La empresa Terrafuge prepara el lanzamiento de un curioso avión que, una vez en tierra, pliega sus alas y se convierte en un coche que puede circular por las carreteras y aparcarse en el garaje de un chalet particular. El invento es aún un proyecto, aunque prevén comercializarlo en 2009. De momento, el vídeo sobre este ingenio está arrasando en Internet, según informa el diario electrónico gallego Xornal.com.
El "Transition" es una avioneta ligera que se transforma en automóvil terrestre con solo pulsar un botón para que se plieguen sus alas. El vehículo aéreo personal, con capacidad para dos personas, tiene seis metros de largo, poco más de dos metros de ancho y apenas dos de alto. Consume 75 litros de gasolina de 91 octanos por cada 800 kilómetros, que es la distancia máxima que recorre sin repostar.
De momento no es más que un proyecto realizado por el estudiante de doctorado de 29 años de Massachusetts Carl Dietrich, que ganó con esta idea el prestigioso premio Lemelson que el MIT otorga a sus estudiantes. Dietrich ha buscado financiación para su proyecto, y tiene ya una empresa que prevé construir el primer prototipo en 2008 y comenzar la producción en 2009. En esa fecha, las primeras unidades del vehículo aéreo personal podrán circular por las carreteras y surcar los cielos de los Estados Unidos a un precio minorista de 148.000 dólares.
El avión fue diseñado pensando especialmente para el descuidado mercado de las distancias cortas, que seguramente va a crecer a medida que las aerolíneas sigan abandonando las rutas de corta distancia, poco rentables. Dietrich estima un mercado potencial de 178.000 clientes en Estados Unidos. El creador estima que invención podría provocar interés entre pilotos activos y pasivos. De momento, el vídeo sobre el funcionamiento del Transition es ya todo un éxito en internet.
El "Transition" es una avioneta ligera que se transforma en automóvil terrestre con solo pulsar un botón para que se plieguen sus alas. El vehículo aéreo personal, con capacidad para dos personas, tiene seis metros de largo, poco más de dos metros de ancho y apenas dos de alto. Consume 75 litros de gasolina de 91 octanos por cada 800 kilómetros, que es la distancia máxima que recorre sin repostar.
De momento no es más que un proyecto realizado por el estudiante de doctorado de 29 años de Massachusetts Carl Dietrich, que ganó con esta idea el prestigioso premio Lemelson que el MIT otorga a sus estudiantes. Dietrich ha buscado financiación para su proyecto, y tiene ya una empresa que prevé construir el primer prototipo en 2008 y comenzar la producción en 2009. En esa fecha, las primeras unidades del vehículo aéreo personal podrán circular por las carreteras y surcar los cielos de los Estados Unidos a un precio minorista de 148.000 dólares.
El avión fue diseñado pensando especialmente para el descuidado mercado de las distancias cortas, que seguramente va a crecer a medida que las aerolíneas sigan abandonando las rutas de corta distancia, poco rentables. Dietrich estima un mercado potencial de 178.000 clientes en Estados Unidos. El creador estima que invención podría provocar interés entre pilotos activos y pasivos. De momento, el vídeo sobre el funcionamiento del Transition es ya todo un éxito en internet.