Los talleres del País Vasco pieden paciencia a los clientes, ante la avalancha de demanda provocada por la huelga de grúas

Un mes han estado las grúas del País Vasco sin dar servicio a las empresas de asistencia en carretera que trabajan para compañías de seguro. Durante este tiempo, los arcenes y cunetas de las carreteras se han llenado de coches averíados y accidentados. El paro patronal de las empresas de grúas, aunque en un momento llegó a ser casi nacional, ha sido especialmente seguido en esta comunidad, donde las asociaciones de talleres han tenido que recurrir a los medios de comunicación para pedir paciencia a los clientes, ante la imposibilidad de cumplir plazos con todos a la vez.

La Confederación Vasca de Talleres ha recomendado a los clientes que concerten cita, a fin de no colapsar la capacidad de servicio de éstos. Según las últimas cifras, sólo un diez por ciento de los propietarios de vehículos accidentados ha seguido este consejo. "La acumulación de trabajo -advierte Fernando Díaz Zufiaurre, secretario de la Confederación Vasca- formará listas tremendas de espera: una reparación de tres semanas va a tardar tres meses. Por esto, es mejor que las gente vaya reservando día".

Algo más optimistas se han mostrado los agremiados vizcainos que, según aseguró Desiderio Antón, secretario de la asociación de talleres de Vizcaya, tendrán la situación controlada en el plazo aproximado de diez días, aunque también reconoce que se producirán retrasos, más en el comienzo de los trabajos que en la entrega de los mismos.