La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia intensificó el pasado mes de diciembre, coincidiendo con la campaña navideña, las inspecciones en los comercios de la ciudad. Así el mes pasado, nueve inspectores municipales de consumo llevaron a cabo un total de 151 actuaciones. Las inmobiliarias, con 54 inspecciones; las tiendas de ropa y confección, con 25 actuaciones y los establecimientos de alimentación (18) ocupan los primeros puestos en materia inspectora. Le siguen a más distancia la venta de automóviles, talleres, tiendas de telefonía, tintorerías, asistencia técnica de electrodomésticos, calzado, banca y hostelería.
De las 92 mediaciones que la oficina municipal de consumo (OMIC) realizó el mes pasado, seis se derivaron a la junta arbitral de consumo; 27 acabaron con mediación negativa y pasaron a la vía judicial; 52 pasaron a fase de alegaciones y en 7 existió mediación positiva. De las 59 inspecciones en establecimientos para comprobar si tienen hojas de reclamaciones, cartel anunciador y un correcto etiquetaje de precios con motivo de las fiestas navideñas, cuatro acabaron en expediente sancionador y dos en sanción. El resto correspondieron a visitas rutinarias y a intervenciones en las que se ha dado un plazo para subsanar deficiencias.
Según informa el diario Levante, entre las resoluciones de sanción de diciembre que pasaron por el ayuntamiento de Valencia figura una multa de 300 euros a un concesionario de coches por no haber realizado un presupuesto de reparación y haber efectuado la reparación sin que el propietario lo autorizase expresamente. Una gran superficie de la ciudad fue amonestada por incumplir la publicidad al poner a la venta productos al precio equivocado. También se amonestó a unos grandes almacenes por incumplir las condiciones de la garantía. Tener los productos en el escaparate sin el precio también fue objeto de sanción en el caso de un comercio de una conocida galería comercial de la ciudad.
De las 92 mediaciones que la oficina municipal de consumo (OMIC) realizó el mes pasado, seis se derivaron a la junta arbitral de consumo; 27 acabaron con mediación negativa y pasaron a la vía judicial; 52 pasaron a fase de alegaciones y en 7 existió mediación positiva. De las 59 inspecciones en establecimientos para comprobar si tienen hojas de reclamaciones, cartel anunciador y un correcto etiquetaje de precios con motivo de las fiestas navideñas, cuatro acabaron en expediente sancionador y dos en sanción. El resto correspondieron a visitas rutinarias y a intervenciones en las que se ha dado un plazo para subsanar deficiencias.
Según informa el diario Levante, entre las resoluciones de sanción de diciembre que pasaron por el ayuntamiento de Valencia figura una multa de 300 euros a un concesionario de coches por no haber realizado un presupuesto de reparación y haber efectuado la reparación sin que el propietario lo autorizase expresamente. Una gran superficie de la ciudad fue amonestada por incumplir la publicidad al poner a la venta productos al precio equivocado. También se amonestó a unos grandes almacenes por incumplir las condiciones de la garantía. Tener los productos en el escaparate sin el precio también fue objeto de sanción en el caso de un comercio de una conocida galería comercial de la ciudad.