La Planta de GM en Zaragoza continuará fabricando el monovolumen después de 2008 La necesidad de grandes inversiones en Polonia ha sido el factor decisivo Zurich/Zaragoza/Gliwice. General Motors (GM) ha anunciado hoy la decisión de fabricar la próxima Generación del Opel/Vauxhall Meriva en la planta de Zaragoza (España).
Como parte de su procedimiento habitual de planificación, General Motors Europe comenzó, en Agosto de 2005, a identificar potenciales localizaciones de manufactura para la Nueva Generación de su pequeño monovolumen de gran éxito. Las plantas de GM en Gliwice (Polonia) y Zaragoza (España) fueron seleccionadas por ser los posibles lugares más apropiados desde el punto de vista, tanto de competitividad, como de oportunidad en el tiempo. Con el fin de posibilitar un análisis objetivo y en profundidad, hubo que recopilar muchos datos de las dos plantas antes de tomar la decisión definitiva de adjudicación. La decisión de fabricar la Nueva Generación del Opel Meriva en Zaragoza se ha basado en factores como los requerimientos de capacidad, inversiones, costes laborales, eficiencia y flexibilidad de la planta, tiempos de trabajo, logística y moneda, por nombrar sólo unos cuantos. El estudio reveló que el mejor análisis económico para la adjudicación de este producto lo ofrecía la planta de Zaragoza, que va a ser capaz de mejorar sustancialmente su productividad.
“Las dos plantas han presentado propuestas de negocio competitivas. En el lado de los costes estructurales, así como desde la perspectiva de los costes de materiales, Gliwice tenía una ventaja clara. Pero las cuantiosas inversiones necesarias para aumentar la capacidad de la planta, han resultado un factor clave”, ha declarado Carl-Peter Forster, Presidente de General Motors Europe. Al mismo tiempo, GM ha confirmado su compromiso con la planta de producción de Gliwice. “Vemos nuestra necesidad de extender nuestro negocio en los mercados de Europa del Este. Con el crecimiento de estos mercados y la base de costes competitiva, está claro que tiene mucho sentido en el futuro”, ha dicho Forster. “Con seguridad vamos a continuar examinando posibilidades futuras para nuestros centros de producción en esa zona para seguir creciendo y para que puedan reflejar el desarrollo de los mercados domésticos”.
Eric Stevens, Vice-Presidente de Manufacturas de GME ha comentado: “Ambas plantas ofrecieron lo mejor. Finalmente, el análisis económico fue dominado por las inversiones, que hubieran tenido que ascender a más del doble en el caso de Gliwice en comparación con la planta de Zaragoza.”
Como parte de su procedimiento habitual de planificación, General Motors Europe comenzó, en Agosto de 2005, a identificar potenciales localizaciones de manufactura para la Nueva Generación de su pequeño monovolumen de gran éxito. Las plantas de GM en Gliwice (Polonia) y Zaragoza (España) fueron seleccionadas por ser los posibles lugares más apropiados desde el punto de vista, tanto de competitividad, como de oportunidad en el tiempo. Con el fin de posibilitar un análisis objetivo y en profundidad, hubo que recopilar muchos datos de las dos plantas antes de tomar la decisión definitiva de adjudicación. La decisión de fabricar la Nueva Generación del Opel Meriva en Zaragoza se ha basado en factores como los requerimientos de capacidad, inversiones, costes laborales, eficiencia y flexibilidad de la planta, tiempos de trabajo, logística y moneda, por nombrar sólo unos cuantos. El estudio reveló que el mejor análisis económico para la adjudicación de este producto lo ofrecía la planta de Zaragoza, que va a ser capaz de mejorar sustancialmente su productividad.
“Las dos plantas han presentado propuestas de negocio competitivas. En el lado de los costes estructurales, así como desde la perspectiva de los costes de materiales, Gliwice tenía una ventaja clara. Pero las cuantiosas inversiones necesarias para aumentar la capacidad de la planta, han resultado un factor clave”, ha declarado Carl-Peter Forster, Presidente de General Motors Europe. Al mismo tiempo, GM ha confirmado su compromiso con la planta de producción de Gliwice. “Vemos nuestra necesidad de extender nuestro negocio en los mercados de Europa del Este. Con el crecimiento de estos mercados y la base de costes competitiva, está claro que tiene mucho sentido en el futuro”, ha dicho Forster. “Con seguridad vamos a continuar examinando posibilidades futuras para nuestros centros de producción en esa zona para seguir creciendo y para que puedan reflejar el desarrollo de los mercados domésticos”.
Eric Stevens, Vice-Presidente de Manufacturas de GME ha comentado: “Ambas plantas ofrecieron lo mejor. Finalmente, el análisis económico fue dominado por las inversiones, que hubieran tenido que ascender a más del doble en el caso de Gliwice en comparación con la planta de Zaragoza.”