Los desplazamientos de vehículos que se producen todos los años en fechas clave con motivo del inicio de las vacaciones estivales - las denominadas "operaciones salida"- ocasionan una concentración de la demanda en los talleres y, en consecuencia, demoras innecesarias de hasta siete días en la prestación del servicio de revisión y reparación de automóviles, según datos de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (FACONAUTO).
Faconauto explica que los conductores españoles no planifican con antelación la revisión obligada de sus vehículos antes de ponerse en carretera, sino que, por el contrario, esperan hasta el día previo a su partida para realizar el chequeo necesario, lo cual ocasiona listas de espera y retrasos innecesarios en la prestación de un servicio que se ofrece con una periodicidad prácticamente diaria durante el resto del año.
La patronal de los concesionarios estima que las operaciones salida motivadas por el comienzo de las vacaciones de verano incrementan en torno a un 40% el tráfico de usuarios a los talleres de reparación, apreciándose curiosamente un aumento importante de la actividad en aquellos centros ubicados en las zonas costeras españolas.
La Federación de Concesionarios explica que las revisiones solicitadas con mayor frecuencia por los conductores españoles durante la época estival, previa al inicio de las vacaciones, son, principalmente, la revisión de los niveles de líquidos (agua, aceite, refrigerante y limpiaparabrisas), con un 90% de comprobaciones. Asimismo, cerca del 80% de los usuarios que acuden a los talleres en esta época realiza la revisión del equilibrado y presión de los neumáticos e incluso su sustitución. Alrededor del 70% realiza el chequeo o cambio de filtros (aceite, aire).
Asimismo, la comprobación del estado de las pastillas de frenos y, en su caso, de los discos es revisada por el 80% de los conductores que inician sus vacaciones de verano, mientras que la dirección del vehículo es controlada por el 60% de los conductores que inician sus vacaciones de verano, llegando a realizar el denominado paralelo en caso de que no responda adecuadamente. La revisión o recarga del sistema de aire acondicionado suele realizarse con menor frecuencia, cuando el vehículo supera los tres años de antigüedad.
Faconauto explica que los conductores españoles no planifican con antelación la revisión obligada de sus vehículos antes de ponerse en carretera, sino que, por el contrario, esperan hasta el día previo a su partida para realizar el chequeo necesario, lo cual ocasiona listas de espera y retrasos innecesarios en la prestación de un servicio que se ofrece con una periodicidad prácticamente diaria durante el resto del año.
La patronal de los concesionarios estima que las operaciones salida motivadas por el comienzo de las vacaciones de verano incrementan en torno a un 40% el tráfico de usuarios a los talleres de reparación, apreciándose curiosamente un aumento importante de la actividad en aquellos centros ubicados en las zonas costeras españolas.
La Federación de Concesionarios explica que las revisiones solicitadas con mayor frecuencia por los conductores españoles durante la época estival, previa al inicio de las vacaciones, son, principalmente, la revisión de los niveles de líquidos (agua, aceite, refrigerante y limpiaparabrisas), con un 90% de comprobaciones. Asimismo, cerca del 80% de los usuarios que acuden a los talleres en esta época realiza la revisión del equilibrado y presión de los neumáticos e incluso su sustitución. Alrededor del 70% realiza el chequeo o cambio de filtros (aceite, aire).
Asimismo, la comprobación del estado de las pastillas de frenos y, en su caso, de los discos es revisada por el 80% de los conductores que inician sus vacaciones de verano, mientras que la dirección del vehículo es controlada por el 60% de los conductores que inician sus vacaciones de verano, llegando a realizar el denominado paralelo en caso de que no responda adecuadamente. La revisión o recarga del sistema de aire acondicionado suele realizarse con menor frecuencia, cuando el vehículo supera los tres años de antigüedad.
