Para los que piensan que pilotar un Fórmula 1 es lo más de lo más en el mundo de las carreras de coches, tenemos que decir que se lo cuenten a Raikkonen.
Si bien el paso de los rallyes a los circuitos no es fácil, a la inversa tampoco. La soledad de un rallye contra el crono, requiere de la conducción y concentración de dos personas a bordo, en un circuito no hay soledad, solo hay tiburones hambrientos de darte un bocado en cada curva. Tu carrera no es contra el crono, tus rivales están delante, atrás, a veces a los lados... en la soledad de un rallye, cada árbol cada roca son tus principales rivales.
Kimmi, el hombre de hielo se ha subido a un coche de rallyes tras bajarse de los monoplazas más rápidos de Fórmula 1. Desde el primer día le ha perdido totalmente el respeto al coche y casi cada una de sus actuaciones se cuentan con "chapa".
En el momento de escribir estas líneas, Kimmi aún se debate en tierras de Jordania - tras algún que otro trompo - por terminar en la línea de meta. No le deseamos otra cosa, es octavo, le queda una jornada y como buen piloto que tiene que ser, y como nórdico, añadida su juventud, si no se retira el año que viene será un duro hueso de roer.
Sordo, que espera la jubilación de Loeb como agua de mayo, se va a encontrar con un Ogier y un Raikkonen que en el Junio Team de Citroën se le van a subir a las barbas, y es que el cántabro lo único que ha hecho mal es nacer en esta época en la que Loeb lo gana todo.
Se nos viene a la cabeza un Fuster que comenzaba en el barranco en la Copa Renault, y acabó Campeón de España, pero tras muchos años de cuneteo. También se nos viene a la cabeza un rapidisimo e inteligentisimo Alfonso Sangrador, piloto de Rallyes de los 90 que se metió en Circuitos - Copa Citroën AX. En la primera carrera tras su segundo puesto en parrilla, en el primer frenazo le adelantó medio pelotón. Se paró en boxes y puso el coche en venta.
También se me viene a la cabeza un Carlos Sainz que ha corrido todo y ha ganado todo, en plenos primeros escarceos con el Mundial de Rallyes con un Ford Sierra Cosworth, alternaba alguna participación en el Campeonato de España de Producción. Con otro coche del mismo modelo, le bastaban unas cuentas vueltas para marcar el mejor crono, y quedar dentro del coche a ver si alguien le quitaba la pole. Nadie podía con su registro y la carrera se la llevaba de calle. El que corre corre. Qué pena que no le hayan dado un F1 en su momento, pero ahora su descendencia se estrena en Malasia, en la Fórmula BMW como teloneros de la F1, Sainz Junior promete por su rapidez, y con los padrinos que tiene pronto sabremos más cosas buenas de él. De momento en circuitos.
