Conducir un coche cada vez resulta más caro. El seguro del automóvil, con 12.313 millones de euros en primas el pasado año, prepara incrementos de precios que volverán a superar con creces el IPC y a convertirlo en referencia inflacionista. La responsable de todo ello, explica El Confidencial en un extenso artículo, es la quinta directiva europea de autos, del 11 de junio de 2005, que deberá estar incorporada a nuestra legislación en el mes junio a fin de cumplir el plazo establecido.
No será la única novedad, ya que la directiva incorpora medidas proteccionistas de diversos tipos. Por ejemplo: el Consorcio de Compensación de Seguros se hará cargo de los daños materiales causados por un vehículo desconocido, cuando haya causado daños personales significativos; las aseguradoras tendrán que presentar ofertas motivadas de las indemnizaciones en plazos no superiores a tres meses desde que tuvo lugar el siniestro; el propietario de un vehículo podrá exigir a su aseguradora los antecedentes de siniestralidad de los últimos cinco años, etcétera.
Recientemente, Pere Navarro, director general de Tráfico, confirmaba que con la entrada en vigor de las nuevas disposiciones, se impulsarán las identificaciones de vehículos sin seguro para su inmovilización y precintado, medidas que se sumarán a las vigentes con el carné por puntos, a fin de reducir la siniestralidad y el fraude.
Las modificaciones legislativas se harán por el trámite de urgencia. De hecho, el pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó el nuevo texto refundido de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor. La Ley de Ordenación de los Seguros Privados y su reglamento también se verán afectados.
El cambio de mayor impacto para las aseguradoras, que repercutirá directamente en el bolsillo de unos 24 millones de asegurados, es el relativo a los límites de indemnización que cubrirá el seguro obligatorio. Éste pasará de los actuales 350.000 euros por víctima y 100.000 euros por daños materiales, a 500.000 euros por víctima e igual cantidad para daños materiales a partir de enero próximo. Sin embargo, a partir de 2010 los límites serán los fijados en la directiva: un millón de euros por víctima, o cinco millones de euros por siniestro, cualquiera que sea el número de víctimas.
Para daños materiales el nuevo límite se situará en un millón de euros. Por su parte, dentro de una tendencia europea, la patronal del seguro UNESPA ha lanzado una oferta para ampliar estos límites a un único conjunto de setenta millones de euros por siniestro, tanto para daños personales como materiales, siempre que el legislador retoque un título de la ley que actualmente permite la discrecionalidad de los jueces en autos de cuantía máxima.
Ante este panorama, y ante la propensión de algunos jueces de apurar los límites de indemnización del seguro obligatorio, el pánico se ha desatado entre las aseguradoras. Caser ha respondido en 2006 con una subida del 15% en sus reservas para siniestros de daños personales en trámite, e igual porcentaje aplicará este año, a la vez que prepara una subida de precios que trasladará a sus asegurados. Otras entidades han tomado la delantera. Desde enero, Mapfre ha elevado sus tarifas un 6% y otro tanto ha hecho Mutua Madrileña Automovilista, con un 5%. Otros aseguradores del ramo, como Allianz, AXA Winterthur, Liberty o Pelayo hacen sus cálculos para establecer las correspondientes subidas.
Todos los aseguradores, que hablan abiertamente de guerra de precios en el seguro de autos, son conscientes de que los nuevos límites suponen el fin de los contratos de responsabilidad civil voluntaria. Presumir de precios bajos puede transformarse en una pesadilla para las aseguradoras, aunque de momento hay ganadoras, como Línea Directa. Un portavoz de La Caixa, que comenzará a vender seguros de autos esta primavera, reconoce que el escenario está cambiando y que será difícil hacer una guerra comercial basada en precio.
En unas recientes jornadas, Ricardo Lozano, director general de Seguros y Fondos de Pensiones, se mostraba radicalmente en contra de que los constructores de automóviles utilicen el seguro obligatorio como argumento de ventas de sus modelos. “Si quieren regalar algo, ¿por qué no regalan el precio de sus primeras revisiones?”, comentó, y dio argumentos: “No parece ético que en la venta de un automóvil se incorpore el seguro, máxime cuando es obligatorio, impide la concurrencia de ofertas y hay toda una Ley de Mediación de Seguros por medio”.
Otra cuestión pendiente es la revisión del Baremo de Daños Personales que tan buenos resultados ha dado al sector asegurador a la hora de controlar el importe de las indemnizaciones. El baremo, que deberá ser modificado por ley, discrimina, a la baja, las indemnizaciones que los perjudicados españoles reciben frente a casos similares en otros países europeos. La Comisión Europea trabaja actualmente en una futura sexta Directiva de Autos destinada a promover un baremo de daños personales único para Europa.
No será la única novedad, ya que la directiva incorpora medidas proteccionistas de diversos tipos. Por ejemplo: el Consorcio de Compensación de Seguros se hará cargo de los daños materiales causados por un vehículo desconocido, cuando haya causado daños personales significativos; las aseguradoras tendrán que presentar ofertas motivadas de las indemnizaciones en plazos no superiores a tres meses desde que tuvo lugar el siniestro; el propietario de un vehículo podrá exigir a su aseguradora los antecedentes de siniestralidad de los últimos cinco años, etcétera.
Recientemente, Pere Navarro, director general de Tráfico, confirmaba que con la entrada en vigor de las nuevas disposiciones, se impulsarán las identificaciones de vehículos sin seguro para su inmovilización y precintado, medidas que se sumarán a las vigentes con el carné por puntos, a fin de reducir la siniestralidad y el fraude.
Las modificaciones legislativas se harán por el trámite de urgencia. De hecho, el pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó el nuevo texto refundido de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor. La Ley de Ordenación de los Seguros Privados y su reglamento también se verán afectados.
El cambio de mayor impacto para las aseguradoras, que repercutirá directamente en el bolsillo de unos 24 millones de asegurados, es el relativo a los límites de indemnización que cubrirá el seguro obligatorio. Éste pasará de los actuales 350.000 euros por víctima y 100.000 euros por daños materiales, a 500.000 euros por víctima e igual cantidad para daños materiales a partir de enero próximo. Sin embargo, a partir de 2010 los límites serán los fijados en la directiva: un millón de euros por víctima, o cinco millones de euros por siniestro, cualquiera que sea el número de víctimas.
Para daños materiales el nuevo límite se situará en un millón de euros. Por su parte, dentro de una tendencia europea, la patronal del seguro UNESPA ha lanzado una oferta para ampliar estos límites a un único conjunto de setenta millones de euros por siniestro, tanto para daños personales como materiales, siempre que el legislador retoque un título de la ley que actualmente permite la discrecionalidad de los jueces en autos de cuantía máxima.
Ante este panorama, y ante la propensión de algunos jueces de apurar los límites de indemnización del seguro obligatorio, el pánico se ha desatado entre las aseguradoras. Caser ha respondido en 2006 con una subida del 15% en sus reservas para siniestros de daños personales en trámite, e igual porcentaje aplicará este año, a la vez que prepara una subida de precios que trasladará a sus asegurados. Otras entidades han tomado la delantera. Desde enero, Mapfre ha elevado sus tarifas un 6% y otro tanto ha hecho Mutua Madrileña Automovilista, con un 5%. Otros aseguradores del ramo, como Allianz, AXA Winterthur, Liberty o Pelayo hacen sus cálculos para establecer las correspondientes subidas.
Todos los aseguradores, que hablan abiertamente de guerra de precios en el seguro de autos, son conscientes de que los nuevos límites suponen el fin de los contratos de responsabilidad civil voluntaria. Presumir de precios bajos puede transformarse en una pesadilla para las aseguradoras, aunque de momento hay ganadoras, como Línea Directa. Un portavoz de La Caixa, que comenzará a vender seguros de autos esta primavera, reconoce que el escenario está cambiando y que será difícil hacer una guerra comercial basada en precio.
En unas recientes jornadas, Ricardo Lozano, director general de Seguros y Fondos de Pensiones, se mostraba radicalmente en contra de que los constructores de automóviles utilicen el seguro obligatorio como argumento de ventas de sus modelos. “Si quieren regalar algo, ¿por qué no regalan el precio de sus primeras revisiones?”, comentó, y dio argumentos: “No parece ético que en la venta de un automóvil se incorpore el seguro, máxime cuando es obligatorio, impide la concurrencia de ofertas y hay toda una Ley de Mediación de Seguros por medio”.
Otra cuestión pendiente es la revisión del Baremo de Daños Personales que tan buenos resultados ha dado al sector asegurador a la hora de controlar el importe de las indemnizaciones. El baremo, que deberá ser modificado por ley, discrimina, a la baja, las indemnizaciones que los perjudicados españoles reciben frente a casos similares en otros países europeos. La Comisión Europea trabaja actualmente en una futura sexta Directiva de Autos destinada a promover un baremo de daños personales único para Europa.