La investigación de las universidades de Cornell y Berkley señala que la producción de etanol -un alcohol utilizado como combustible- consume un 29 por ciento más de petróleo que lo que se ahorra con su uso.
Una asociación de Combustibles Renovables critica la metología seguida por los autores del estudio.
El estudio es un golpe para empresas como General Motors que han apostado por el etanol como una futura fuente de combustible alternativos. La administración del presidente George W. Bush también ha apostado por etanol como forma de reducir la dependencia de EEUU del petróleo extranjero y para mejorar los resultados económicos de los agricultores estadounidenses.
Los investigadores han concluido que el proceso para convertir maíz en etanol utiliza un 29 por ciento más de combustible que lo producido por el proceso y que el porcentaje asciende con otras plantas propuestas para producir el alcohol. El etanol es un aditivo que se mezcla con gasolina para reducir emisiones y aumentar el octanaje de la gasolina. El estudio también indica que se necesita un 45 por ciento más energía para obtener etanol de hierba y un 57 por ciento más si se utiliza madera.
Igualmente, el proceso para convertir soja en biodiesel necesita un 27 por ciento más de energía que la generada por el combustible resultante y la cifra supera el 54 por ciento si se utilizan semillas de girasol. El estudio incluyó factores no incluidos en otros estudios, como la energía utilizada para producir los cultivos pero no tomó en cuenta los 3.000 millones de dólares anuales con los que se subvenciona en Estados Unidos la producción de etanol. El estudio concluye que "la producción de etanol en los Estados Unidos no beneficia la seguridad energética de la nación, su agricultura, la economía o el medio ambiente".
Estados Unidos produjo el año pasado 13.627 millones de litros de etanol. El sector de productores de etanol asegura que la utilización de 28.000 millones de litros de etanol al año ahorraría 2.000 millones de barriles de petróleo al año. Como alternativas al etanol o el biodiesel, los investigadores se decantan por energía solar, eólica y la producida por hidrógeno. Los resultados del estudio ha sido criticado por organizaciones como la Asociación Canadiense de Combustibles Renovables que señaló que el estudio estaba basado en información anticuada. La asociación indicó que la evidencia científica demuestra que el etanol contiene alrededor de dos veces la energía que se requiere para producirlo, lo que incluye tanto la energía utilizada para producir desde fertilizantes hasta pesticidas, la producción del grano y el coste de su transporte.
Una asociación de Combustibles Renovables critica la metología seguida por los autores del estudio.
El estudio es un golpe para empresas como General Motors que han apostado por el etanol como una futura fuente de combustible alternativos. La administración del presidente George W. Bush también ha apostado por etanol como forma de reducir la dependencia de EEUU del petróleo extranjero y para mejorar los resultados económicos de los agricultores estadounidenses.
Los investigadores han concluido que el proceso para convertir maíz en etanol utiliza un 29 por ciento más de combustible que lo producido por el proceso y que el porcentaje asciende con otras plantas propuestas para producir el alcohol. El etanol es un aditivo que se mezcla con gasolina para reducir emisiones y aumentar el octanaje de la gasolina. El estudio también indica que se necesita un 45 por ciento más energía para obtener etanol de hierba y un 57 por ciento más si se utiliza madera.
Igualmente, el proceso para convertir soja en biodiesel necesita un 27 por ciento más de energía que la generada por el combustible resultante y la cifra supera el 54 por ciento si se utilizan semillas de girasol. El estudio incluyó factores no incluidos en otros estudios, como la energía utilizada para producir los cultivos pero no tomó en cuenta los 3.000 millones de dólares anuales con los que se subvenciona en Estados Unidos la producción de etanol. El estudio concluye que "la producción de etanol en los Estados Unidos no beneficia la seguridad energética de la nación, su agricultura, la economía o el medio ambiente".
Estados Unidos produjo el año pasado 13.627 millones de litros de etanol. El sector de productores de etanol asegura que la utilización de 28.000 millones de litros de etanol al año ahorraría 2.000 millones de barriles de petróleo al año. Como alternativas al etanol o el biodiesel, los investigadores se decantan por energía solar, eólica y la producida por hidrógeno. Los resultados del estudio ha sido criticado por organizaciones como la Asociación Canadiense de Combustibles Renovables que señaló que el estudio estaba basado en información anticuada. La asociación indicó que la evidencia científica demuestra que el etanol contiene alrededor de dos veces la energía que se requiere para producirlo, lo que incluye tanto la energía utilizada para producir desde fertilizantes hasta pesticidas, la producción del grano y el coste de su transporte.