Los ministros europeos de Transportes y la responsable de esta cartera en la Comisión Europea, Loyola de Palacio, han presenciado en Dublín (Irlanda) la primera ceremonia oficial de firma de la Carta Europea de Seguridad Vial por parte de 39 empresas y asociaciones. El objetivo de esta carta, anunciada en 2003 dentro del Programa de Acción Europeo para la Seguridad Vial, es implicar a la sociedad civil en los esfuerzos por alcanzar el objetivo comunitario de reducir a la mitad el número de fallecimientos en carretera de aquí al año 2010.
El número de muertes en accidentes viales dentro de la Unión Europea ha descendido desde 56.413 en 1990 a unas 40.000 en la actualidad. Sin embargo, a finales de los años noventa este descenso se ralentizó, motivo por el cual la Comisión Europea decidió intervenir con medidas concretas para acelerar de nuevo la tendencia inicial. A partir de 2001 han mejorado considerablemente las estadísticas al respecto, aunque con retraso respecto a los objetivos fijados por el Ejecutivo comunitario. En cualquier caso, éste ha mostrado su satisfacción por las nuevas cifras que, en su opinión, demuestran que la fijación de objetivos realistas puede ser un instrumento político eficaz para reducir las muertes en carretera.
Por su parte, la situación en los países en vías de adhesión -cuyo ingreso en la UE está previsto para el 1 de mayo de este año- es menos optimista. Las cifras muestran un estancamiento de las muertes por accidente de tráfico, un problema al que la Comisión tiene intención de responder mediante el intercambio de buenas prácticas entre los actuales y los futuros Estados miembros.
"La experiencia demuestra que sólo es posible lograr progresos sustanciales en materia de seguridad vial si la sociedad está dispuesta a aceptar que se apliquen eficazmente las normas", ha declarado Loyola de Palacio frente a un auditorio compuesto por representantes de las principales actores del sector del transporte vial, entre los que se encontraba presente el campeón internacional de Fórmula 1 Michael Schumacher. "Reducir a la mitad el número de víctimas de la carretera es una responsabilidad común. Miro hacia 2010 con mucho optimismo. Si respetamos nuestros compromisos, alcanzaremos nuestro objetivo. No perdamos el tiempo, tenemos 20.000 vidas que salvar en nuestras carreteras", añadía la comisaria.
Iniciativas de la UE
"Salvar 20.000 vidas en nuestras carreteras es un objetivo ambicioso", ha reconocido De Palacio. La comisaria ha explicado que, cuando la Comisión se fijó este objetivo en su Libro Blanco sobre Política de Transportes (2001), no todas las reacciones fueron positivas. "Aunque todos reconocían que 40.000 muertes en carretera y 1,7 millones de heridos al año en Europa es un precio demasiado alto a pagar a cambio de la movilidad, algunos expertos en seguridad vial afirmaron que reducir a la mitad el número de muertes en carretera en un plazo de diez años era un sueño".
Para ayudar a cumplir con este ambicioso objetivo, la Comisión propuso medidas muy concretas. En primer lugar, publicó en junio de 2003 un Programa de Acción Europeo para la Seguridad Vial, que marca, de cara al año 2010, el objetivo de reducir a la mitad el número de personas que mueren anualmente en accidentes de tráfico. El programa contiene sesenta medidas concretas para estimular una conducta más responsable por parte de los conductores, fabricar vehículos más seguros y mejorar la infraestructura de carreteras. Además, lanzó por primera vez la idea de la Carta Europea de Seguridad Vial.
De acuerdo con este programa, en octubre de 2003 la Comisión dio un paso más adoptando un paquete de aplicación, compuesto por tres propuestas para mejorar el cumplimiento de las normas de seguridad vial. La primera de ellas es una recomendaciones que trata sobre las tres principales causas de accidentes viales: el exceso de velocidad, el conducir bajo los efectos del alcohol y el no abrocharse el cinturón de seguridad. La siguiente propuesta es una directiva cuyo objetivo es aumentar los controles en carretera y en las instalaciones de los operadores de transporte por carretera. Por último, este paquete contiene también otra directiva sobre permisos de conducir para evitar las posibilidades de falsificación, asegurar la libre circulación de los conductores en Europa y reforzar la seguridad vial.
Según De Palacio, la experiencia demuestra que los países con un alto nivel de controles tienen menos muertes por accidente de tráfico. Sin embargo, la comisaria ha reconocido que la ejecución de las normas es una de las medidas más impopulares que puede aplicar un gobierno, a pesar de que su eficacia a la hora de salvar vidas es obvia. Además, al contrario de las medidas relativas a infraestructuras o el desarrollo de tecnologías para los vehículos, las medidas de aplicación de las normas pueden aplicarse con efecto inmediato. "La ejecución es definitivamente el medio más apropiado para salvar vidas en nuestras carreteras a corto plazo", ha asegurado De Palacio.
Asimismo, la comisaria defiende que son también los gobiernos los responsables de crear infraestructuras más seguras, como por ejemplo los túneles. "Éste es también el caso para la aplicación de normas sobre exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol y negligencia por no abrocharse el cinturón de seguridad", según ha explicado. Sin embargo, la comisaria ha insistido en que la aplicación efectiva de las normas debe complementarse con una mayor responsabilidad por parte de los usuarios de carretera a la hora de cumplir las normas.
Carta
Conseguir una mayor implicación de la sociedad en la consecución del objetivo de reducir las muertes en carretera es precisamente lo que pretende fomentarse mediante la Carta Europea de Seguridad Vial. Es, según De Palacio, el foro ideal para que la sociedad civil asuma su responsabilidad de conseguir unas carreteras más seguras para Europa. La Carta se lanzó de manera oficial el pasado 29 de enero en Bruselas. Desde entonces, ha recibido casi cien candidaturas. Los participantes de la ceremonia de hoy en Dublín son sólo los primeros de una larga lista de signatarios que se espera en los próximos tres años, pues ésta es la duración inicialmente prevista de la iniciativa.
La Comisión concibió esta Carta como un foro gracias al cual la sociedad civil podrá contribuir a mejorar la seguridad vial en Europa. Empresas, clubes de automóviles, asociaciones, escuelas, medios de comunicación y municipalidades, por citar tan sólo algunos ejemplos de potenciales firmantes de la Carta, están invitados a comprometerse con los objetivos de esta iniciativa.
El ministro irlandés de Transportes, Seamus Brennan, ha sido el anfitrión de la ceremonia de firma de la Carta, un acto organizado por la Presidencia irlandesa de turno. Por su parte, el también irlandés y presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, el director general de la Federación Internacional del Automóvil, David Ward, y el eurodiputado Ari Vatanen fueron los encargados de presentar a los primeros signatarios de la Carta Europea de Seguridad Vial y sus compromisos.
En total, son 39 las empresas y asociaciones que han firmado hoy esta Carta, entre ellas cuatro españolas: FITSA (Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad y el Medio Ambiente del Automóvil), RACC Automóvil Club, Cerveceros de España y ASETA (Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peaje). También se encuentran entre los primeros firmantes las empresas Bosch, Esso, Honda y Michelin, y diversos clubes de automóviles de los Estados miembros de la UE, organizaciones de aseguradoras europeas y redes de ciudades, asociaciones internacionales y nacionales de seguridad vial, etc.
Al firmar la Carta, las empresas y asociaciones se comprometen a poner en marcha, de manera voluntaria, las medidas que, dentro de su ámbito de actividad y de responsabilidad, contribuyan a mejorar la seguridad vial. Estas medidas pueden incluir inversiones en seguridad, actividades de investigación en la materia, intercambio de información técnica y estadística relevante, acciones de formación e información dirigidas a los conductores, diseño de infraestructuras y de vehículos más seguros, desarrollo y puesta en marcha de tecnologías, o controles estrictos para asegurar el cumplimiento de las normas viales.
El número de muertes en accidentes viales dentro de la Unión Europea ha descendido desde 56.413 en 1990 a unas 40.000 en la actualidad. Sin embargo, a finales de los años noventa este descenso se ralentizó, motivo por el cual la Comisión Europea decidió intervenir con medidas concretas para acelerar de nuevo la tendencia inicial. A partir de 2001 han mejorado considerablemente las estadísticas al respecto, aunque con retraso respecto a los objetivos fijados por el Ejecutivo comunitario. En cualquier caso, éste ha mostrado su satisfacción por las nuevas cifras que, en su opinión, demuestran que la fijación de objetivos realistas puede ser un instrumento político eficaz para reducir las muertes en carretera.
Por su parte, la situación en los países en vías de adhesión -cuyo ingreso en la UE está previsto para el 1 de mayo de este año- es menos optimista. Las cifras muestran un estancamiento de las muertes por accidente de tráfico, un problema al que la Comisión tiene intención de responder mediante el intercambio de buenas prácticas entre los actuales y los futuros Estados miembros.
"La experiencia demuestra que sólo es posible lograr progresos sustanciales en materia de seguridad vial si la sociedad está dispuesta a aceptar que se apliquen eficazmente las normas", ha declarado Loyola de Palacio frente a un auditorio compuesto por representantes de las principales actores del sector del transporte vial, entre los que se encontraba presente el campeón internacional de Fórmula 1 Michael Schumacher. "Reducir a la mitad el número de víctimas de la carretera es una responsabilidad común. Miro hacia 2010 con mucho optimismo. Si respetamos nuestros compromisos, alcanzaremos nuestro objetivo. No perdamos el tiempo, tenemos 20.000 vidas que salvar en nuestras carreteras", añadía la comisaria.
Iniciativas de la UE
"Salvar 20.000 vidas en nuestras carreteras es un objetivo ambicioso", ha reconocido De Palacio. La comisaria ha explicado que, cuando la Comisión se fijó este objetivo en su Libro Blanco sobre Política de Transportes (2001), no todas las reacciones fueron positivas. "Aunque todos reconocían que 40.000 muertes en carretera y 1,7 millones de heridos al año en Europa es un precio demasiado alto a pagar a cambio de la movilidad, algunos expertos en seguridad vial afirmaron que reducir a la mitad el número de muertes en carretera en un plazo de diez años era un sueño".
Para ayudar a cumplir con este ambicioso objetivo, la Comisión propuso medidas muy concretas. En primer lugar, publicó en junio de 2003 un Programa de Acción Europeo para la Seguridad Vial, que marca, de cara al año 2010, el objetivo de reducir a la mitad el número de personas que mueren anualmente en accidentes de tráfico. El programa contiene sesenta medidas concretas para estimular una conducta más responsable por parte de los conductores, fabricar vehículos más seguros y mejorar la infraestructura de carreteras. Además, lanzó por primera vez la idea de la Carta Europea de Seguridad Vial.
De acuerdo con este programa, en octubre de 2003 la Comisión dio un paso más adoptando un paquete de aplicación, compuesto por tres propuestas para mejorar el cumplimiento de las normas de seguridad vial. La primera de ellas es una recomendaciones que trata sobre las tres principales causas de accidentes viales: el exceso de velocidad, el conducir bajo los efectos del alcohol y el no abrocharse el cinturón de seguridad. La siguiente propuesta es una directiva cuyo objetivo es aumentar los controles en carretera y en las instalaciones de los operadores de transporte por carretera. Por último, este paquete contiene también otra directiva sobre permisos de conducir para evitar las posibilidades de falsificación, asegurar la libre circulación de los conductores en Europa y reforzar la seguridad vial.
Según De Palacio, la experiencia demuestra que los países con un alto nivel de controles tienen menos muertes por accidente de tráfico. Sin embargo, la comisaria ha reconocido que la ejecución de las normas es una de las medidas más impopulares que puede aplicar un gobierno, a pesar de que su eficacia a la hora de salvar vidas es obvia. Además, al contrario de las medidas relativas a infraestructuras o el desarrollo de tecnologías para los vehículos, las medidas de aplicación de las normas pueden aplicarse con efecto inmediato. "La ejecución es definitivamente el medio más apropiado para salvar vidas en nuestras carreteras a corto plazo", ha asegurado De Palacio.
Asimismo, la comisaria defiende que son también los gobiernos los responsables de crear infraestructuras más seguras, como por ejemplo los túneles. "Éste es también el caso para la aplicación de normas sobre exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol y negligencia por no abrocharse el cinturón de seguridad", según ha explicado. Sin embargo, la comisaria ha insistido en que la aplicación efectiva de las normas debe complementarse con una mayor responsabilidad por parte de los usuarios de carretera a la hora de cumplir las normas.
Carta
Conseguir una mayor implicación de la sociedad en la consecución del objetivo de reducir las muertes en carretera es precisamente lo que pretende fomentarse mediante la Carta Europea de Seguridad Vial. Es, según De Palacio, el foro ideal para que la sociedad civil asuma su responsabilidad de conseguir unas carreteras más seguras para Europa. La Carta se lanzó de manera oficial el pasado 29 de enero en Bruselas. Desde entonces, ha recibido casi cien candidaturas. Los participantes de la ceremonia de hoy en Dublín son sólo los primeros de una larga lista de signatarios que se espera en los próximos tres años, pues ésta es la duración inicialmente prevista de la iniciativa.
La Comisión concibió esta Carta como un foro gracias al cual la sociedad civil podrá contribuir a mejorar la seguridad vial en Europa. Empresas, clubes de automóviles, asociaciones, escuelas, medios de comunicación y municipalidades, por citar tan sólo algunos ejemplos de potenciales firmantes de la Carta, están invitados a comprometerse con los objetivos de esta iniciativa.
El ministro irlandés de Transportes, Seamus Brennan, ha sido el anfitrión de la ceremonia de firma de la Carta, un acto organizado por la Presidencia irlandesa de turno. Por su parte, el también irlandés y presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, el director general de la Federación Internacional del Automóvil, David Ward, y el eurodiputado Ari Vatanen fueron los encargados de presentar a los primeros signatarios de la Carta Europea de Seguridad Vial y sus compromisos.
En total, son 39 las empresas y asociaciones que han firmado hoy esta Carta, entre ellas cuatro españolas: FITSA (Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad y el Medio Ambiente del Automóvil), RACC Automóvil Club, Cerveceros de España y ASETA (Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peaje). También se encuentran entre los primeros firmantes las empresas Bosch, Esso, Honda y Michelin, y diversos clubes de automóviles de los Estados miembros de la UE, organizaciones de aseguradoras europeas y redes de ciudades, asociaciones internacionales y nacionales de seguridad vial, etc.
Al firmar la Carta, las empresas y asociaciones se comprometen a poner en marcha, de manera voluntaria, las medidas que, dentro de su ámbito de actividad y de responsabilidad, contribuyan a mejorar la seguridad vial. Estas medidas pueden incluir inversiones en seguridad, actividades de investigación en la materia, intercambio de información técnica y estadística relevante, acciones de formación e información dirigidas a los conductores, diseño de infraestructuras y de vehículos más seguros, desarrollo y puesta en marcha de tecnologías, o controles estrictos para asegurar el cumplimiento de las normas viales.