De esta forma, el mercado de vehículos usados acentúa su caída, si bien el descenso sigue siendo inferior al experimentado por las entregas de automóviles nuevos, que cayeron un 11,5% en los cuatro primeros meses del año. La población inmigrante tiene mucho que ver en esta caída. Además del endurecimiento de las condiciones de financiación. De hecho han llegado a caer un 39% el número de vehículos adquiridos por los inmigrantes, hasta las 38.600 unidades.
Hace un año, los inmigrantes concentraban el 14% de las ventas de coches usados, actualmente esta proporción se sitúa en el 7%. Por otra parte, el 26% de las ventas de turismos de ocasión en los cuatro primeros meses del año correspondieron a vehículos con menos de dos años de antigüedad y el 44%, a vehículos con más de ocho años de antigüedad.
Las ventas de turismos de ocasión superaron las de vehículos nuevos en un 10,5%, con 483.500 unidades usadas frente a 437.428 unidades nuevas, con lo que la relación de ventas entre usados y nuevos se sitúa en 1,1 a 1, lo que supone un aumento de una décima.