El piloto alemán de Mercedes GP, Nico Rosberg ha dominado el Gran Premio de China de Fórmula 1 de principio a fin, haciendo la pole el sábado y saliendo por delante el domingo sin dar opción a nadie a seguir sus huellas. El único que al comienzo podría darle algo de lata desaparecía de carrera en el primer cambio de neumáticos, y era su compañero de fila de parrilla Michael Schumacher.
Quizá hubiéramos visto otro tipo de carrera si el pegajoso Schumi no hubiera sido víctima de un mal cambio de neumáticos. Uno de los mecánicos se quedó impotente cuando el semáforo de Mercedes se ponía verde, Schumacher arrancaba y la rueda se iba sin apretar, unas cuantas curvas después Rosberg ya rodaba solo, primero por que su compi estaba en la cuneta y segundo porque todos sus perseguidores decidían ir a 3 cambios de neumáticos, cambiando la estrategia de Rosberg que decidía, valientemente ir a dos.
Y es que no estaba claro que era mejor, dos o tres, los cálculos podían dar mejor una carrera a 3 paradas, pero nadie contaba con que media parrilla iba a ir a dos y otra media a tres, formándose una caravana que ni de domingo por la tarde en el asfalto de Shanghai.
Rosberg sólo perdíó el liderato en los cambios de neumáticos y fue por muy poco mientras que Massa y Pérez, los más tardíos en entrar, no lo hacía.
Rosberg volvió a tirar fuerte cuando se puso delante y Button, el único que parecía poder inquitarle, se veía perjudicado por otra parada en boxes con problemas y el tráfico que se le colaba delante, lo que provocaba que Rosberg tuviera el camino más expedito a la victoria.
Los favoritos retrasados por el tráfico
Esta estratégica y caótica carrera ha sido una de las más entretenidas de los últimos tiempos, ver como desde el tercero al décimo tercero había apenas 15 segundos de diferencia en la meta, da idea de lo que pasó en la pista.
Todo puede resumirse en que los que iban a tres cambios se metieron en medio de los que iban a dos, ellos con unas ruedas en algunos casos más tocadas aguantaban como podían y se excudaban los unos a los otros en una guerra constante de DRSs en la recta y era la menos usada para adelantar. La apurada de frenada de ésta era el punto preferido para los lances, donde pudimos ver de todo.
Hamilton y Alonso eran los principales perjudicados, tras la tercera parada se metieron en el trenecito y era cuestión de adelantar pronto o quedarse en el pelotón. Se confiaba en que muchos de los de delante fueran desapareciendo con una tercera parada, pero no, casi todos decidieron aguantar y apelotonarse para dar emoción hasta el final.
Hamilton pudo quitarse de encima pronto a Pérez, a Maldonado y a los que pudo, pero Alonso, con un coche poco competitivo en recta y el problema de que todos accionaban el DRS, se iba quedando y tenía que arriesgar en otros sitios, una salida de pista, un bocadillo con los Williams, y un tráfico de M-30 hacían inútil los esfuerzos del piloto español que terminaba noveno, mientras que Hamilton lograba encaramarse en el cuarto puesto y quitarle el liderato del Mundial.
De la Rosa en la meta.
Sólo hubo que lamentar la retirada de un coche, el de Schumacher, por lo que de nuevo los dos HRT estaban en meta completando unos kilómetros muy buenos para la experiencia del equipo, Pedro sigue aprendiendo y poniendo a punto el monoplaza para lograr en un futuro mejores metas.