La Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), La Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR), la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles (ANIACAM), la Federación de Asociaciones de Concesionarios (FACONAUTO), la Federación Catalana de Vendedores de Vehículos a Motor (FECAVEM), el Real Automóvil Club de España (RACE), la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes (SERNAUTO) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor Reparación y Recambios (GANVAM) ya expusieron su postura contraria a la inclusión de distintivos autonómicos en las placas de matrícula al Ministro del Interior en el pasado mes de julio, sin que hasta el momento haya tenido contestación.
La matrícula del vehículo no identifica al conductor, sino al propio vehículo, y, por ello, debería mantener su carácter neutral.
El identificativo autonómico supone además un notable obstáculo para la comercialización de los vehículos usados, por las resistencias en determinadas provincias a aceptar los vehículos matriculados en otras.
La existencia de estos distintivos autonómicos en las placas de matrículas provocaría la existencia de mercados estancos, que tan perjudiciales son para la venta de vehículos usados, como ya se pudo comprobar en la etapa en la que existían identificativos provinciales.
La supresión del identificativo provincial en el año 2000 permitió la agilización de un mercado de segunda mano hasta entonces poco dinámico. El incremento acumulado desde diciembre de 2000 en la venta de vehículos de segunda mano es del 22,7% y el volumen de negocio de este sector para el año 2004 se estima que estará en 6.700 millones de euros.
La inclusión de un distintivo autonómico también perjudicaría el uso de la modalidad del Plan Prever para seminuevos. En definitiva, y, en opinión unánime del sector, la introducción de un distintivo autonómico en las placas de matrícula significaría un paso atrás.
La matrícula del vehículo no identifica al conductor, sino al propio vehículo, y, por ello, debería mantener su carácter neutral.
El identificativo autonómico supone además un notable obstáculo para la comercialización de los vehículos usados, por las resistencias en determinadas provincias a aceptar los vehículos matriculados en otras.
La existencia de estos distintivos autonómicos en las placas de matrículas provocaría la existencia de mercados estancos, que tan perjudiciales son para la venta de vehículos usados, como ya se pudo comprobar en la etapa en la que existían identificativos provinciales.
La supresión del identificativo provincial en el año 2000 permitió la agilización de un mercado de segunda mano hasta entonces poco dinámico. El incremento acumulado desde diciembre de 2000 en la venta de vehículos de segunda mano es del 22,7% y el volumen de negocio de este sector para el año 2004 se estima que estará en 6.700 millones de euros.
La inclusión de un distintivo autonómico también perjudicaría el uso de la modalidad del Plan Prever para seminuevos. En definitiva, y, en opinión unánime del sector, la introducción de un distintivo autonómico en las placas de matrícula significaría un paso atrás.