a anunciar en los últimos meses subidas de precios en sus productos, más intensos en función de los costes logísticos, de ahí que en determinadas áreas geográficas o mercados, los porcentajes de aumento sean mayores.
El nudo gordiano de la cuestión, para las fuentes de Sernauto, es que los productores de esas materias primas venden toda la producción, pese a los altos precios, por la incorporación a la actividad fabril de países que, de una industria incipiente, han pasado a otra mucho más desarrollada en un corto espacio de tiempo.
Se alude también, aunque con menos convencimiento, a posibles prácticas especulativas, y se refrenda la opinión con las fuertes inversiones que empresas de países productores de petróleo están acometiendo en otras actividades como minas, energías alternativas, agua.
La coyuntura de este mercado de materias primas es un factor de preocupación creciente para el sector automovilístico en su globalidad, no sólo para los fabricantes de componentes.
La situación de traslado a precio del producto final, aseguraron las mismas fuentes, choca con una estrategia de los fabricantes de ahorro obligado de costes para mantener precios competitivos. "Aquí el equilibrio se hace muy complicado y los márgenes de rentabilidad quedan muy ajustados para todas las partes".