La prueba, mítica por sus rápidos tramos, es ideal para que los pilotos del WRC demuestren todo su potencial.
Con una velocidad media de 120 kilómetros por hora, saltos de hasta 60 metros de longitud y largas rectas rodeadas de arboles es lo que se encontrarán los pilotos en la octava prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes, sin duda, el rallye más espectacular y difícil de ganar. De hecho, desde el inicio del campeonato en 1973, sólo tres pilotos no nórdicos han conseguido llevarse el triunfo en la carrera con sede en la ciudad finlandesa de Jyvaskyla.
Este año el itinerario cuenta con 18 tramos que suman un total de 302.52 kilómetros cronometrados. Después del tramo de calificación que se celebrará la noche del miércoles, que determinará las posiciones de salida de la primera jornada de los pilotos del WRC, el jueves los equipos realizarán un largo viaje hasta Lahti para disputar dos especiales, Koukunmaa y Jokimaa, antes de regresar al parque de asistencia de Jyvaskyla para correr por la noche el tramo de 14.22 kilómetros de Mynnila.
La acción del viernes comienza a las 07:42, hora local, con la especial Urria, seguida de la de Jukojarvi. Finalizado el primer bucle del día, a partir del mediodía se celebrarán tres especiales más (Mokkipera, Palsankyla y Lankamaa) que se volverán a repetir durante la tarde previo paso por el parque de asistencia de Jyvaskyla. Para terminar la dura jornada de competición, los pilotos correrán la superespecial de Killeri a las 20:00, hora local.
El itinerario de la última jornada, el sábado, se desplaza a la región de Jamsa y contará con tres bucles, los dos primeros formados por los tramos de Surkee y Leustu, mientras que en el último los equipos afrontarán el reto de correr en dos ocasiones en el legendario tramo de Ouninpohja de 33.01 kilómetros. Precisamente está mítica especial, en su segunda pasada, será el Power Stage del Neste Oil Rallye de Finlandia.
/Fuente: WRC Prensa.
