Un recluso fugado de la cárcel de Teixeiro, vecino de Fene y de 29 años, tenía su propio plan Renove: cada semana cambiaba de vehículo, que sustraía en concesionarios de Vigo y comarca
El hallazgo el 27 de diciembre de un Peugeot robado en un garaje de Vigo puso a la policía de distritos sobre la pista del ladrón del concesionario. Este delincuente tenía su particular idea del plan Renove y siempre actuaba con el mismo modus operandi. Todo ello acompañado de dosis de cocaína y heroína.
Los investigadores de la Comisaría de Vigo hallaron un nexo común en la oleada de robos que sufrían al sur de la provincia de Pontevedra desde octubre. Había denuncias en la capital, Nigrán y O Porriño. Todos eran obra del mismo autor.
El sospechoso entraba en un concesionario en horas de atención al público y aprovechaba el descuido de los operarios para robar algún coche que tuviese las llaves originales puestas. Otras veces esperaba a que el dueño dejase su vehículo a reparar. El sospechoso usaba varios días el vehículo sustraído hasta que lo abandonaba por otro nuevo.
Sus andanzas empezaron el 5 de octubre con un Volkswagen robado en Vigo. Dos días después decidió cambiar de vehículo y sustrajo un Renault Clio en un concesionario de Nigrán. Pasados dos días, volvió al mismo negocio y se hizo con un Renault. Su siguiente aparición data del día 24. Esta vez optó por la gama alta, un Audi A3 de la casa de ventas de O Porriño. "Se lo quitó a un cliente en recepción y nadie lo vio", dicen los testigos.
No volvió a actuar hasta el 9 de noviembre en Vigo, donde sustrajo un Ford Focus. El día 13, un Audi A3 y el 18, un Peugeot 307. El día 22 hubo testigos que lo sorprendieron en O Porriño, en un concesionario donde ya había robado. El gerente de Seat, Gumersindo Ramilo, recuerda que "vino bien vestido y no despertó sospechas. Se quedó en la puerta y dijo que esperaba a un pariente. Al poco, vimos bajar por la rampa un Seat León que teníamos fuera para lavar. Llegó a la carretera y salimos a pillarlo, pero se perdió en medio del tráfico hacia Ponteareas".
El Seat León apareció tres días después aparcado en un concesionario de Pontevedra, donde lo sustituyó por un Renault Mégane. Esta vez la víctima fue un cliente que aparcó su turismo con las llaves puestas. "Más que ladrón, parecía un probador de coches", bromea el gerente porriñés.
El 12 de diciembre volvió a actuar. Se hizo con un Opel Astra, un Seat Córdoba y un Audi A3, este último en un taller de la avenida de Madrid. Pero el 27 de diciembre se acabó la suerte. Esa noche entró en un concesionario de la misma zona de Vigo donde había dado su anterior golpe y robó un Peugeot en reparación. Apareció luego en un garaje de la calle Camelias. Fue el coche que dio pistas del ladrón.
La cadena de hurtos siguió en enero con un Fiat Stilo y un Ford Focus. El pasado viernes, Javier N. P. fue detenido en la calle Tui, de Vigo, tras 14 robos en cuatro meses. Se trataba de un recluso de la cárcel coruñesa de Teixeiro, que no regresó de permiso. Acumula 30 detenciones por delitos contra la propiedad y las personas. Ahora, añade la acusación de sustracción de vehículos a motor, quebrantamiento de condena, daños y contra la seguridad del tráfico.
La policía recuperó cinco de los coches sustraídos, entre ellos dos Audi A3.
El hallazgo el 27 de diciembre de un Peugeot robado en un garaje de Vigo puso a la policía de distritos sobre la pista del ladrón del concesionario. Este delincuente tenía su particular idea del plan Renove y siempre actuaba con el mismo modus operandi. Todo ello acompañado de dosis de cocaína y heroína.
Los investigadores de la Comisaría de Vigo hallaron un nexo común en la oleada de robos que sufrían al sur de la provincia de Pontevedra desde octubre. Había denuncias en la capital, Nigrán y O Porriño. Todos eran obra del mismo autor.
El sospechoso entraba en un concesionario en horas de atención al público y aprovechaba el descuido de los operarios para robar algún coche que tuviese las llaves originales puestas. Otras veces esperaba a que el dueño dejase su vehículo a reparar. El sospechoso usaba varios días el vehículo sustraído hasta que lo abandonaba por otro nuevo.
Sus andanzas empezaron el 5 de octubre con un Volkswagen robado en Vigo. Dos días después decidió cambiar de vehículo y sustrajo un Renault Clio en un concesionario de Nigrán. Pasados dos días, volvió al mismo negocio y se hizo con un Renault. Su siguiente aparición data del día 24. Esta vez optó por la gama alta, un Audi A3 de la casa de ventas de O Porriño. "Se lo quitó a un cliente en recepción y nadie lo vio", dicen los testigos.
No volvió a actuar hasta el 9 de noviembre en Vigo, donde sustrajo un Ford Focus. El día 13, un Audi A3 y el 18, un Peugeot 307. El día 22 hubo testigos que lo sorprendieron en O Porriño, en un concesionario donde ya había robado. El gerente de Seat, Gumersindo Ramilo, recuerda que "vino bien vestido y no despertó sospechas. Se quedó en la puerta y dijo que esperaba a un pariente. Al poco, vimos bajar por la rampa un Seat León que teníamos fuera para lavar. Llegó a la carretera y salimos a pillarlo, pero se perdió en medio del tráfico hacia Ponteareas".
El Seat León apareció tres días después aparcado en un concesionario de Pontevedra, donde lo sustituyó por un Renault Mégane. Esta vez la víctima fue un cliente que aparcó su turismo con las llaves puestas. "Más que ladrón, parecía un probador de coches", bromea el gerente porriñés.
El 12 de diciembre volvió a actuar. Se hizo con un Opel Astra, un Seat Córdoba y un Audi A3, este último en un taller de la avenida de Madrid. Pero el 27 de diciembre se acabó la suerte. Esa noche entró en un concesionario de la misma zona de Vigo donde había dado su anterior golpe y robó un Peugeot en reparación. Apareció luego en un garaje de la calle Camelias. Fue el coche que dio pistas del ladrón.
La cadena de hurtos siguió en enero con un Fiat Stilo y un Ford Focus. El pasado viernes, Javier N. P. fue detenido en la calle Tui, de Vigo, tras 14 robos en cuatro meses. Se trataba de un recluso de la cárcel coruñesa de Teixeiro, que no regresó de permiso. Acumula 30 detenciones por delitos contra la propiedad y las personas. Ahora, añade la acusación de sustracción de vehículos a motor, quebrantamiento de condena, daños y contra la seguridad del tráfico.
La policía recuperó cinco de los coches sustraídos, entre ellos dos Audi A3.